El Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas concluyó su primera sesión este viernes reclamando fondos para su funcionamiento, pues es el único organismo de la ONU que no tiene presupuesto propio.
Por favor demuestren que la comunidad internacional quiere seriamente poner fin y remedio a los daños pasados y presentes contra nuestros pueblos, dijo el presidente del foro, Ole Henrik Magga.
Por favor no dejen que (el organismo) se convierta en otro ejemplo de discriminación contra los pueblos indígenas al ser el único organismo de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) sin financiación regular, agregó Magga en un comunicado.
El cuerpo, que inició su primera sesión especial el 13 de este mes, divulgó un proyecto de recomendaciones que deberán ser aprobadas por los 54 estados miembros del Consejo Económico y Social de la ONU (Ecosoc) en julio.
El documento se centra en la coordinación de la labor de las agencias del foro mundial en materia de cuestiones indígenas, propone publicar cada tres años un informe titulado Estado de los pueblos indígenas del mundo, y un estudio para determinar cuántos indígenas carecen de acceso a la salud.
Los delegados recomendaron así mismo la creación de un grupo de trabajo que estudie el impacto de la explotación de recursos, como el uso medicinal de plantas, en los aborígenes.
El foro fue creado para asesorar al Ecosoc en custiones indígenas, y para ayudar a coordinar el trabajo de muchas agencias y programas de la ONU en la materia. Ocho de sus 16 directores fueron nombrados por pueblos indígenas, y los restantes por los miembros del Ecosoc.
Pero la comunidad internacional no le ha dado al cuerpo mucho más que una fecha de reunión. El foro cuenta apenas con los fondos necesarios para su encuentro del año próximo, pero carece de personal y de oficinas.
Hasta ahora los recursos fueron suministrados por la oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos y unos pocos estados donantes.
Las organizaciones indígenas consideran que el encuentro fue un escalón en el ascenso político de los derechos de más de 3.000 millones de indígenas del mundo, pero reconocieron que el ascenso será lento.
Los líderes y activistas esperaban que el primer cuerpo de la ONU dedicado exclusivamente a cuestiones indígenas ayudara a impulsar la declaración de derechos, que languidece en los cajones de la ONU desde hace más de una década y el reconocimiento de los estados del derecho al territorio y a adoptar caminos propios de desarrollo.
Las tareas del foro son abrumadoras, pues cientos de representantes de organizaciones comunitarias, no gubernamentales y gubernamentales llenaron las dos semanas de sesiones con cuestiones tan diversas, como la salud, el ambiente, los derechos a la vivienda, el conocimiento tradicional y los medios de prensa indígenas.
El mandato del foro es formidable dijo el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en el discurso de clausura.
Deberán determinar la mejor manera de movilizar la experiencia y los recursos del sistema de la ONU. Será necesario forjar nuevas relaciones entre comunidades indígenas y organismos especializados, y tendrán que convencer a los gobiernos para que se unan a esos esfuerzos y presten más atención a los temas indígenas, dijo Annan.
Muchos oradores celebraron el espíritu cooperativo de la primera reunión, pero la guatemalteca y premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú Tum señaló que varias de las sillas reservadas a observadores de gobiernos permanecieron vacías.
Otros se preguntan cómo podrán las palabras del foro traducirse en acciones.
Hay un intercambio de información, ideas y problemas, pero no veo la forma en que se aplicarán las soluciones, dijo la activista del Centro Wittenberg para los Recursos Alternativos, Betsy Stang.
Aunque pocos de los asuntos centrales fueron resueltos, los delegados consideraron un logro la decisión respecto de investigación de violaciones de derechos humanos.
Para resolver estas cuestiones, el Foro colaborará con la Comisión de Derechos Humanos, anunció este viernes la integrante del foro indígena, Zinaida Strogalschikova.
La asamblea de casi 1.000 delegados recomendó la formación de un grupo sobre desmilitarización de áreas aborígenes y la declaración de una segunda Década de los Pueblos Indígenas, ya que la presente, que expira en 2004, ha sido bastante ignorada por los gobiernos. (FIN/IPS/tra-en/ml/mg/lp-dcl/hd/02
