AMBIENTE-MALASIA: La carretera de la polémica

Una carretera de apenas 17 kilómetros que se construirá en la septentrional isla de Penang, Malasia, es blanco de fuertes críticas por la falta de transparencia en la adjudicación del proyecto y su impacto ambiental negativo.

El proyecto de 1.000 millones de ringgits (unos 263 millones de dólares) para descongestionar el tráfico en Penang implica la demolición de numerosas viviendas, es demasiado favorable para la empresa constructora, responde a intereses políticos y es perjudicial para el ambiente, según los críticos.

Las voces de desaprobación se volvieron más fuertes tras la exhibición pública este mes de una maqueta del proyecto, llamado Ruta Circular Exterior de Penang.

Además de requerir la demolición de 76 casas particulares, 50 viviendas precarias y 70 oficinas gubernamentales, la construcción de la carretera molestará con el ruido y el polvo a miles de residentes locales.

La isla de Penang tiene una superficie de apenas 300 kilómetros cuadrados y medio millón de habitantes, por lo que la carretera estará pegada a miles de viviendas.

La contaminación acústica sería un pequeño precio a pagar si el proyecto resolviera los problemas de transporte de la isla, pero los críticos arguyen que la construcción de más rutas sólo promoverá la circulación de más automóviles, con lo cual el tránsito se volverá a congestionar en poco tiempo.

Los defensores del proyecto tienen una respuesta lista para esa crítica: no es la construcción de nuevas rutas en sí misma lo que lleva a un aumento del tráfico, sino otros factores como la prosperidad económica, el crecimiento de la población y las políticas sobre propiedad de vehículos.

Pero ese argumento ignora el papel del transporte público en la reducción de la demanda de vehículos particulares. Grupos de activistas señalaron la falta de incentivo para mejorar el transporte colectivo en toda Malasia, mientras aumenta la venta de vehículos de las marcas nacionales Proton y Perodua.

El servicio de autobuses en Penang es tan malo que 75 por ciento de los residentes utilizan sus vehículos particulares para ir y volver del trabajo, frente a 30 por ciento en algunas ciudades europeas con sistemas de transporte público bien desarrollados.

En el año 2000, Penang tenía 321 automóviles cada 1.000 personas, en comparación con 96 en Singapur y 49 en Hong Kong.

La principal carencia señalada por los críticos es la de un plan integral de ordenación del tráfico en Penang.

”¿Es la nueva ruta la única solución? Si es así, demuéstrenlo con estudios y números”, dijo Ganesh Rasagam, experto en planificación del transporte.

Además, el proyecto cambiará el uso de la tierra y arruinará las futuras opciones para un sistema de transporte más sustentable, dijo.

”Una vez que se comienza a depender de las rutas, es difícil revertir esa tendencia”, advirtió Ganesh.

Los ambientalistas protestan porque la nueva carretera pasará por el popular Youth Park (Parque de la Juventud), uno de los pocos pulmones verdes de Penang, y también destruirá el paseo marítimo Gurney Drive, donde se rescatará tierra del mar.

Por otra parte, los planificadores arguyen que en los terrenos rescatados se crearán nuevos parques y se desarrollará una nueva rambla.

El presidente de la Asociación de Consumidores de Penang, S.M. Mohd Idris, opinó que los planes de construcción deben detenerse hasta que se conozcan los resultados de un nuevo estudio de impacto ambiental.

”Ese estudio debe ser abierto, transparente y flexible, sin presiones del Departamento de Ambiente en favor del proyecto”, exhortó.

Mientras, los críticos cuestionan la credibilidad de Peninsular Metroworks Sdn Bhd, el concesionario del proyecto.

”No hubo licitación, no hubo transparencia, y nadie sabe qué negociaciones hubo” entre el gobierno y esa empresa, señaló un consultor de ingeniería civil.

El proyecto ”fue adjudicado a una compañía que no tiene experiencia alguna en la construcción de carreteras”, agregó.

Pero el viceministro jefe de Penang, Hilmi Yahaya, sostiene que esa preocupación es infundada.

”No hay por qué preocuparse, porque los gobiernos estadual y federal asegurarán que el proyecto sea terminado en tiempo y forma”, afirmó.

A cambio de la construcción, Peninsular Metroworks obtendrá 31 hectáreas de tierra de primera calidad junto a la carretera, la concesión de cuatro peajes a lo largo de la ruta, y podría ganar hasta 2.000 millones de ringgits (526 millones de dólares) por las 200 hectáreas de tierra rescatada del mar. (FIN/IPS/tra- en/an/ral/mlm/dv-en/02

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