La campaña de Estados Unidos para condenar en la ONU la situación de los derechos humanos en Cuba impide que el debate satisfaga las «expectativas y urgencias» de este país en la materia, advirtieron sectores de la oposición cubana.
La discusión sobre derechos humanos continúa «viciada y politizada» por el conflicto entre Washington y La Habana, dijo a IPS Manuel Cuesta, secretario general de Corriente Socialista Democrática Cubana.
Cuesta consideró «saludable» la ausencia de Estados Unidos entre los 53 miembros de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), que sesionará del 18 de marzo al 26 de abril en Ginebra.
Estados Unidos, tenaz acusador de Cuba, perdió en mayo el escaño que ocupaba desde hacía 56 años en la Comisión.
En la votación secreta realizada en el Consejo Económico y Social de la ONU para cubrir tres plazas entre cuatro candidatos, Estados Unidos obtuvo 29 votos frente a 52 de Francia, 41 de Austria y 32 de Suecia.
«La no participación directa de Estados Unidos en las decisiones de este año podría reducir los niveles de confrontación política internacional que siempre adquiere el tratamiento de este asunto en el caso de Cuba», consideró Cuesta.
Para la Corriente Socialista Democrática Cubana, sería deseable que Washington se abstuviera «por una vez» de utilizar su «poderío e influencia» para lograr la aprobación de una condena contra Cuba en la Comisión.
Una moción presentada por República Checa fue aprobada en abril pasado por 22 votos a favor, 20 en contra, 10 abstenciones y una ausencia. Cuba fue condenada año tras año en la Comisión de Derechos Humanos desde 1990, con la única excepción de 1998.
Cuesta consideró que esas condenas resultan «compensatorias» en el sentido moral, pero sólo simbólicas «en los planos político y diplomático», pues «poco contribuyen» a mejorar la situación interna.
De acuerdo con La Habana, Estados Unidos no ha dejado de presionar a otros países para lograr que Cuba sea condenada otra vez en Ginebra.
Fuentes oficiales afirmaron este lunes que Estados Unidos presiona a países latinoamericanos para que le apoyen en sus esfuerzos por retornar al seno del foro internacional, pues en mayo deberán llenarse nuevas vacantes.
La comisión está integrada países divididos en cuotas regionales: 15 estados africanos, 12 asiáticos, cinco de Europa oriental, 11 de América Latina y el Caribe y 10 de Europa occidental y otros países.
Según La Habana, que persigue con lupa cada paso que da Washington en relación con el las discusiones sobre Cuba en Ginebra, la diplomacia estadounidense procura que dos países europeos retiren sus candidaturas para asegurar su retorno a la Comisión de Derechso Humanos.
El representante estadounidense ante la ONU, John Negroponte, pidió a un grupo de embajadores de América Latina, a los que ofreció un desayuno el 15 de febrero, apoyo para lograr la condena a Cuba en Ginebra, comentó un comunicado oficial cubano.
De acuerdo con la versión cubana, Washington ha hecho saber «secretamente» que la República Checa presentará nuevamente la moción contra Cuba, «pero sólo a condición» de que Estados Unidos garantice los votos necesarios para imponerla.
De los 11 países latinoamericanos representados en Ginebra, Argentina, Costa Rica, Guatemala y Uruguay votaron en 2001 a favor de la condena.
Brasil, Colombia (cuyo lugar es ocupado ahora por Chile), Ecuador, México y Perú se abstuvieron, en tanto Venezuela y Cuba se pronunciaron en contra.
El gobierno mexicano dio ya seguridades de que no patrocinará ni copatrocinará, ni tampoco presentará proyecto alguno de resolución sobre Cuba y que votará sobre textos que promuevan otros.
Si los proyectos se parecen a los de 2001, «probablemente el voto mexicano se parezca al del año pasado», señaló el canciller mexicano Jorge Castañeda, quien acompañó al presidente Vicente Fox en su visita a La Habana, el 3 y 4 de febrero.
Las mociones aprobadas acusan al gobierno de Fidel Castro de prohibir la oposición política y encarcelar a sus dirigentes, mantener el control estatal sobre la prensa y no convocar a elecciones presidenciales.
A su vez, las autoridades aseguran que en Cuba se garantizan, como en ningún otro país de América Latina y el Caribe, los «derechos más elementales» como la vida, la salud, la alimentación, la educación y el empleo.
En ese sentido, consideran que lo que se dirime en Ginebra es más bien el derecho de este país a tener «un sistema propio», de corte socialista.
«El tratamiento de la cuestión de los derechos humanos respecto a Cuba está sujeto a muy altos tonos de politización por razones ideológicas y por la larga confrontación con Estados Unidos», señaló un estudio académico. (FIN/IPS/pg/mj/hd/02