/BOLETIN-AMBIENTE/ AMBIENTE: Gigante petrolero reduce gases invernadero

Organizaciones ambientalistas saludaron a la compañía petrolera británica British Petroleum por haber alcanzado ocho años de lo previsto su meta de reducción voluntaria de gases de efecto invernadero.

Sin embargo, otros ecologistas consideraron que los abordajes voluntarios son escasamente eficaces para abatir la producción de gases que recalientan la atmósfera y contribuyen a la modificación del clima del planeta.

El director ejecutivo de British Petroleum, Lord John Browne, afirmó el lunes pasado que la empresa honró el compromiso adoptado en 1997 para reducir sus emisiones de gases invernadero a volúmenes 10 por ciento inferiores a los de 1990, sin costos netos para la compañía.

La empresa estableció el año 2010 como plazo para alcanzar el abatimiento de más de nueve millones de toneladas métricas de gases, pero lo logró ocho años antes, subrayó Browne en un discurso pronunciado en la Universidad de Stanford, en el occidental estado estadounidense de California.

Según la opinión científica mayoritaria, los gases producidos principalmente por la quema de combustibles fósiles, como carbón, petróleo y gas, capturan el calor solar en la atmósfera y contribuyen al recalentamiento global.

La acumulación en la atmósfera de dióxido de carbono, el principal gas invernadero, está provocando un cambio climático de largo alcance, que comprenderá el aumento de las temperaturas medias, el derretimiento de los hielos polares y la modificación de los regímenes de lluvias, entre otras modificaciones, afirman los científicos.

Mediante el uso eficiente de la energía British Petroleum mantendrá sus volúmenes actuales de gases, pese a sus planes de incrementar en 5,5 por ciento su producción anual de petróleo y gas hasta 2005, sostuvo Browne.

«Aplicando el conocimiento existente en todas nuestras operaciones, y efectuando inversiones selectivas de capital en algunas áreas como la generación, creemos que podemos mejorar entre 10 y 12 por ciento la eficiencia en el uso de nuestra energía», aseguró.

British Petroleum pondrá en marcha una nueva iniciativa para abatir los gases invernadero no sólo en sus operaciones, sino en los productos que fabrica, como combustibles y lubricantes que utilizan automóviles y vehículos de carga.

«En los próximos tres años, los combustibles limpios alcanzarán a 50 por ciento de nuestras ventas mundiales en gasolineras, incluyendo combustibles con cero sulfuros», afirmó el ejecutivo.

La firma también procurará explotar fuentes de energía renovable como el hidrógeno, y seguirá ampliando el sector de energía solar, que este año deberá crecer en 40 por ciento, agregó.

«La compañía establece otra vez límites industriales para el desarrollo de soluciones basadas en el rendimiento, necesarias para superar los enormes peligros ambientales del planeta», afirmó el director ejecutivo de Defensa Ambiental, Fred Krupp.

British Petroleum, al igual que DuPont y Shell International, han participado de la campaña «Sociedad para la acción sobre el clima», una iniciativa de la organización Defensa Ambiental, que procura ayudar a las empresas a establecer metas voluntarias de reducción de gases contaminantes.

Shell se propuso abatir en 10 por ciento sus volúmenes de gases entre 1990 y 2002, mientras DuPont comprometió un recorte de 65 por ciento entre 1990 y 2010.

Según Krupp, estas metas conducirán a una reducción de al menos 80 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono para 2010.

«Las iniciativas voluntarias son importantes, pero realmente no resuelven el problema», estimó la activista Kalee Kreider, de la organización National Environmental Trust.

En Estados Unidos, esos programas sólo lograron enlentecer el ritmo de crecimiento de la producción de gases, cuando «lo que necesitamos es frenar el aumento y recortar significativamente nuestras emisiones», sostuvo.

Para estabilizar la cantidad de gases invernadero en la atmósfera, las emisiones mundiales deberían abatirse por lo menos 60 por ciento por debajo de los volúmenes de 1990, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).

Sin embargo, en la última década las naciones industriales incrementaron 9,2 por ciento su producción de dióxido de carbono, de acuerdo al Worldwatch Institute.

Estados Unidos, que produce 24 por ciento de los gases invernadero del mundo, aumentó 13 por ciento sus emisiones desde 1990, mientras la Unión Europea las redujo en 0,5 por ciento.

En diciembre, la Organización Meteorológica Mundial anunció que 2001 fue el segundo año de temperaturas más elevadas registradas, después de 1998.

La temperatura promedio de 2001 fue 0,42 grados más alta que el promedio del periodo 1961-1990, aseveró la agencia de la Organización de las Naciones Unidas.

Según el IPCC, las temperaturas promedio se incrementarán entre 1,4 y 5,8 grados entre 1990 y 2100, y el nivel de los mares podría elevarse entre nueve y 88 centímetros.

Para afrontar este peligro ambiental, las naciones industrializadas concibieron el Protocolo de Kyoto sobre Cambio Climático, en el cual se comprometieron a reducir sus gases invernadero a volúmenes cinco por ciento inferiores a los de 1990 para 2012.

Mientras los ministros de Ambiente de los 15 estados miembros de la Unión Europea aseguraron este mes que ratificarán el Protocolo a partir de junio, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, consideró que el tratado es fatalmente imperfecto y se negó a someterlo a la ratificación del Congreso legislativo. (FIN/IPS/tra-eng/dk/ml/aa/dc/en/02

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