Un documental sobre la génesis y los 50 primeros años del béisbol en Venezuela paga una vieja deuda del cine nacional, que prácticamente no había tomado en cuenta a esta pasión de multitudes en el país.
La historia del béisbol venezolano entre 1895 y 1945 encaja perfectamente en la producción del realizador Carlos Oteyza y en el propio devenir de este deporte originario de Estados Unidos, pero asentado profundamente en la cultura y en la vida cotidiana de la población.
Venezuela al bate: orígenes de nuestro béisbol se titula el documental de 60 minutos producido por Bolívar Films, que no ha dejado de exhibirse puntualmente en salas comerciales y espacios culturales y académicos desde que fuera estrenado en febrero.
La historia de Oteyza comienza en los orígenes de este deporte en Venezuela y se cierra con la llegada del profesionalismo.
Oteyza explicó que se propuso darle a conocer a las nuevas generaciones de aficionados que la historia del béisbol en el país no se remite sólo a la exitosa actuación desde hace varios años de jugadores venezolanos en las Grandes Ligas de Estados Unidos, el torneo más importante del mundo de este deporte.
El documental muestra el nacimiento del béisbol en Venezuela, cuenta quiénes introdujeron el deporte en el país y cuáles fueron y cómo surgieron los primeros equipos.
También narra la manera en que se extendió la práctica del juego a diversas regiones, junto con las transformaciones socioculturales del país entre fines del siglo XIX y principios del XX.
Recoge, además, las históricas rivalidades deportivas entre equipos, algunas de las cuales han sido heredadas por clubes contemporáneos como Leones de Caracas y Navegantes del Magallanes, los dos más populares del béisbol moderno venezolano.
La producción de Oteyza logró recoger hitos poco conocidos, como el primer juego internacional protagonizado en 1903 en la capital venezolana por el Caracas BBC y la tripulación del buque de guerra estadounidense Marietta y la visita en 1918 del equipo puertorriqueño Borinquen Star.
El trabajo también muestra un acontecimiento conocido sólo por los fanáticos más veteranos y del cual existen pocos registros audiovisuales, que fue la llegada del primer venezolano al béisbol de las Grandes Ligas estadounidenses. Se trata del debut en 1939 de Alejandro Patón Carrasquel con los Senadores de Washington.
Oteyza divide los orígenes del juego en dos etapas. Una que va desde 1895 y hasta la muerte en 1935 del general Juan Vicente Gómez, quien gobernó el país con mano de hierro por tres décadas, durante la cual se establece el béisbol en un país de caudillos.
La segunda parte, que se extiende hasta 1945, muestra la consolidación de ese deporte en un país moderno ya con partidos políticos.
El realizador, que ha cabalgado entre la ficción y los documentales desde que comenzó en el cine en 1971, invirtió 14 meses de trabajo en Venezuela al bate: orígenes de nuestro béisbol, de los cuales seis los dedicó por entero a la investigación.
Este trabajo incluyó la revisión de innumerables publicaciones de la época, así como 1.500 imágenes fotográficas ubicadas en diferentes archivos públicos y colecciones privadas.
La producción es la novena de una serie de documentales históricos realizados por Bolívar Films, con el apoyo de la fundación privada Polar.
Oteyza, un cineasta con estudios académicos de historia, aseguró que con este documental pretende echar una mirada al interior de los venezolanos, siempre acostumbrados a los grandes acontecimientos, a mirar hacia fuera.
En relación con la falta de abordajes desde las producciones artísticas venezolanas en torno al béisbol, el director hizo una autocrítica. Los intelectuales, los creadores, los escritores hemos estado de espaldas a factores culturales que conforman la nacionalidad, apuntó.
Con la serie de documentales históricos quisiéramos devolverle al país el rostro de la gente que lo ha construido, añadió.
El momento más emotivo del filme, según su propio realizador, es el triunfo de Venezuela en el campeonato mundial de béisbol aficionado realizado en 1941 en La Habana, un hecho que permanece en el imaginario de los fanáticos, pero sólo de los más veteranos.
Justamente, para mostrar imágenes nunca vistas en Venezuela sobre aquel acontecimiento, se recurrió al apoyo del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos, que conserva archivos fílmicos de ese encuentro deportivo.
El gran público es ajeno a esa epopeya del deporte nacional y a mí me interesa que los venezolanos de hoy descubran el rostro de lo que fue la Venezuela de los años 20, 30 y 40, puntualizó el realizador cinematográfico. (FIN/IPS/ac/dm/cr/02
