(Arte y Cultura) MUSICA: El Beatle que amó a Oriente

La cultura oriental no fue un capricho pasajero de la década del 60 para el ex Beatle George Harrison, pues la fe hindú y la música india se incorporaron a su existencia hasta su muerte, el 29 de noviembre.

En sus últimos años de vida, Harrison profundizó su vida religiosa. Algunos de sus amigos más íntimos dieron testimonio de sus fuertes lazos con el hinduismo después de su fallecimiento.

Los viajes privados de Harrison a India eran frecuentes, dijo a IPS Radha Mohan Das, del templo de la Asociación Internacional para la Conciencia de Krishna (Iskon). El músico siempre visitaba Vrindavan, unos 100 kilómetros al este de Nueva Delhi, donde, según la tradición, nació el dios hindú Krishna.

La conversión del guitarrista de Los Beatles a la secta hindú Hare Krishna volvió a ser notoria el año pasado, durante el juicio de Michael Abram, el hombre lo atacó a cuchillazos en su domicilio en diciembre de 1999.

En la audiencia Harrison, dijo que el atacante «se detuvo en el centro de la cocina y comenzó a gritar y aullar. Decidí hacer lo mismo, y grité 'Hare Krishna, Hare Krishna'», mantra (frase ritual) de la secta.

El músico conoció a swami Prabhuprada, fundador de Iskon, en los años 60, y se inspiró mucho en él, lo cual cambió su vida, sostuvo Das. Swami es una categoría religiosa hindú que significa «amo de sí mismo».

Poco después, en 1973, el cantante donó su residencia de siete hectáreas en Watford, al norte de Londres, a un grupo Hare Krishna, e hizo una importante contribución financiera para la impresión de libros sobre Krishna, octava encarnación del dios Vishnú según la religión hindú.

«Harrison tuvo su propio santuario de Krishna en su hogar. No hablaba mucho de su fe fuera de sus círculos íntimos», relató Radha Mohan, y agregó que los amigos que lo acompañaron hasta el fin son creyentes en el dios hindú.

El mundo conoció la devoción del músico británico por Krishna por su canción «My Sweet Lord» («Mi dulce Señor»), incluido en su primer disco solista tras la separación de Los Beatles, «All Things Must Pass».

«My Sweet Lord» —que luego le valió a Harrison la condena a pagar una cuantiosa indemnización por plagio involuntario de «He's so fine», del grupo The Chiffons— incluye el mantra completo de los Hare Krishna: «Hare Krishna, Hare Krishna, Krishna Krishna, Hare Hare, Hare Rama, Hare Rama, Rama Rama, Hare Hare».

La finca donada por el ex Beatle al movimiento Hare Krishna se convirtió en uno de los principales centros de reunión de personas de origen indio en Gran Bretaña. La fiesta de Janamashtami convoca cada año a unos 50.000 seguidores de Krishna para celebrar su nacimiento.

El propio Harrison comentó una vez su experiencia tras haber cantado «Hare Rama Hare Krishna» durante 23 horas continuas mientras conducía desde Francia a Portugal, diciendo que «te hace sentir algo invencible».

«Cuando has tenido todas las experiencias, conocido a los famosos, hecho algo de dinero, recorrido el mundo y tienes la aclamación del público, todavía te preguntas: '¿Esto es todo?'», dijo el compositor al presentar la recopilación de éxitos de The Beatles «Anthology».

«Algunos pueden estar satisfechos con eso, pero yo no lo estuve y no lo estoy», se contestó.

El guitarrista encontró lo que buscaba en la religión hindú, y en la música india. «Siempre me sentí en casa con Krishna. Puedes ver que ya es parte de mí. Creo que es algo que llevo conmigo desde antes de nacer», sostuvo.

El llamado «Beatle tranquilo» conoció al maestro indio de sitar Ravi Shankar en los años 60, y su interés por la música india se mantuvo vivo hasta sus últimos días.

Harrison se inició en el aprendizaje del sitar con Ravi Shankar. Junto con su entonces esposa, Patti Boyd, volaron a Mumbay (ex Bombay) y se registraron en el hotel Taj Mahal con un nombre falso. Las siguientes visitas del compositor a India mantuvieron ese estilo.

El guitarrista solía tocar música india en Londres junto con otros artistas en el instituto Bharatiya Vidya Bhavan. En 2000, logró para el instituto una donación de 750.000 dólares de la Millennium Commission, organización británica que invierte fondos de la lotería en diversos proyectos.

«Solía venir a nuestras clases de verano», relató M. Nandakumara, director del Bharatiya Vidya Bhavan. «Llegaba sin anunciarse, y se sentaba en silencio al fondo del salón, para escuchar».

El ex Beatle también solía llegar sin aviso para tocar en conciertos en el Bhavan, y para participar en fiestas nacionales indias como el Día de la República.

Convalesciente tras el ataque de 1999, Harrison pidió a Balachandran, maestro del Bhavan y artista admirado por él, que lo visitase. El músico inglés había planificado un concierto con su colega indio en su casa de Friar Park, unos 60 kilómetros al norte de Londres, pero su salud lo impidió.

En los últimos años se convirtió en seguidor del swami Paramahns Yogananda, uno de los principales maestros espirituales hindúes. «Tenía los libros del swami y los estudiaba con cuidado», dijo Nandakumara.

Harrison «era tan simple, tan amigable, tan modesto, que te hacía olivdar que era una estrella», recordó su maestro. (FIN/IPS/tra-en/ss/lp-mj/cr/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe