MOZAMBIQUE: Nuevas inversiones fomentan el turismo

Mozambique promueve la inversión privada en complejos turísticos marítimos y de caza a lo largo de su costa de 2.600 kilómetros sobre el Océano Indico.

El país registró este año un crecimiento económico sin precedentes de 15 por ciento, y una de las apuestas de las autoridades para mantenerlo es abrir las puertas a nuevas inversiones en turismo.

Este mes llegarán al país los primeros 50 turistas de Portugal y Estados Unidos a un coto de caza ubicado en Moamba, entre Maputo y la meridional frontera con Sudáfrica.

La inversión en ese complejo turístico, que posee 10.000 hectáreas reservadas a la caza de jirafas, cebras, elefantes y otros grandes animales importados de Sudáfrica, ascendió a 1,5 millones de dólares.

El complejo es el primero de la Iniciativa para el Desarrollo Espacial de Lubombo, que se propone fomentar el turismo en Mozambique, Swazilandia y Sudáfrica, países atravesados por la cadena montañosa de Lubombo.

El consorcio que construyó el complejo es presidido por Ferpinta, una compañía que planifica invertir 12 millones de dólares en el sector turístico mozambiqueño.

Ferpinta es un grupo económico portugués que ya ha realizado en el país inversiones para la fabricación de tubos de acero y maquinaria agrícola. Mozambique estuvo bajo dominio colonial de Portugal hasta independendizarse en 1975.

La costa mozambiqueña en el oceáno Indico atrae a promotores estatales y privados del turismo, porque es una de las más vírgenes y atractivas de Africa.

«Lo mejor de la costa mozambiqueña es que está subdesarrollada», dijo Angela Boralho, guía turística en Maputo, quien destacó que los llamados ecoturistas y turistas culturales aprecian los ambientes de ese tipo.

Además, tantos kilómetros de playas son excelentes para la construcción de complejos vacacionales y casinos para el turismo clásico, destacó.

El Fondo Nacional de Turismo, del Departamento de Industria, Comercio y Turismo, lanzó una campaña de promoción de la costa mozambiqueña con el lema «Lista para el redescubrimiento».

La meta es atraer a nuevos visitantes y recuperar a turistas provenientes de Portugal y otros países europeos, que pasaban vacaciones en el país durante la época colonial pero dejaron de hacerlo en los 29 años de guerra civil iniciados en 1975.

Los efectos de la guerra son evidentes en la infraestructura turística.

Dos tercios de la Isla Mozambique, sobre la parte septentrional de la costa y frente a la provincia de Nampula, figuran desde 1992 en la lista de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Pero la característica arquitectura de esa zona, con viviendas construidas con corales extraídos de arrecifes cercanos, se deterioró mucho en los últimos años por falta de mantenimiento, ya que gran parte de los habitantes de la isla la abandonaron durante la guerra civil, para buscar empleo en el continente.

Un ciclón y grandes inundaciones registradas el año pasado en la región meridional del país también afectaron la actividad turística.

En la actualidad, las autoridades apuestan al desarrollo de esa actividad, en especial en la septentrional provincia de Cabo Delgado, alejada del desarrollo industrial y con azules aguas que se mantienen impolutas.

El alto comisionado de Sudáfrica en Mozambique, Jesse Duarte, ha impulsado el desarrollo turístico de esa provincia.

Otro atractivo importante para el turismo internacional es la meridional provincia de Maputo, a la cual llegan visitantes desde Sudáfrica por vía aérea o en cruceros, destacó Boralho.

Los arrecifes de coral, muy apreciados por los buceadores, y la posibilidad de realizar excursiones en embarcaciones con fondo transparente pueden ser la principal atracción de la costa mozambiqueña.

El Indico alberga 24 por ciento de los arrecifes del mundo, pero según la Red de Vigilancia de Arrecifes de Coral, de alcance mundial, 59 por ciento de esos arrecifes han sido destruidos en forma irrecuperable, sobre todo debido al recalentamiento del planeta.

Los países más afectados por ese fenómeno son Kenia, Seychelles, Tanzania y Comoros, que perdieron entre 80 y 90 por ciento de sus corales como consecuencia de la contaminación, el robo para la venta en países ricos y la pesca sin cuidado del ambiente.

Sin émbargo, décadas de subdesarrollo en Mozambique han tenido el efecto colateral beneficioso de proteger los arrecifes.

De las 10 provincias de Mozambique, siete están sobre el océano. Cabo Delgado posee las playas de arenas blancas de Wimbe y Farol, y la provincia de Nampula promueve las playas de Fernao Veloso y Chocas.

La mejor playa para surfistas de la costa es la de Maceneta, en la provincia de Maputo, y los arrecifes más vistosos se encuentran en la provincia de Gaza, cerca de las ruinas de lo que fuera un famoso hotel en la playa de Chongoene. (FIN/IPS/tra-en/jh/sm/lp- mp/dv en/01

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