El Congreso de Sindicatos de Sudáfrica (COSATU, por sus siglas en inglés) advirtió que lanzará una huelga general a comienzos del año próximo, si el gobierno no negocia la política económica con los trabajadores organizados.
El ultimátum marca una inflexión de las relaciones históricas entre el COSATU y el gobernante Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés), que junto con el Partido Comunista Sudafricano resistieron el régimen racista del apartheid.
La organización sindical y los comunistas decidieron en 1994 que sus candidatos integraran las listas del ANC en las primeras elecciones multiétnicas del país, que pusieron fin al apartheid, y desde entonces mantenían una alianza con ese partido.
El COSATU cuenta con 1,9 millones de afiliados, y adoptó su decisión tras un encuentro de tres días de sus principales dirigentes, los cuales discutieron propuestas para revitalizar a la organización.
El especialista en asuntos laborales Eddie Webster, de la Universidad de Witwatersrand, de Johannesburgo, dijo a IPS que la difícil relación entre los sindicatos y el ANC, que lideró la resistencia contra el apartheid, es similar a otros procesos africanos posteriores a la época de dominio colonial europeo.
«Las alianzas (entre sindicatos y movimientos políticos) formadas durante la lucha por la liberación nacional se han roto, como en los casos de Zambia y Zimbabwe, o se han deteriorado, como en Sudáfrica y Mozambique», explicó.
Los problemas en esas alianzas suelen deberse a que los gobiernos intentan controlar a los sindicatos o adoptan las políticas económicas llamadas «neoliberales».
La gubernamental Estrategia de Crecimiento del Empleo y Redistribución, establecida en 1996 con los objetivos de reducir el déficit fiscal y la inflación, mediante un recorte del gasto público, ha sido criticada desde entonces por el COSATU.
La federación sindical, partidaria de fomentar la organización social en general, y no sólo la de los trabajadores, sostiene que esa política económica ha retrasado cambios necesarios en el país.
La estrategia gubernamental «ha conducido a políticas muy contradictorias entre sí, y las iniciativas progresistas suelen ser frustradas por medidas económicas y fiscales derechistas», sostuvieron los autores de un informe político preparatorio del encuentro de dirigentes del COSATU.
Las autoridades han enfatizado en varias ocasiones que su política económica no es negociable, afirman que han logrado estabilizar la economía, y destacan que en la actualidad el gasto público tiende a aumentar.
Sin embargo, el COSATU pide una reunión con el ANC en enero para realizar un «análisis conjunto» de la situación económica y discutir políticas alternativas. El secretario general de esa organización, Zwelinzima Vavi, sostiene que las diferencias en esa materia con el gobierno «son muy profundas».
«A veces tengo la impresión de que nuestros aliados no piensan que haya una crisis», comentó, con especial referencia al problema del desempleo, que afecta a casi 40 por ciento de la población económicamente activa.
El objetivo de eliminar el défict fiscal «sería adecuado en un país como Suecia, pero nuestra situación es como la que afrontó Europa tras la Segunda Guerra Mundial, y necesitamos un Plan Marshall», afirmó, en alusión a la iniciativa de reconstrucción europea realizada tras esa guerra con apoyo de Washington.
El COSATU pide aumentar el gasto público en políticas sociales, y en especial en seguridad social, así como promoción y protección selectivas de la actividad industrial.
La federación planea presentar una propuesta de estrategia industrial al ANC, y busca fortalecer sus alianzas con grupos religiosos, organizaciones no gubernamentales y otros movimientos sociales.
Esa orientación «se aleja de las tradicionales alianzas políticas con partidos gobernantes, y procura establecer alianzas sociales con otros actores de la sociedad civil, a partir de intereses comunes», para superar el bloqueo de las relaciones con el ANC, según Webster.
«El gobierno no puede imponer su voluntad al COSATU, y éste tampoco es capaz de imponer por sí mismo una alternativa», de modo que negociar concesiones recíprocas es la única solución posible, pero no es probable que ese proceso comience pronto, y los sindicatos tratan de fortalecerse, explicó.
La federación se propone contar con dos millones de afiliados en 2003, cuando tiene previsto realizar su próximo congreso, y el subsecretario general del COSATU, Bheki Ntshalishali, piensa que esa meta es alcanzable porque en la actualidad la sindicalización de trabajadores es en promedio 57 por ciento.
Los dirigentes sindicales acordaron lanzar una campaña de afiliación de trabajadores en régimen de tiempo parcial, infoprmales y desempleados.
El COSATU fue el año pasado la federación sindical con mayor ritmo de crecimiento en el mundo, según la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), y pedirá apoyo a donantes internacionales para financiar esa campaña de afiliación.
La CIOSL considera al COSATU un actor clave para defender los derechos laborales en Sudáfrica.
Los dirigentes de la federación resolvieron en su reunión intensificar la campaña de protesta en curso contra violaciones de los derechos humanos en Swazilandia, que incluyen el hostigamiento a sindicalistas. (FIN/IPS/tra-eng/fk/sm/mp/lb/01