El Banco Nacional (central) de Serbia promueve la conversión de marcos alemanes en euros y su colocación en depósitos bancarios con escasos controles, una medida que propiciará el lavado de dinero, advirtieron analistas.
El objetivo de la autoridad monetaria de Serbia, la mayor de las dos repúblicas yugoslavas, es volcar a la actividad económica entre 3.000 y 5.000 millones de marcos (entre 1.500 y 2.500 millones de dólares), que la población guarda «bajo el colchón».
«Reviva el mecanismo del ahorro con sus depósitos en euros», la divisa de la Unión Europea, rezaban los volantes que la autoridad monetaria distribuyó la semana pasada a tres millones de familias.
«En los montos de hasta 20.000 marcos (aproximadamente 10.000 dólares) no se exigirá al titular ninguna información para la apertura de una cuenta», explicó a la prensa el gobernador del Banco Nacional, Mladjan Dinkic.
«En sumas mayores, el banco mantendrá información personal sobre el cliente», y solicitará investigación policial sobre los depósitos que superen los 30.000 marcos, agregó.
La oferta bancaria consiste en depósitos en efectivo, a un valor de 1,99 marcos por euro y con un costo de conversión de 0,9 por ciento. Las facilidades se mantendrán hasta el 1 de julio del año próximo, «cuando entre en vigor la ley contra el lavado de dinero», sostuvo Dinkic.
Este esquema de conversión al euro y la laxitud de las normas alentarán el lavado de dinero procedente del tráfico de drogas y diversas formas de contrabando, afirmaron varios críticos.
Mucho de ese dinero puede estar en manos de los nuevos ricos surgidos en los años 90 en los círculos cercanos al gobierno de Slobodan Milosevic, que se enriquecieron infringiendo las sanciones que la comunidad internacional impuso al régimen.
De acuerdo a las últimas estimaciones, tres por ciento de los 10 millones de habitantes, unas 300.000 personas, pertenecen a este sector de nuevos ricos, muchos de los cuales intentan «blanquear» sus bienes en negocios legítimos.
«Es difícil imaginar a un maestro depositando 15.000 marcos. Pero cualquiera puede pensar en los nuevos ricos llevando maletines llenos de marcos», sostuvo la analista Aleksandra Trtica.
Serbia continúa siendo tan pobre como lo era durante el decenio en que la gobernó Milosevic, derrocado en septiembre de 2000.
Buena parte del efectivo en moneda alemana procede de las remesas que trabajadores en el exterior envían a sus familias o de la economía informal, que permitió la sobrevivencia de muchos serbios durante los años 90.
Alemania es el país con mayor número de trabajadores serbios, y fue en el pasado el principal socio comercial de la ex Yugoslavia, disuelta en 1991. La divisa alemana tenía una importante presencia en todas las regiones de la antigua federación.
Aunque el país está aún lejos de incorporarse a la UE, el Banco Nacional busca aprovechar la introducción de la moneda común en 12 de los 15 países del bloque, a partir del 1 de enero, para inyectar un importante flujo de efectivo en el sistema bancario.
«Los bancos deben recuperar la confianza de la población. Mediante los recursos que aún están en el país, la confianza puede revivir al menos en parte la economía», explicó Dinkic.
«Está en duda que se abran realmente muchas cuentas en euros», pues los serbios tienen buenas razones para preferir el marco y para considerar a los bancos los lugares menos seguros para su dinero, opinó Dimitrije Boarov, analista financiero.
En 1991 Milosevic confiscó más de 5.000 millones de dólares de ahorros privados en los bancos.
Las dificultades financieras pueden reproducirse en la región de los Balcanes. «Pese a los pronunciamentos de las autoridades monetarias, aún resta ver cómo se desarrolla la situación en Bosnia-Herzegovina, (la república yugoslava de) Montenegro, y (la provincia autónoma de) Kosovo», dijo Trtica.
«La gran cantidad de dinero en circulación y los escasos controles a los depósitos podrían promover el lavado de dinero a gran escala», estimó.
La moneda oficial de Bosnia es el marco convertible, cuyo valor se mantiene vinculado al marco alemán. En virtud del acuerdo de paz que puso fin en 1995 a la guerra de independencia de Bosnia, todas las transacciones y pagos en efectivo pueden efectuarse en moneda alemana.
Montenegro también adoptó el marco como respaldo a su moneda nacional en 1999, cuando el presidente Milo Djukanovic procuraba la separación de Yugoslavia.
El marco alemán es la única forma de pago en la provincia serbia de Kosovo, donde el contrabando y el tráfico de drogas tienen una presencia importante.
El proceso de introducción del euro se llevará a cabo en Kosovo bajo el control de la Misión de la Organización de Naciones Unidas, que administra la provincia desde 1999.
En estas condiciones, es muy probable que las actividades de lavado a gran escala atraviesen toda la región, estimó el experto Boarov.
«Durante más de una década, decenas de millones de marcos estuvieron en circulación, pasando por las manos de los jefes del crimen organizado. Cuesta creer que ahora permitirán que se los investigue», concluyó. (FIN/IPS/tra-eng/vz/ss/sm/dc/if/01