Los mecanismos de apoyo de la Unión Europea (UE) al comercio y el desarrollo de los países del sur del Mediterráneo acordados esta semana beneficiarán a las dos partes, dijo el secretario de Estado de Comercio de España, Juan Costa.
Los ministros de Economía y Comercio de los 15 países de la UE se reunieron el martes en Toledo, 70 kilómetros al suroeste de Madrid, con sus homólogos de Argelia, Chipre, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Malta, Marruecos, Palestina, Túnez y Turquía.
La aplicación de los acuerdos alcanzados en Toledo no solo aumentará el comercio entre las dos regiones, sino que también atraerá inversión extranjera, y todo ello impulsará un mayor desarrollo económico y social, dijo Costa a IPS. «El beneficio será mutuo», aseveró.
De las deliberaciones en Toledo surgió el compromiso de crear antes de 2010 un espacio económico integrado en la Zona del Mediterráneo, que incluya a los 27 países representados en la reunión.
En torno a la misma mesa, debatieron cuestiones comerciales los ministros Maher Masri, de Palestina, y Amir Hayek, de Israel, a pesar de la agudización de la violencia entre ambas naciones.
Hayek dijo que el diálogo fue cordial porque la reunión no era el ámbito para hablar de política sino «el sitio donde cada uno viene a defender sus intereses comerciales».
El ministro israelí manifestó su firme convicción de que «el progreso y el desarrollo económico son la clave para encontrar la paz». «Si tu gente está bien, si tiene trabajo, la violencia pasa a un segundo plano y se olvida después», agregó.
En el mismo sentido se pronunció el presidente de la reunión y ministro de Economía de España, Rodrigo Rato. «Hay momentos en que las discusiones comerciales concretas pueden servir para crear marcos de entendimiento», dijo.
Los ministros del sur de Mediterráneo aceptaron en la reunión su incorporación al sistema paneuropeo denominado de «acumulación de origen», ofrecida por la UE.
En la actualidad, los productos elaborados en los países del sur del Mediterráneo deben contar con al menos 60 por ciento de composición nacional para ingresar a la UE libres de aranceles, según los tratados de comercio vigentes entre el bloque europeo o sus miembros con algunos de los 12 países meridionales.
La acumulación de origen implica que, en el cálculo del porcentaje de composición nacional para mercaderías en cuya producción participen más de uno de los 12 países del sur del Mediterráneo, se considerarán esos compuestos como si procedieran de un solo país.
De ese modo, por ejemplo, una cartera fabricada en Marruecos sumaría a sus componentes nacionales el cuero importado de Argelia y los herrajes importados de Túnez a fin de su ingreso libre de aranceles a la UE.
La UE tiene acuerdos de asociación comercial vigentes con Chipre, Israel, Malta, Marruecos, Túnez y Turquía, y entrará en vigor uno con Jordania dentro de tres semanas. El acuerdo con la Autoridad Nacional Palestina es de carácter interino.
Acuerdos firmados con Argelia, Egipto y Líbano están pendientes de ratificación, que podría registrarse antes de la próxima reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de la Cuenca Mediterránea, convocada para abril en Valencia, España.
Ambas partes acordaron en Toledo, además, la constitución de un comité de empresarios mixto para que, en colaboración con los gobiernos, elaboren una estandarización de las normas de comercio.
Costa consideró también beneficiosa la creación de una línea especial de crédito del Banco Europeo de Inversiones para el sur del Mediterráneo y la duplicación de los fondos destinados a esa región, decididas por la Cumbre Europea reunida el fin de semana pasado en la oriental ciudad española de Barcelona.
El ministro egipcio Youssef Boutros Ghali, en representación de los 12 países del sur del Mediterráneo, se congratuló por la creación de esa línea de crédito. Sin embargo, los ministros de la región afirmaron en Toledo que sería mucho mejor la creación de un Banco Euromediterráneo.
España hizo esa propuesta, pero no logró consenso para su aprobación en la Cumbre de Barcelona, y podría volver formularla en la próxima, convocada para junio en Sevilla.
Al clausurar la reunión en Toledo, el presidente de la comunidad autónoma española de Castilla-La Mancha, José Bono, pidió a la UE «que abandere un nuevo orden mundial más justo», que no condene a la marginación a los países del Sur en desarrollo. (FIN/IPS/td/mj/dv/02