INDIA: Gobierno responsabiliza a Pakistán por ataque a parlamento

El ataque armado del día 13 al parlamento de India fue perpetrado por grupos islámicos radicales establecidos en Pakistán, aseguró este martes el ministro indio del Interior, Lal Krishan Advani.

Las dos organizaciones mencionadas por el ministro en su discurso al parlamento, Lashkar-e-Toiba (Soldados de Dios) y Jaish- e-Mohammed (Ejército de Mahoma), todavía no fueron clasificadas como «organizaciones terroristas extranjeras» por Estados Unidos, pese a la insistencia de India.

Sin embargo, Jaish-e-Mohammed se declaró responsable de un ataque similar el 1 de octubre contra el edificio del parlamento estadual de Srinagar, capital de verano del noroccidental estado de Jammu y Cachemira, el único con mayoría de población musulmana. El atentado dejó 50 muertos.

La parte de Cachemira controlada por India ya fue causa de dos guerras con Pakistán y es motivo de permanentes escaramuzas en la frontera.

Nueva Delhi acusa a Islamabad de brindar entrenamiento y armas a los grupos separatistas cachemiros, pero el gobierno pakistaní sostiene que sólo les ofrece «apoyo moral y diplomático».

Las dos organizaciones separatistas cachemiras acusadas por Advani figuran apenas en la «lista de exclusión de terroristas» de Estados Unidos, por lo que sus miembros no pueden obtener visas para ingresar en ese país.

Advani describió el ataque contra el parlamento, en el cual murieron 13 personas, incluidos los cinco terroristas, como «el más audaz en la historia del terrorismo patrocinado por Pakistán contra India» y como un intento de «eliminar a todos los líderes políticos de India».

El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, considera que la porción de la región de Cachemira controlada por India es «la parte inconclusa de la partición» del subcontinente indio realizada en 1947 por los salientes dominadores coloniales británicos.

La división, realizada según líneas religiosas, dio origen a Pakistán como un estado musulmán separado y a masacres interétnicas en que murieron millones de personas.

Musharraf, cuyo respaldo a la «guerra contra el terrorismo» en el vecino Afganistán es crucial para Estados Unidos, describió a los miembros de las dos organizaciones acusadas por Advani como «mujaidines» (guerrilleros islámicos) o «combatientes por la libertad».

Por su parte, Advani llamó a Pakistán «un estado teocrático con una tradición democrática casi inexistente» que no pudo aceptar «la realidad de una India secular, democrática, segura de sí misma y en permanente progreso».

El ministro acusó a los servicios secretos de Pakistán, Inter Services Intelligence (ISI) de patrocinar el terrorismo en India con el apoyo de grupos como Lashkar-e-Toiba y Jaish-e-Mohammed.

Sin embargo, su discurso fue más moderado que otros anteriores pronunciados por él mismo y otros miembros del Bharatiya Janata Party (Partido Nacionalista Hindú), líder de la coalición de gobierno.

Un día después del atentado contra el parlamento, Advani había prometido «liquidar a los terroristas y sus patrocinadores, estén donde estén sean quienes sean», en alusión a eventuales ataques aéreos transfronterizos contra campamentos en Pakistán de grupos radicales islámicos.

Pero Washington contuvo a Nueva Delhi una vez más, al igual que tras el ataque en Srinagar, porque las hostilidades entre India y Pakistán, que poseen armas nucleares, podrían complicar la guerra en Afganistán.

El secretario de Estado (canciller) estadounidense, Colin Powell, exhortó a India el lunes a trabajar junto a Pakistán y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos para identificar a los atacantes.

El portavoz de Musharraf, general Rashid Qureshi, dijo que si el resultado de las investigaciones involucra a cualquier grupo pakistaní en el ataque, su gobierno tomaría medidas contra él.

Pero el ministro de Estado del Interior, I.D. Swami, calificó de «ridícula» la oferta pakistaní de colaboración con las investigaciones y opinó que se trata de un intento de disimular la complicidad de Islamabad en el atentado.

Swami afirmó que India ya estableció claros vínculos entre los miembros del escuadrón suicida y el ISI. «Pakistán debe tomar severas medidas para impedir que los terroristas actúen desde su territorio», enfatizó.

En discusiones tras el discurso de Advani, el líder de la oposición, Mulayam Singh Yadav, ex ministro de Defensa, sostuvo que India está en una situación de creciente aislamiento internacional.

Es preciso considerar todas las eventuales consecuencias de un ataque contra Pakistán y consultar a los partidos opositores antes de tomar una decisión en la materia, afirmó.

El general V.P. Malik, quien fue comandante en jefe del Ejército durante el breve y cruento conflicto con Pakistán en la región cachemira de Kargil, en 1999, alertó sobre el creciente riesgo de una guerra en gran escala con el país vecino, debido a los reiterados atentados contra importantes instituciones indias.

Las autoridades políticas y militares deben evaluar con cuidado un eventual ataque contra territorio pakistaní, que podría desencadenar una escalada bélica entre ambos países, añadió. (FIN/IPS/tra-eng/rdr/ral/mlm-mp/ip/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe