El comisario de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), Chris Patten, propuso que ese bloque pague sueldos de empleados públicos de Afganistán para apoyar la reconstrucción del país.
Es tentador para los donantes destinar todos sus fondos a proyectos de prestigio fotográfico, como hospitales y universidades, pero una parte sustancial de la asistencia a Afganistán debe asignarse a costos presupuestarios cotidianos, dijo a IPS la portavoz de la UE, Emma Udwin.
Patten realizó la semana pasada una visita de dos días a Afganistán para ser testigo directo del progreso logrado, y examinar en qué se empleó el dinero aportado hasta ahora por la UE, indicó Udwin, quien acompañó al comisario en ese viaje.
En Afganistán, la expectativa de vida al nacer es 40 años y una de cada cuatro personas muere antes de cumplir cinco años, de modo que la reconstrucción de ese país es realmente un enorme desafío y un proyecto de largo plazo, en el cual hay mucho que hacer, señaló.
Patten anunció que pedirá más apoyo al gobierno interino de Afganistán, encabezado por Hamid Karzai, en el próximo encuentro de ministros de relaciones exteriores del Grupo de los Ocho (G-8) países más poderosos, que se llevará a cabo del 12 al 13 de junio en Canadá.
Los cancilleres del G-8, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia, prevén dedicar especial atención a la cuestión afgana, y Patten se propone advertirles que el gobierno de Karzai puede ser desestabilizado por luchas entre señores de la guerra.
Las reformas no serán posibles mientras mantengan sus cuotas de poder facciones armadas financiadas por intereses externos, aseguró Udwin.
La UE es la principal fuente de donaciones a Afganistán, y prometió aportar de 2002 a 2006 más de 2.000 millones de dólares para la reconstrucción de ese país, de los cuales 550 millones serán desembolsados este año.
Esa ayuda tiene condiciones aceptadas por líderes afganos hace un año en Bonn, cuando se comprometieron a lograr la paz y un gobierno representativo, y a erradicar el terrorismo y la producción de narcóticos.
Tales compromisos fueron asumidos mientras la ofensiva militar de Estados Unidos y sus aliados en Afganistán determinaba la derrota del movimiento Talibán, fundamentalista islámico, que gobernó la mayor parte del teritorio afgano de 1996 a 2001.
Patten se reunió en Afganistán con Karzai, con el ministro de Relaciones Exteriores Abdullah Abdullah, y con el ex rey Zahir Shah, derrocado en 1973 y exiliado desde entonces, que regresó este año a su país.
Insistimos sobre la necesidad de un gobierno representativo, señaló Udwin, en alusión a la tradicional asamblea de líderes étnicos y tribales llamada Loyah Jirga que se prevé realizar el mes próximo para designar nuevas autoridades interinas con un mandato de dos años.
Observadores internacionales consideran necesario que esa asamblea acuerde el nombramiento de un gobierno con bases más sólidas que el actual, en el cual predominan integrantes de la minoritaria etnia tajik y está surpresentada la mayoritaria de los pashtun, al igual que otras como la hazara y la uzbeka.
Ese desequilibrio obedece, en gran medida, a que los pashtun predominaban en el Talibán.
Es necesario establecer adecuadas estructuras gubernamentales para que la asistencia externa sea empleada en forma eficaz, destacó Patten.
La UE ha asumido importantes compromisos de cooperación a largo plazo para lograr que la población afgana cuente con el marco institucional propio del siglo XXI que merece, tras haber sufrido las consecuencias de un ejemplo por excelencia de 'Estado fallido', afirmó.
La fuerte presencia del bloque europeo en Afganistán es respaldada por un influyente grupo de parlamentarios, funcionarios y académicos de la UE, aliados con organizaciones no gubernamentales y representantes afganos en el Círculo UE- Afganistán para supervisar la situación y brindar ayuda.
Glenys Kinnock, integrante socialista del parlamento Europeo, elogió la reapertura formal durante la visita de Patten de la oficina de la UE en Kabul, cerrada en 1998, que había vuelto a funcionar de modo oficioso en enero.
Esa oficina funciona en un marco de plena desconcentración administrativa, lo cual significa que podrá asignar y entregar fondos sin autorización expresa de Bruselas, indicó. (FIN/IPS/tra- eng/gh/ss/mp/dv/02
