MEXICO: El cambio es todavía una promesa

La llegada de Vicente Fox a la presidencia de México hace un año enterró siete décadas de gobierno ininterrumpido del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y abrió una nueva era, cuyo rostro aún no se define.

Fox, un empresario devenido en político, asumió el gobierno el 1 de diciembre de 2000 con la propuesta de construir consenso para reformar la Constitución, redefinir al federalismo, dar a los grupos de la sociedad civil un nuevo papel y llevar transparencia a la gestión pública.

Pero ninguna de esas propuestas se realizó. El acuerdo político nacional que Fox prometió impulsar para perfilar el rostro del «nuevo México» sigue aún en la agenda de asuntos pendientes.

La búsqueda de consenso político quedó relegado a un segundo plano, pues se consideró que lo fundamental «era reordenar primero la estructura económica del país», admitió el secretario (ministro) de Gobernación (Interior), Santiago Creel.

Sin embargo, Creel prometió que el año próximo será el tiempo de la reforma y los grandes cambios relacionados con la competencia, el ejercicio del poder y la participación de la sociedad en la política.

En cambio, para Jorge Fernández, columnista del semanario Milenio, Fox desaprovechó el capital político con el que llegó al poder y el importante respaldo de los electores para lograr consenso con los partidos políticos. «El próximo año todo será más difícil», apuntó.

Los dirigentes del PRI, que en las últimas elecciones locales demostró fortaleza pese a sus divisiones, y del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), el tercero del país, sostienen que Fox nunca tomó en serio su promesa de buscar consenso.

El conservador Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece el mandatario, también considera que faltó trabajar en el diálogo político.

El PRI, el PAN y el PRD se reparten casi la totalidad de los escaños en el Congreso legislativo, pero ninguno cuenta con mayoría absoluta.

Esos tres partidos renovarán sus direcciones entre enero y abril del año próximo y, según el perfil de los candidatos, la relación de Fox con la oposición podría ser más difícil.

Mientras se esperan los cambios, las estructuras políticas y de administración pública del país construidas por el PRI en sus 71 años ininterrumpidos de gobierno, se mantienen y sujetan al primer mandatario surgido de la oposición tras ese lapso.

Desmontar las estructuras heredades del PRI, como prometió Fox, no parecía una propuesta realista en su primer año de gobierno, pues hubiese significado el caos, sostuvo el historiador y académico del Colegio de México, Lorenzo Meyer.

El PRI, surgido luego del proceso revolucionario de comienzos del siglo XX, mantuvo el poder casi absoluto en el país hasta fines de los años 80, cuando comenzó a ceder posiciones en los municipios.

En 1997 perdió en elecciones varias gobernaciones, así como su mayoría absoluta en el Congreso legislativo. Y hace un año tuvo que entregar la presidencia.

El control del PRI abarcó todos los ámbitos, tanto que en su época de oro, los directores de todos los medios de comunicación organizaban actos especiales para afiliarse al partido, al igual que los líderes de sindicatos y de organizaciones de maestros y campesinos.

La disidencia era castigada con dureza en la era del PRI. En los años 70 y 80 hubo más de 500 casos de detenidos-desaparecidos, como consecuencia del combate contra las fuerzas de oposición y contra los grupos guerrilleros.

Fox prometió revolucionar el país y sembrar una moderna estructura de administración de gobierno, honesta, transparente, que rindiera cuentas y estuviera abierta a las críticas.

«Sí, creo que hay cambios, pero en general no muchos», señaló Matías Islas, un pequeño empresario que este año fundó una fábrica de embutidos. Islas sostiene que la burocracia es «terrible» al momento de obtener licencias de salubridad y cuando rinde cuentas al fisco.

México progresa cada día y no hay que desmayar en el intento, aseguró Fox, a quien los observadores reconocen haber acabado con las presiones que ejercía el PRI sobre los medios de comunicación y de mantener sin restricción alguna las libertades para criticar al gobierno.

El mandatario del PAN promete que cumplirá con sus promesas de cambiar el país pese a sus críticos.

«Si algo nos caracteriza, si algo caracteriza a nuestro país en este momento es la esperanza y es la confianza en nosotros mismos, es el trabajo que estamos realizando para tener éxito, y también es el esfuerzo intenso y el compromiso para alcanzar lo que nos hemos propuesto», dijo Fox este jueves a un grupo de jóvenes. (FIN/IPS/dc/dm/ip/01

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