/BOLETIN-AMBIENTE/ ENERGIA-BANGLADESH: Polémica por plan de exportación de gas

El nuevo gobierno de Bangladesh planifica exportar en principio gas natural de acuerdo con las exigencias de empresas de Estados Unidos, aunque 90 por ciento de los bengalíes carecen de acceso a esa fuente de energía.

La administración de Begum Khaleda Zia podría exportar gas natural «siempre que sea beneficioso para el país», anunció el ministro de Finanzas, Saifur Rahman.

«Luego de satisfacer las necesidades del pueblo y evaluar la cantidad de gas recuperable y utilizable, podemos pensar en exportarlo, si hay superávit», declaró a la prensa.

Añadió que «ningún recurso es un verdadero recurso si permanece bajo el suelo», haciéndose eco del argumento de las compañías multinacionales que presionan a Dacca para que exporte gas.

Rahman desató una polémica en octubre cuando declaró a la cadena británica BBC que el gobierno había decidido en principio exportar gas a India.

Posteriormente, el ministro de Energía y Recursos Minerales, Mosharraf Hossain, dijo que «la decisión de exportar gas es crucial para un mayor beneficio económico de Bangladesh».

El principal partido de oposición, la Liga Awami, y varias organizaciones de izquierda y grupos profesionales consideraron la decisión peligrosa y hasta «suicida» para Bangladesh.

Sheikh Hasina, presidenta de la Liga Awami y ex primera ministra, destacó que «más de 90 por ciento de la población total de Bangladesh carece de acceso al gas» y por lo tanto, «se debe satisfacer la demanda doméstica del mineral antes de decidir exportarlo».

La ex primera ministra resaltó que la política de Bangladesh sobre el gas ha sido muy clara. «Aclaramos que sólo consideraríamos la exportación de gas luego de satisfacer nuestra demanda doméstica y garantizar una reserva de 50 años para nuestro país», dijo.

Hasina acusó al actual gobierno de realizar un acuerdo secreto con empresas extranjeras para exportar gas natural a India a través de un gasoducto, dijo, en lugar de utilizarlo para establecer industrias de gas dentro de este país.

Mientras, la Asociación Económica de Bangladesh pidió un referendo sobre el asunto, arguyendo que el gas natural es propiedad de la nación y no puede exportarse sin el mandato popular.

El Frente Democrático de Izquierda, una alianza de ocho partidos, realizó el día 15 una huelga nacional de media jornada contra lo que llamó la «conspiración» para exportar gas.

Durante muchos años, compañías petroleras occidentales, representantes del Banco Mundial y otras agencias multilaterales, diplomáticos de países donantes y algunos empresarios destacados han presionado a Dacca para que exporte gas natural.

Su argumento favorito es que el gas bajo tierra no genera riqueza. Un diplomático estadounidense advirtió también que, sin perspectivas de exportación de gas, las empresas de energía extranjeras perderían interés en Bangladesh, porque el consumo local no bastaría para garantizar un rápido retorno a sus «inversiones de alto riesgo».

Es difícil determinar las reservas de gas recuperable de Bangladesh, dado que los cálculos varían según diferentes organismos. Algunas estimaciones las sitúan entre 1,4 y 2,8 billones de metros cúbicos.

Pero Petrobangla, una empresa petrolera estatal, sostiene que la reserva de gas recuperable se sitúa en apenas 315.000 millones de metros cúbicos. Al actual ritmo de explotación, advierte, el gas se agotará en 18 a 20 años.

Bangladesh usa casi 70 por ciento del gas extraído para generar electricidad y producir fertilizantes. Veinte por ciento se destina a molinos y fábricas, y 10 por ciento a uso doméstico. Según expertos, el país precisará 1,7 billones de metros cúbicos del mineral en los próximos 30 años.

Actualmente, el Estado gasta unos 500 millones de dólares al año para importar 3,3 millones de toneladas de petróleo crudo y productos derivados. El año pasado, el uso de gas natural (equivalente a unos 8,5 millones de toneladas de petróleo) ahorró a Bangladesh unos 1.600 millones de dólares.

Bangladesh no debe permitir que se le convierte en otra Nigeria, advirtió Shah Kibria, ex ministro de Finanzas y miembro de la Liga Awami.

«Las compañías petroleras extranjeras proyectarán un futuro económico brillante para nuestro país sólo para hacer dinero mediante la exportación de nuestros recursos naturales. Pero cuando se vayan, nos dejarán secos y más pobres que antes», vaticinó.

Sin embargo, un alto funcionario de gobierno señaló que la actual situación económica de Bangladesh es tan «deplorable» que el gobierno se desespera por obtener acceso libre de impuestos para sus exportaciones, en particular de vestimenta, al mercado estadounidense.

La indumentaria representa 74 por ciento del total de los ingresos por exportaciones de Bangladesh, y Estados Unidos es el mayor importador de ese producto.

Como la mayoría de las empresas que explotan gas y petróleo en Bangladesh son estadounidenses, Dacca no tiene otra opción que complacer a Washington y exportar gas, dijo el funcionario, que solicitó reserva.

Mientras el gobierno decide si seguir adelante con su plan de exportación de gas, la compañía petrolera estadounidense Unocal ya presentó un plan para la construcción de un gasoducto de 1.636 kilómetros entre su yacimiento de Bibiyana, en el distrito de Sylhet, y Nueva Delhi.

Según Unocal, Bangladesh puede ganar unos 3.700 millones de dólares en los próximos 20 años mediante la venta de gas a India, además de obtener inversiones extranjeras directas de 500 a 700 millones de dólares. (FIN/IPS/tra-en/ti/ccb/ral/mlm/en-dv/01

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