El rey de Marruecos, Mohammed VI, prometió este miércoles «no ceder un centímetro» del disputado territorio de Sahara Occidental, cuya independencia fue proclamada en 1975 por el insurgente Frente Polisario.
«Yo, el nieto del rey libertador, Mohammed V, y el heredero y confidente del rey unificador, Hassan II, declaro en el nombre de todos los marroquíes que Marruecos no cederá un centímetro del territorio del Sahara, inalienable e indivisible», dijo Mohammed en la septentrional ciudad saharaui de Laayoune.
El rey respondió de ese modo a una propuesta de Argelia, que respalda al Frente Polisario (Frente Popular por la Liberación del Saguiat Al Hamra y Río de Oro), en favor de la partición del territorio entre Marruecos y el Frente.
Mohammed pronunció su discurso en ocasión de una sorpresiva visita al territorio, destinada a reafirmar la soberanía marroquí en el antiguo enclave colonial de España, ubicado entre el océano Atlántico, Marruecos, Argelia y Mauritania.
El conflicto en Sahara Occidental se inició en 1975, cuando Marruecos lo anexó tras el retiro de España. El Frente Polisario, que combatía al régimen colonial español, continuó la guerra contra las tropas de Marruecos y Mauritania.
Los insurgentes derrotaron a Mauritania en 1979, pero la guerra con Marruecos continuó hasta 1991, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) intervino para lograr una tregua.
Ambas partes acordaron entonces un referéndum mediante el cual la población saharaui se pronunciaría en favor de la independencia o la incorporación a Marruecos. Pero las diferencias sobre la conformación del padrón electoral pospusieron indefinidamente la consulta.
En junio de 2001, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una solución política formulada por el ex secretario de Estado (canciller) de Estados Unidos, James Baker.
El ex funcionario y enviado especial del secretario general de la ONU, Kofi Annan, propuso un régimen de autonomía en que la población saharaui elegiría sus autoridades ejecutivas y legislativas, con facultades para administrar su presupuesto y controlar la infraestructura básica.
El plan fue rechazado por Argelia y el Frente Polisario, que continuaron reclamando el referéndum.
Annan expuso ante el Consejo de Seguridad un sombrío panorama en el que aún subsisten cuatro opciones. Estas son el referéndum, la autonomía, la partición o, eventualmente, la finalización de la misión del foro mundial, cuyo mandato expira en abril.
Baker afirmó que la propuesta de división le fue sugerida por el presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika.
En las últimas semanas se agravó la tensión entre Marruecos y Argelia. El ejército marroquí se encuentra en estado de alerta ante la posible reanudación de hostilidades por parte del Frente Polisario, según la prensa marroquí.
Rabat autorizó a compañías occidentales a iniciar la exploración de petróleo y gas en el disputado territorio, y adquirió 20 aviones caza F-16 con respaldo financiero de Arabia Saudita y Emiratos Arabes Unidos, aseguró el diario en lengua española La Razón.
Mohammed anunció este miércoles la puesta en marcha de varios proyectos de desarrollo en Sahara Occidental, que mejorarán la infraestuctura vial y portuaria, así como la construcción de viviendas y el suministro de electricidad y agua potable.
Los proyectos serán supervisados por «una agencia especial para el desarrollo de Sahara Occidental», sostuvo el monarca.
La agencia, encabezada por el ex ministro de Energía Mohamed Gueeraoui, dará prioridad a las inversiones productivas, que pueden generar riqueza y crear empleos para los jóvenes saharauis, agregó Mohammed.
La visita del rey fue una «expedición provocativa», sostuvo el presidente de la autoproclamada república árabe saharaui, Mohamed Abdelaziz, quien instó al Consejo de Seguridad a «intervenir y detener la peligrosa escalada que puede fomentar la visita del rey».
«Mientras el Consejo (de Seguridad) llama a la abstensión de cualquier acto que pueda alterar la paz, el rey de Marruecos desafía a la comunidad internacional», dijo Abdelaziz.
«Deseamos un arreglo pacífico, pero si la ONU se declara incapaz de resolver la cuestión, el vacío será llenado con la guerra», afirmó Abdelaziz al diario alemán Sueddeutsche Zeitung.
Bouteflika reiteró la semana pasada su total respaldo al Frente Polisario, con motivo de su visita a la occidental base de Tindouf, cerca de la frontera con Marruecos, donde se asienta los insurgentes saharauis.
«Como confiamos en el pasado en el resultado de nuestra guerra de liberación, confiamos ahora que la lucha del hermano pueblo saharaui conducirá a la victoria», dijo el mandatario argelino en una ceremonia por el 26 aniversario de la proclamación de la república saharaui.
«Argelia renueva su respaldo a vuestra causa y una solución que asegure el derecho a la autodeterminación, lejos de cualquier restricción política, militar o administrativa», dijo Bouteflika, el primer gobernante argelino que asiste a la ceremonia desde el comienzo de la insurrección, en 1975.
El canciller de Marruecos, Mohammed Benaissa, instó el martes a Argelia a que «dé respuesta a la oferta marroquí de cohabitación» y advirtió que «si no se resuelve el conflicto hay riesgo de que degenere en una enorme fuente de inestabilidad para toda Africa del Norte». (FIN/IPS/tra-eng/sm/na/dc/ip/02