Las críticas del presidente de Perú, Alejandro Toledo, a impopulares recomendaciones del FMI fueron relativizadas por su ministro de Economía, Pedro Pablo Kuczynski, al confirmar los acuerdos vigentes con el organismo multilateral.
Esas señales contradictorias en materia de política económica parecen ser la reacción del gobierno ante el descontento popular, que se materializará en la huelga general convocada para este martes por la Confederación General de Trabajadores de Perú (CGTP) y la posible interpelación del Congreso a Kuczynski esta semana.
La CGTP convocó a una paralización de actividades y movilizaciones en todas las ciudades del país en rechazo a las privatizaciones planteadas por Toledo y por un cambio de línea económica y la sustitución de Kucynzki.
Por otro lado, después de su exposición ante una comisión parlamentaria, Kuczynski enfrentará probablemente esta semana la interpelación ante el pleno del Congreso legislativo.
La oposición no podrá censurarlo porque el gobernante partido Perú Posible tiene 61 votos en un Congreso de 120 escaños, pero sin duda el debate tomará en cuenta la orientación de la tensa opinión pública.
El gobierno no está dispuesto a seguir las sugerencias del FMI (Fondo Monetario Internacional), pues exprimen a la población, había señalado Toledo el 31 de marzo, tras ser hostilizado con abucheos, cáscaras de fruta y botellas de plástico por una muchedumbre en el centro comercial popular Gamarra, en Lima.
Sin embargo, Kuczynski aseguró la semana pasada que no renegociará con el FMI para modificar los compromisos asumidos por el gobierno ante ese organismo.
El FMI es visto muchas veces como el malo de la película, pero es un organismo que confiere credibilidad a los programas económicos a los que respalda, y necesitamos seguir contando con su aval, afirmó el ministro el martes pasado ante la Comisión de Economía del Congreso.
Las declaraciones contrapuestas de Toledo y Kuczynski son una clara señal del efecto en el gobierno de las últimas encuestas de opinión.
La última consulta del instituto privado Analistas y Consultores entre habilitados para votar en Lima indicó que sólo 23,2 por ciento de los preguntados aprobaron la gestión de Toledo.
Ese mismo trabajo señaló que 31 por ciento de los consultados expresaron su apoyo al ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000), refugiado en Japón tras haber sido destituido por el Congreso.
En los últimos 20 años no hay antecedentes en este país de que la popularidad de un presidente bajara tanto y tan rápido, comentó Carlos Janada, experto de la consultora ANB Amro, quien opinó que los potenciales inversores extranjeros se vuelven cautelosos ante ese fenómeno.
Los dichos de Toledo sobre los lineamientos del FMI fueron interpretados como posible preámbulo de una política económica más próxima a las posiciones de críticos que piden inversión pública para generar empleo y se oponen a la privatización de empresas.
Eso causó rumores sobre el reemplazo de Kuczynski, quien tiene doble nacionalidad peruana y estadounidense y es considerado por los expertos como el hombre de Washington en el gabinete ministerial.
En círculos políticos y en los medios de comunicación se comenzó a especular sobre quién reemplazaría al ministro, y se manejó la posibilidad de que una ruptura con el FMI se acompañara de la designación de algún economista del opositor y socialdemócrata Partido Aprista Peruano.
Sin embargo, las fracciones del gobierno alineadas con el FMI capearon el temporal. Los responsables de la impopularidad presidencial fueron buscados entre los encargados de prensa e imagen del Palacio de Gobierno, y Kuczynski declaró: No pediremos al FMI una renegociación de la Carta de Intención.
En la Carta de Intención vigente, firmada en enero, constan los compromisos asumidos por el gobierno con el FMI, entre los que figuran lograr que el déficit fiscal no sea mayor a 1,9 por ciento del producto interno bruto (PIB), y obtener 700 millones de dólares por privatizaciones en el sector de energía eléctrica.
El gobernante partido Perú Posible es mayoría en el parlamento y cuenta con el respaldo de parte de la oposición en ambos asuntos, pero el rechazo popular al recorte del gasto público y a las privatizaciones ejerce fuerte presión.
El déficit fiscal ya alcanza a más de 2,5 por ciento del PIB, y se considera probable que llegue a tres por ciento este año, pese a que el Ministerio de Economía intenta ejercer riguroso control sobre e gasto público.
El equilibrio fiscal podría lograrse mediante la privatización de empresas de generación y transmisión de energía eléctrica de varias ciudades, a las cuales quizás habría que agregar la de las centrales hidroeléctricas del Mantaro, principal fuente de energía de Lima, y de Arequipa, las mayores del país.
Pero el costo político de esas ventas sería muy alto.
A comienzos de este mes se concretó una agresiva huelga contra la privatización del Mantaro, en la ciudad de Huancayo, en la central zona de la sierra. En tanto, en la meridional Arequipa, 97 por ciento de los consultados en encuestas se opusieron a la privatización.
Los analistas políticos coinciden en señalar que la rápida erosión de la popularidad de Toledo se debe a las excesivas promesas electorales y a la falta de definición sobre el programa económico en los primeros nueve meses de administración.
El ex ministro de Economía Carlos Boloña sostuvo que la imagen de indefinición programática es alimentada no sólo por la inacción en estos primeros nueves meses sino también por la heterogeneidad de su Consejo de Ministros.
Pareció astuto que Toledo eligiera para su principal ministerio a un economista ortodoxo, como Kuczynski, y que encomendara a izquierdistas las carteras con mayor papel social, como Trabajo, Educación y Bienestar de la Mujer y la Familia, apuntó.
Sin embargo, si Toledo no es un líder auténtico, el resultado es incoherencia añadió Boloña.
Kuczynski, antes de concurrir a la previsible interpelación parlamentaria, anunció un paquete de medidas destinadas a mejorar la recaudación tributaria, sin aumentar impuestos, según dijo, y la eliminación de algunas duplicidades de gastos públicos. (FIN/IPS/al/dm mp/ip/02