/Integración y Desarrollo/ COMUNICACIONES: Apropiarse de Internet no basta

Las organizaciones de la sociedad civil deben apropiarse de las nuevas tecnologías de la información para promover sus objetivos, pero eso será insuficiente si no renuevan sus estrategias y los mecanismos de participación, acción y teoría en el campo de la comunicación.

Así lo señalaron expertos y comunicadores populares en un seminario conducido por el presidente emérito de Inter Press Service (IPS), Roberto Savio, realizado el lunes en el II Foro Social Mundial, que se desarrolló entre el 31 de enero al martes pasado en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre.

En las presentaciones de cinco panelistas se conocieron experiencias internacionales alternativas al sistema de información controlado por grandes corporaciones y al predominio de los medios empresariales en la mayoría de los países.

La Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC), la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC) y la propia IPS fueron señaladas como ejemplos de organizaciones que apuestan a un cambio estructural y de contenido de los actuales cánones informativos.

En el panel se destacó igualmente la importancia de la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información, organizada por la Organización de las Naciones Unidas y que tendrá lugar en dos fases, en Ginebra en 2003 y en Túnez en 2005.

La Campaña por el Derecho de la Comunicación en la Sociedad de la Información (CRIES, según su sigla en inglés), tiene como objetivo actuar hacia esa cumbre, en términos de que los gobernantes incorporen las demandas de los grupos de base de la sociedad en la elaboración de acuerdos internacionales sobre la comunicación.

El experto irlandés Sean O'Siochru señaló que la sociedad civil debe realizar campañas hacia la cumbre, en el marco de una serie de iniciativas que le permitan oponerse a la estructura informativa sometida al mercado.

Por su parte, Sally Burch, de ALAI, abogó por una estrategia conjunta de organizaciones representativas de todo el espectro no gubernamental, para enfrentar el desafío de apropiarse de las nuevas tecnologías, que a su vez deben ser adaptadas a las necesidades y políticas de la sociedad civil.

La prioridad fundamental, dijo Burch, es poder elaborar políticas que respondan a las distintas realidades y a la vez permitan la construcción de redes y alianzas entre agrupaciones campesinas, de mujeres, ambientalistas y de otros grupos de base.

AMARC, que reúne a 5.000 radios en todo el mundo, fue señalada en el foro como una de las experiencias más efectivas en la creación de redes populares de comunicación, con alcance en las áreas más empobrecidas, donde hay un fuerte déficit de líneas telefónicas y más aún de computadores con conexión a Internet.

Sobre la problemática de la información también expuso en otro panel el director de Le Monde Diplomatique, Ignacio Ramonet, quien propuso una «ecología de las comunicaciones» para enfrentar la contaminación informativa de los poderes globalizadores, que a fuerza de repeticiones convierten a menudo la mentira en verdad o la verdad en mentira.

Ramonet, panelista del seminario sobre Democratización de las Comunicaciones y de los Medios, planteó que la contrainformación desde fuentes independientes y de la sociedad civil contribuye a descontaminar, pero debe hacerse con rigor para no caer en la misma manipulación de los grandes medios.

«Con la ve2dad venceremos», proclamó el periodista francés, quien habló en perfecto español para un público que aplaudió con entusiasmo cada una de sus intervenciones.

A una información regida por los valores de la globalización, como son la ganancia, la eficiencia y la competencia, hay que anteponer una comunicación con base en los valores de los ciudadanos? ¿solidaridad, justicia, equidad y participación?, dijo a su vez Savio, presidente emérito de la agencia de noticias IPS.

Ramonet y Savio compartieron la mesa de debates con Joelie Palmieri, de la agencia internacional de prensa feminista Les Pénélopes, de Francia, Bolívar Osvaldo León, de la Agencia Latinoamericana de Información, de Ecuador, y con Jeff Cohen, de Equilibrio y Rigor en los Medios, de Estados Unidos.

La discusión fue moderada por Anriette Esterhuysen, de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones.

El diagnóstico de los conferencistas fue coincidente: en el mundo globalizado, la información se multiplica gracias a las nuevas tecnologías y hay cuantitativamente más medios, pero la concentración de su propiedad se acentúa, al tiempo que el contenido de los mensajes se simplifica para el consumo masivo. El resultado es desinformación.

Cinco grandes consorcios controlan prácticamente todos los medios televisivos y de radiodifusión en Estados Unidos, apuntó Cohen.

El especialista añadió que entre 57 canales de televisión por cable una persona tendría mucha capacidad de elección, pero no es así, como señala una canción de Bruce Springsteen que dice «57 canales y nada para ver».

Para saber si una estructura de comunicaciones es democrática no hay que ver la cantidad de canales y medios en general, sino la diversidad de fuentes y de propietarios, agregó el experto estadounidense.

A su vez, el ecuatoriano León puntualizó que las leyes sobre libertad de prensa se concibieron para defenderla de los ataques de los Estados, pero ahora la amenaza a este derecho proviene más de las grandes corporaciones transnacionales, en un escenario donde cada vez más se la confunde con la libertad de empresa.

En tanto, Palmieri indicó que en la actual estructura informativa se produce una contaminación de las relaciones sociales, confrontada por los grupos y actores de la sociedad civil, incluyendo a las organizaciones de mujeres.

Sin embargo, se requieren mayores lazos a este nivel. «La interacción no es una cuestión de especialistas, sino de solidaridad e interés general», dijo.

En la globalización, la información es una mercancía que circula siguiendo las leyes del mercado de oferta y demanda, y las empresas periodísticas estiman que las noticias tendrán alta demanda si son cortas, sencillas y distractivas, destacó Ramonet.

El director de Le Monde Diplomatique explicó que la tendencia creciente es a producir informaciones gratuitas, mediante la televisión de señal abierta, las radioemisoras e incluso diarios que se regalan.

Pero, en definitiva, «no es que las empresas vendan información a los ciudadanos sino que venden ciudadanos a los anunciantes», advirtió. (FIN/IPS/gg/dm/cr/02

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe