DESARROLLO: Indígenas exigen su lugar en el mundo

En los últimos siete años, 120 indígenas canoeiros regresaron a sus aldeas en las riberas del río Paraná, en el meridional estado brasileño de Mato Grosso Sur. Sólo 20 de ellos hablan la lengua ancestral, mientras que los demás la perdieron o nunca la aprendieron.

Los guaraní-canoa fueron expulsados de sus tierras hace 40 años y desde entonces mantienen una porfiada y desesperada lucha por la supervivencia, según el testimonio que uno de los suyos, Anisio Guató, brindó este sábado en la conferencia sobre Pueblos Indígenas, en la segunda jornada de debates del Foro Social Mundial.

La defensa de la identidad cultural fue uno de los aspectos clave en las intervenciones de representantes de organizaciones indígenas de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Filipinas en el Foro Social Mundial de seis días, que se inauguró el jueves en la meridional ciudad brasileña de Porto Alegre.

Si un nuevo mundo es posible, como señala el lema del encuentro internacional, también hay que bregar por «nunca más un mundo sin nosotros, los indios», como dijo al final del debate Aldo González, del Congreso Nacional Indígena de México.

González fue uno de los panelistas de la conferencia, junto a Blanca Chancoso, de la Confederación de Naciones Indígenas de Ecuador, Dionito de Souza, del brasileño Consejo Indígena de Roraima, y Auriván dos Santos Truká, de Apoinme, también de Brasil.

La discriminación, en la agenda actual de los pueblos indígenas, sigue siendo un problema a denunciar y enfrentar, cruzado ahora por los embates del neoliberalismo y de la globalización.

Así, en la conferencia fueron cuestiones recurrentes la biodiversidad y la propiedad intelectual, con denuncias sobre la apropiación indebida por parte de los gobiernos y de las empresas transnacionales de los recursos naturales de los territorios indígenas, al igual que los conocimientos médicos ancestrales.

La apropiación indebida de esos conocimientos a través del registro de patentes fue impugnada por González.

«Se habla de librecomercio y ellos (los gobiernos y las firmas transnacionales) están protegiendo así la propiedad de conocimientos que nos han expropiado para hacer más riquezas», dijo el dirigente indígena mexicano.

Por su parte, De Souza señaló que, mientras las comunidades étnicas usan los recursos y sus conocimientos para vivir, en la economía de mercado se produce para vender y producir riquezas.

La confrontación de esas dos concepciones se amplía en el escenario de la globalización, en el cual surgen nuevas agresiones contra los pueblos indígenas, como los grandes proyectos que invaden tierras y desplazan poblaciones, añadió.

Los panelistas también puntualizaron el daño que representa la introducción de semillas transgénicas, que afecta el patrimonio agrícola de los pueblos autóctonos.

González sostuvo que las organizaciones indígenas por sí solas no podrán enfrentar el neoliberalismo y, por tanto, reclamó la unión con los trabajadores, los moradores de barrios marginados y con otras organizaciones sociales de base.

A su vez, la dirigente ecuatoriano Chancoso abogó también por la unidad, pero advirtió que ésta debe darse en el marco de la diversidad. Entiende, además, que las propuestas de integración de los indígenas en las estructuras y sociedades de los estados nacionales no resuelven los problemas.

Por ello, el concepto de nacionalidades como expresión jurídica de las etnias es el adecuado, ya que permite abordar desde la autogestión y la autonomía las reivindicaciones sobre las tierras, la defensa de la dignidad y el respeto a las tradiciones culturales, sociales, políticas y religiosas.

Los asistentes al foro sobre Pueblos Indígenas manifestaron especial interés por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (FSLN), de México, y por la experiencia de las organizaciones indígenas de Ecuador, que en enero de 2000 tuvieron un papel fundamental en la caída del gobierno de Jamil Mahuad.

«El EZLN es el hermano armado de los pueblos indígenas de nuestro país», dijo González, quien fustigó a los legisladores mexicanos del gobernante Partido Acción Nacional por haber desconocido los acuerdos sobre derechos de los pueblos indígenas en la última reforma constitucional aprobada por el Congreso.

La nueva ley, dijo el dirigente, garantiza que los recursos de los pueblos indígenas podrán seguir siendo expropiados y no reconoce a las etnias autonomía ni propiedad definitiva sobre sus territorios.

Respecto de Ecuador, Chancoso apuntó que las movilizaciones indígenas de enero de 2000 tuvieron como fin inmediato deponer a un gobierno que calificó de corrupto.

Explicó que fue un objetivo de cambio, el cual no se logró en plenitud, y que «ahora, vamos construyendo el nuevo poder, ya que unidos en la diversidad podemos hacer un mundo propio, un mundo plural». (FIN/IPS/gg/dm/pr dv/02

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