/REPETICION/ REFUGIADOS-AUSTRALIA: Gobierno ignora decisión de agencia de ONU

Australia intenta eludir su obligación de acoger a 147 iraquíes y afganos que esta semana fueron declarados refugiados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).

Se trata de parte de los solicitantes de asilo que Canberra envió el año pasado a islas vecinas dispuestas a aceptarlos por un corto plazo a cambio de apoyo financiero, en lo que se llamó la ”solución del Pacífico”.

La organización de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional, con sede en Londres, acusó al gobierno de ”trasladar la carga” a otros países en lugar de hacerse responsable de los refugiados.

Funcionarios de inmigración declararon que no necesariamente los refugiados deben establecerse en Australia, y que Canberra tampoco tiene el deber de salir a buscar países que los acepten.

Esta posición ”desvía recursos de Acnur de las regiones donde más se necesitan y crea mayor incertidumbre y dificultades para muchas personas perseguidas”, declaró Amnistía.

Acnur concedió el estatuto de refugiados el lunes por la tarde a 147 de los 529 solicitantes de asilo transportados por el buque australiano HMS Manoora a la pequeña isla de Naurú el año pasado. De esos 147, siete son afganos y el resto iraquíes.

Entre los 529 solicitantes trasladados por el Manoora se cuentan 301, en su mayoría afganos, que llegaron a costas australianas a bordo del buque noruego MV Tampa en agosto de 2001, luego de ser rescatados en alta mar de una embarcación pesquera a punto de naufragar.

Las Fuerzas Armadas australianas impidieron que los inmigrantes desembarcaran, por lo que el Tampa permaneció anclado más de un mes frente a la costa norte de Australia hasta que el Manoora llevó a estos y otros solicitantes de asilo a Naurú, que aceptó recibirlos temporalmente a cambio de 10 millones de dólares.

Otros 800 solicitantes de asilo fueron trasladados a Naurú y 216 a la isla Manus, en Papúa-Nueva Guinea.

Australia ha mantenido una actitud reservada sobre el costo exacto de todo el operativo, estimado por algunos analistas en más de 400 millones de dólares.

Acnur aceptó estudiar los casos de los extranjeros enviados a Naurú en el Manoora, pero pidió a Canberra que se hiciera cargo de los otros solicitantes de asilo enviados a esa isla y a Manus.

Aunque Acnur consideró en su evaluación inicial que sólo siete afganos de los rescatados por el Tampa son refugiados, dado que el resto alegaba persecución por el régimen Talibán y éste fue derrocado, la agencia está abierta a recibir más información de los solicitantes.

”Algunos de ellos pueden tener aún argumentos válidos pero no fueron declarados refugiados porque su temor al gobierno Talibán era el factor más importante”, señaló Margaret Piper, directora ejecutiva del Consejo de Refugiados de Australia.

Mientras la línea dura del gobierno australiano le valió un aumento de su popularidad, desestabiliza al gobierno de Naurú, el estado más pequeño del mundo, con 10.000 habitantes, situado unos 4.000 kilómetros al noreste de Australia.

Unos 250 solicitantes de asilo afganos escaparon el martes de un centro de detención en Naurú y se enfrentaron a pedradas con la policía antes de ser reducidos y reinternados, informaron este miércoles funcionarios de ese estado isleño.

Los solicitantes de asilo protagonizaron ese incidente luego de conocer el lunes la noticia de que apenas siete de los 292 afganos recluidos en el centro habían recibido el estatuto de refugiados de Acnur.

El presidente de Naurú, René Harris, podría recibir una moción de censura en el parlamento por su apoyo a la permanencia en la isla de más de 1.100 solicitantes de asilo enviados por Australia.

Mientras, Australia no muestra señales de recibir en su territorio a los 207 solicitantes considerados refugiados por Acnur y Canberra antes de fines de mayo, el plazo acordado.

”Cabe destacar que el estatuto de refugiado no otorga el derecho a elegir un país para vivir, y que los refugiados no necesariamente deben establecerse en Australia”, advirtió el ministro australiano de Inmigración, Philip Ruddock.

Se cree que Canberra sólo tiene intenciones de aceptar a aquellos refugiados con familiares en Australia.

”No tenemos obligación de buscar lugares de reubicación en un plazo determinado”, dijo Ruddock a la prensa el lunes.

En vista de esta actitud, los activistas temen que los solicitantes declarados refugiados deban esperar más de la cuenta.

”Han estado más de seis meses en un lugar remoto donde no pueden recomenzar su vida, y podrían pasar seis o 12 meses más. Si esas personas estuvieran en el continente australiano podrían integrarse a la comunidad hoy o mañana mismo”, dijo Piper. (FIN/IPS/tra-en/bb/mlm/pr/02

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