La primera reunión del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas comenzó este lunes ante representantes de más de 600 culturas indígenas de los cinco continentes.
El organismo puede asesorar por consenso al Consejo Económico y Social de la ONU, que designó a sus 16 integrantes, de los cuales sólo la mitad fueron propuestos por grupos indígenas. Los otros ocho son representantes de gobiernos.
La reunión continuará hasta el 24 de este mes y es considerada un gran paso hacia la presencia en el escenario político internacional de los 300 millones de indígenas que habitan más de 70 países, pese a varias limitaciones.
El Foro es el único organismo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedicado por completo a la causa indígena, y su rango formal en el sistema del foro mundial es equivalente al de instituciones muy conocidas como la Comisión de Derechos Humanos, con sede en Ginebra.
Sin embargo, carece de presupuesto y funcionarios propios, y su propia denominación fue considerada un desaire por los activistas que lo impulsaron, quienes preferían el nombre Foro Permanente de los Pueblos Indígenas.
El uso de la palabra pueblos fue rechazado por Estados miembros de la ONU, temerosos de que los indígenas reivindiquen autonomía o independencia de los gobiernos de los países que habitan.
Esos temores han empantanado durante más de una década las negociaciones sobre el Proyecto de Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU.
El organismo, creado por el Consejo Económico y Social en julio de 2000, no tendrá sentido si carece de fondos para funcionar, señaló el presidente de la Conferencia Circumpolar Inuit (ICC, por sus siglas en inglés), Aqqaluk Lynge.
La ICC representa a unos 152.000 integrantes de la etnia inuit de Alaska, Canadá, Groenlandia y Rusia, y pidió a Dinamarca la creación de un fondo voluntario para financiar el Foro,
Los pueblos indígenas hemos golpeado a las puertas de la ONU durante los últimos 30 años. Por fin obtuvimos algo permanente, comentó el vicepresidente de la Asamblea de las Primeras Naciones de Canadá, Ghislain Picard.
Durante esos años, hemos sido capaces de formar conciencias en los países sobre los derechos humanos de los pueblos indígenas, destacó.
El secretario general del Consejo Internacional de los Tratados Indios (IITC, por sus siglas en inglés), Alberto Saldamando, admitió que la comunidad mundial toma con creciente seriedad los derechos humanos de los indígenas, pero agregó que es hora de que también les reconozca derecho a tierras.
El IITC reúne a representantes de pueblos indígenas del continente americano y del Pacífico.
La mayoría de los pueblos indígenas del mundo aún están sometidos a legislaciones nacionales establecidas para quitarles territorios y recursos, aseveró Saldamando.
De todos modos, consideró un avance que los asuntos indígenas sean planteados al Consejo Económico y Social por un organismo específico, en vez de ser canalizados por la Comisión de Derechos Humanos.
Ahora las cuestiones indígenas tendrán más peso ante instituciones internacionales como la Organización Mundial de Comercio, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, pronosticó.
El IITC desea presionar por una perspectiva indígena del comercio y el desarrollo, pero los Estados miembros de la ONU no tienen voluntad política de afrontar esa fundamental cuestión, que implica respetar derechos humanos en el comercio y los planes de desarrollo, indicó.
Una forma de cambiar esa situación es el diálogo que comienzo con la primera sesión del Foro, sostuvo Goodluck Diigbo, presidente de la Asociación de los Pueblos Indígenas para el Ambiente (PIPE, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York.
La PIPE organizó en febrero una reunión internacional en la cual más de 400 delegados aborígenes propusieron prioridades al Foro, entre ellas reducir la pobreza, proteger el ambiente, y garantizar derechos indígenas a la autonomía, a resistir la dominación, y a que se respeten sus leyes y tradiciones sobre la tierra.
La responsabilidad de abrir la primera sesión del Foro fue encomendada a la vicesecretaria general de la ONU, Louise Frechette, y a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson. (FIN/IPS/tra-en/ml/aa/lp-mp/hd ip/02