Una serie de pronunciamientos militares determinaron este sábado al presidente de facto de Venezuela, Pedro Carmona, a convocar a la asamblea legislativa que él mismo había disuelto en la víspera.
Carmona dijo que rectificar es una virtud al momento de anunciar, a través de una cadena internacional de televisión, la restitución de los poderes del Estado que por decreto había suspendido el viernes, al momento de jurar como presidente interino.
La rectificación fue decidida a causa de la sublevación de la principal base de la fuerza aérea, en la central ciudad de Maracay, y por presión del jefe del ejército, general Efraín Vásquez.
Carmona también anunció que el derrocado presidente Hugo Chávez, que está recluido en una instalación militar, abandonará Venezuela. Se ignora de momento el país en el que se exiliará Chávez, que todavía no ha renunciado a la presidencia, como admitieron fuentes del nuevo gobierno.
La tensión se impuso este sábado, una jornada en la que se conjugaron manifestaciones en Caracas a favor de Chávez, que fueron reprimidas, y versiones sobre crisis en las Fuerzas Armadas.
Vásquez aseguró que el ejército respeta la Constitución y por tanto apoya un gobierno de transición, como bautizó Carmona a su gestión, siempre y cuando se respete la institucionalidad.
El jefe del ejército reiteró que estuvo de acuerdo con que Chávez resignara el poder, pero se niega a respaldar las medidas anunciadas por Carmona el viernes. Se trata de la disolución del parlamento, la destitución de los miembros del Tribunal Supremo de Justicia, del fiscal general y del defensor del Pueblo.
Carmona también se había arrogado la facultad de reemplazar a los gobernadores de los estados y los alcaldes municipales, que surgieron de elección popular.
Lo más importante para el país es la institucionalidad, respetar lo expresado en la Constitución de 1999, señaló Vásquez, quien también pidió que quien asuma el gobierno debe conceder prioridad a los planes sociales para el pueblo.
Vásquez no aclaró si la fuerza aérea y la marina compartían la posición del ejército.
Las decisiones de este sábado determinarán un impredecible escenario político, ya que el parlamento tiene mayoría chavista y la Constitución establece que ante la ausencia del presidente deben realizrse elecciones en un plazo máximo de 30 días.
La crisis política fue agudizada también por la sublevación de la base aérea de Maracay, promovida por cuatro generales encabezados por el general paracaidista Raúl Baduel y que impidió la instalación del gabinete de Carmona.
Baduel y los otros generales exigieron el reconocimiento de las instituciones disueltas el viernes por Carmona y a la presentación de Chávez en público, según pudo saber IPS.
Vásquez y Carmona informaron que el ex presidente Chávez saldrá en breve al exterior, cumpliendo una petición formulada por él mismo. Sin embargo, se desconoce con exactitud el paradero de Chávez.
En tanto, centenares de manifestantes favorables al presidente depuesto se reunieron en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, sede del Poder Ejecutivo.
Periodistas que se hallaban en Miraflores y que fueron obligados a salir, indicaron a IPS que Carmona fue trasladado a un sitio seguro, según la versión de un grupo de militares.
Todo transcurrió en medio de la censura impuesta a los canales de televisión, que se limitaron a transmitir viejas películas y programas grabados.
Chávez fue depuesto y detenido por el mando militar en la madrugada del viernes, después de la drmática jornada del jueves, cuando 25 personas murieron en enfrentamientos callejeros y 100 resultaron heridas.
Carmona se comprometió a gobernar por un máximo de 365 días. El viernes anunció comicios legislativos para fines de este año y que el parlamento elegido tendrá potestades de asamblea constituyente.
El mandatario de facto fue, en su condición de presidente de Fedecámaras, la principal organización empresarial de Venezuela, uno de los conductores de la campaña de la oposición contra Chávez.
Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela se lanzaron a fondo esta semana contra el gobierno de Chávez, con un paro general que fue rápidamente convertido en huelga por tiempo indeterminado.
La huelga fue levantada el viernes, cuando cayó Chávez. También se puso fin entonces al conflicto en el sector petrolero, motor económico del país.
El depuesto vicepresidente Diosdado Cabello dijo este sábado a la cadena internacional CNN que su vida corre peligro y que Chávez está secuestrado, en lugar desconocido.
Este panorama complejo será el que se entontrará este domingo al llegar a Venezuela el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), el ex presidente colombiano César Gaviria.
Gaviria recogerá información de primera mano en Caracas que servirá de base para que una asamblea extraordinaria de cancilleres americanos se pronuncie acerca de la crisis venezolana el miércoles 17.
Los cancilleres americanos debatirán la aplicación del capítulo 20 de la Carta Democrática Interamericana, que obliga a todos los países integrantes de la OEA a una acción colectiva cuando, por hechos de fuerza, se interrumpa el proceso constitucional en alguno de ellos. (FIN/IPS/ac/ff/ip/02
