ZIMBABWE: Derrota no cabe en las previsiones de la oposición

El principal candidato presidencial de la oposición de Zimbabwe, Morgan Tsvangirai, respondió con evasivas a la pregunta de qué actitud adoptaría ante una derrota en las elecciones de este fin de semana.

«Aunque estamos convencidos de que esa situación no se presentará, porque la gente está decidida a pronunciarse contra el partido de gobierno, el MDC cree prematuro anunciar una posición definitiva en ese caso. Lo consideraremos en el momento oportuno», declaró Tsvangirai a la prensa en la capital, Harare.

El MDC es el Movimiento por el Cambio Democrático, formado hace dos años para desafiar al presidente y candidato presidencial Robert Mugabe en los comicios.

Presionado por los periodistas para que explicara mejor su posición, Tsvangirai dijo que, en caso de derrota, «el pueblo sabrá qué hacer».

Su partido ha amenazado con un levantamiento popular en caso de que el gobierno «arregle el resultado electoral a su favor».

Gobiernos extranjeros encabezados por Gran Bretaña, el antiguo dominador colonial de Zimbabwe, se sumaron a las acusaciones de intento de fraude electoral por parte del gobierno de Mugabe, quien está en el poder desde la independencia, en 1980.

Por su parte, la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe – Frente Patriótico (ZANU-PF) acusó al MDC de planear acciones de violencia para el caso de que pierda las elecciones de los días 9 y 10.

Medios oficiales de prensa también acusaron al MDC de procurar una intervención militar de Gran Bretaña en caso de derrota.

Aunque hay cinco candidatos a la presidencia, sólo dos, Mugabe y Tsvangirai, tienen posibilidades de ser elegidos.

En su conferencia de prensa final, el jueves, Tsvangirai dio «un mensaje fuerte y claro: la victoria del pueblo es una certeza, y el pueblo votará por el cambio».

«El pueblo ganará estas elecciones en condiciones extremadamente difíciles», porque «las condiciones en que se realizan no se asemejan en nada a un acto libre y justo», agregó.

El gobierno hizo aprobar una ley electoral que la Corte Suprema de Justicia consideró inconstitucional, y además hizo participar al ejército en la organización de los comicios.

Cuando falta un día para las elecciones, la lista de votantes no ha sido publicada, y el número de papeletas de votación impresas sigue sin conocerse.

«La mayoría de nosotros vamos a ver el registro de votantes por primera vez el día de la votación», se quejó Priscilla Misihairambwi, legisladora del MDC.

Así mismo, el MDC acusó al gobierno este viernes de «secuestrar» a 40 de sus delegados partidarios.

Percy Makombe, portavoz del MDC, afirmó que milicias del ZANU- PF rodearon a los observadores electorales mientras esperaban el transporte en Harare y los obligaron a marchar hacia oficinas del partido de gobierno antes de entregarlos a la policía.

Este es «el tipo de elecciones que Zimbabwe no se merece», declaró Paul Themba Nyathi, otro legislador del MDC.

La Red de Apoyo a las Elecciones de Zimbabwe, que agrupa a unas 40 organizaciones no gubernamentales, manifestó preocupación. «No hay excusa para publicar detalles de los comicios tan tarde», dijo Reginald Matchaba-Hove, de la red.

De los 12.000 observadores locales para los que la red pidió acreditación, sólo 300 han sido registrados.

Pese a todos los obstáculos, el MDC predijo su victoria.

«El pueblo quiere respuestas a los problemas candentes de la actualidad, que son el hambre, el colapso de la economía, el desempleo y los precios siempre en aumento de los alimentos y otros productos básicos», dijo Tsvangirai.

«El partido de gobierno se ha valido de toda treta imaginable para favorecerse en esta elección. Ha cambiado puestos clave, desatendiendo órdenes judiciales, y creado nuevas normas para desalentar la votación de la oposición», afirmó el líder opositor.

Tsvangirai desestimó rumores sobre golpes de Estado en caso de que gane su partido.

«Esos rumores no deben ser tomados en cuenta aquí ni en el exterior», dijo.

Por su parte, el presidente Mugabe también pronosticó una victoria abrumadora de su partido, y negó que tenga planeado huir del país en caso de derrota.

El mandatario, de 78 años, acusó al primer ministro británico Tony Blair de intentar imponer un gobierno títere del MDC en Zimbabwe. (FIN/IPS/tra-en/lm/mn/mlm/ip-hd/02

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