RELIGION-MEXICO: Pedofilia de sacerdotes agita debate

La polémica en torno a supuestos casos de sacerdotes pedófilos en México cobró fuerza luego que prelados locales afirmaron que la Iglesia Católica los había ocultado y hasta había llegado a pagar ”cantidades razonables” de dinero por el silencio de las víctimas.

Los religiosos de este país discuten públicamente ahora si conviene seguir protegiendo a los culpables de esos delitos sexuales contra menores o entregarlos a la justicia.

Abelardo Alvarado, portavoz de la Conferencia del Episcopado de México, reconoció que la Iglesia mantuvo en reserva durante mucho tiempo los casos de pedofilia para cuidar su prestigio y el de las víctimas.

”Es positivo que ahora se ventile el asunto, pues demuestra que en el mundo hay preocupación por la Iglesia como institución”, sostuvo Alvarado, quien además se manifestó dispuesto a atender cualquier llamado del papa Juan Pablo II para aclarar algún posible caso de pedofilia.

Una resolución del Vaticano divulgada a comienzos de este año indica que todos los obispos del mundo deben implementar medidas enérgicas contra sacerdotes que se vean involucrados en casos de pedofilia, y que las actuaciones al respecto le sean comunicadas directamente al papa.

Además, ordena que todo caso sospechoso deberá ser rápidamente investigado y juzgado por un tribunal eclesiástico secreto y que no se pondrá ningún obstáculo a la justicia penal de cada país.

La decisión del Vaticano se conoció tras el escándalo desatado en Estados Unidos por las denuncias de supuestos abusos sexuales contra menores cometidos por sacerdotes, lo cual habría sido tolerado por algunos obispos.

Sin embargo, el papa Juan Pablo II ratificó en el cargo este mes al cardenal de la diócesis estadounidense de Boston, Bernard Law, uno de los acusados de ocultar casos de pedofilia.

Law había sido señalado de encubrir por más de 30 años al sacerdote Paul Shanley, de 70 años, acusado de abusar sexualmente de al menos 26 niños.

En tanto, en México se escuchan voces a favor de seguir ocultando estos casos, ”No corresponde entregar a nuestros hijos (implicados en abusos sexuales), hijos de la Iglesia, a la autoridad civil”, declaró el obispo Renato León, de Ciudad Juárez, localidad fronteriza con Estados Unidos.

”La ropa sucia se lava en casa”, apuntó a su vez Sergio Obeso, obispo de Jalapa, ciudad ubicada en el golfo de México.

Pero el arzobispo primado Norberto Ribera, la máxima autoridad de la Iglesia Católica mexicana, desautorizó esas opiniones y señaló con énfasis que los acusados de pedofilia deberán responder ante las autoridades judiciales, como cualquier otro presunto agresor.

En México, el segundo país con la mayor cantidad de católicos detrás de Brasil, no se sabe aún con certeza la cantidad de sacerdotes señalados de abusar sexualmente de menores, pero la Iglesia afirma que son sólo casos aislados.

Mientras, seguidores de Marcial Maciel, el sacerdote mexicano fundador de la orden Legionarios de Cristo y uno de los presuntos agresores, aseguraron que todas son calumnias.

”No nos toca a nosotros juzgar el corazón ni las intenciones de estas personas (que acusan a los religiosos), pero nos aflige profundamente por ellos y por el daño injusto que nos causan y causan a la Iglesia”, apuntaron Legionarios de Cristo en México en un comunicado.

La reacción de la orden, creada en la década del 40, se produjo luego que supuestas víctimas de los abusos del sacerdote, quien hoy vive en Roma, brindaron su testimonio a medios de comunicación locales.

No es la primera vez que Maciel está en el centro de las acusaciones. El Vaticano investigó en el pasado a este sacerdote por pedofilia, pero concluyó que era inocente.

”En los años 50 él (Maciel) abusó de mí sexualmente”, afirmó el sociólogo Juan Vaca, ex presidente de los Legionarios de Cristo en Estados Unidos.

Vaca, quien denunció por primera vez los abusos de Maciel en 1997, afirmó que el prelado lo llevó a altos cargos de la orden religiosa por ser lo ”suficientemente obediente” en el encubrimiento de sus desviaciones sexuales.

El ex tesorero de los Legionarios de Cristo, Oscar Sánchez, y el ex seminarista de esa orden, Antonio Pérez, también confesaron que Maciel abusó de ellos.

Antonio Roqueñí, ex miembro del Tribunal Eclesial de la Arquidiócesis de México, indicó que conoce cuatro o cinco víctimas de abusos sexuales de sacerdotes que recibieron ”cantidades razonables de dinero” a modo de indemnización y para evitar que los casos salieran a la luz pública.

Posiblemente hay mucho más casos, pero quizá no se denunciaron, señaló.

El abuso de menores por parte de sacerdotes ha sido tratado con ”amarillismo” en México. Aquí no tiene la magnitud de otros países, expresó Luis Barrera, ex secretario ejecutivo del Conferencia del Episcopado de México.

En cambio, el antropólogo Carlos Martínez entiende que la Iglesia Católica ya no puede ni debe ocultar sus pecados. Si quiere mirar hacia delante debe abrirse al escrutinio público y sanear sus estructuras, opinó. (FIN/IPS/dc/dm/cr/02

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