ZIMBABWE: Sudáfrica guarda silencio ante triunfo de Mugabe

La reacción de Sudáfrica ante el triunfo del presidente Robert Mugabe en las elecciones de Zimbabwe, impugnado por la oposición y por observadores, será vital para el futuro político de Africa austral, según creen los analistas.

El presidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, se negó a comentar el resultado electoral alegando que espera recibir informes de los observadores electorales, pero reiteró que su país contribuirá a la recuperación económica de Zimbabwe, sin importar quién haya ganado la elección.

La Misión de Observadores de Sudáfrica concluyó que «el resultado de la elección debería ser considerado legítimo», si bien reconoció que la campaña electoral estuvo caracterizada por la «tensión y los incidentes de violencia e intimidación».

Este informe será la base de la postura oficial de Pretoria, y permite prever las posiciones que adoptarán las delegaciones observadoras de la Comunidad Británica, la Comunidad para el Desarrollo de Africa Austral (SADC) y la Organización de la Unidad Africana.

Un resultado electoral objetado es el peor escenario posible para Sudáfrica, que busca denodadamente poner fin a la crisis económica y política de su vecino septentrional y promover la transparencia y la democratización en Africa austral y en el resto del continente.

El mandatario sudafricano podría adoptar una posición «ambigua», para evitar «la trampa» de declarar si la elección fue limpia o no, y ofrecer ayuda a Zimbabwe para salir de sus problemas, sugirió un experto en política internacional cercano a Pretoria.

Esta postura allanaría el camino para que Sudáfrica procure negociar la conformación de un gobierno de unidad nacional en Zimbabwe, que podría incluir a Mugabe y a su rival, Morgan Tsvangirai, una estrategia que recoge muchas adhesiones entre los funcionarios sudafricanos.

No obstante, cualquiera sea la posición adoptada por Pretoria, será concertada con la SADC y la Comunidad Británica.

La percepción es que la elección fue manipulada y si Mugabe se mantiene en el poder (como lo ha hecho desde la independencia del imperio británico en 1980), se enfriará el interés de los inversores hacia toda la región, advirtió la consultora financiera internacional Standard and Poors.

La moneda sudafricana, el rand, sufrirá nuevas presiones devaluatorias, agregó la consultora.

Mbeki mantuvo contactos con el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, y con el gobierno de Estados Unidos.

El mandatario sudafricano integra junto al primer ministro de Australia, John Howard, y el presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, el grupo encargado por la Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth) de evaluar las condiciones del acto electoral.

El Comité Internacional de Crisis, encabezado por el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari, reclamó a Sudáfrica que «no se lave las manos» de la elección de Zimbabwe.

«La Nueva Sociedad para el Desarrollo de Africa se basa en los principios de gobernancia. Zimbabwe es una prueba para este nuevo abordaje y señalará a la comunidad internacional si el continente es serio en el cumplimiento de sus promesas», afirmó el grupo en un comunicado.

La iniciativa Nueva Sociedad, promovida por Mbeki, compromete a los estados africanos a la transparencia y la gobernancia como condición para obtener mejores condiciones comerciales y acuerdos de asistencia internacional.

Mbeki hizo de esta iniciativa una meta central de su presidencia, pero la misma podría frustrarse por el descrédito de la crisis en Zimbabwe. El autoritarismo de Harare está minando los intentos sudafricanos de hacer de Africa austral un destino atractivo para las inversiones.

Funcionarios sudafricanos han insistido en los últimos meses que el respaldo de las naciones industrializadas no puede depender de la resolución de la situación de Zimbabwe.

«Pero no hay forma de que los negocios sigan como siempre si Mugabe sigue en el poder por una elección fraudulenta», advirtió un experto en política exterior.

Observadores zimbabwanos independientes aseguraron que el comicio no fue limpio ni libre. Miles de ciudadanos fueron deliberada y sistemáticamente privados de su derecho a votar, sostuvo el presidente de la Red de Respaldo Electoral, Reginald Matchaba-Hove.

La elección violó casi todas las normativas sobre votaciones libres y limpias de la SADC, sostuvo Matchaba-Hove.

La Unión Europea (UE) y Estados Unidos tampoco creen en la legitimidad de la elección.

Tsvangirai, candidato del opositor Movimiento para el Cambio Democrático, que según las autoridades electorales obtuvo 40 por ciento de los sufragios, afirmó que reclamará la impugnación del comicio a la justicia.

El Comité de Crisis en Zimbabwe, una coalición de grupos civiles y religiosos, planifica convocar a una huelga general para expresar el descontento de los votantes por la amañada victoria de Mugabe.

Mientras tanto, Harare ordenó el despliegue de fuerzas policiales y militares en todo el país para impedir cualquier protesta. (FIN/IPS/tra-eng/as/mn/dc/ip hd/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe