EEUU-INDIA: Rumsfeld promete ampliar guerra antiterrorista

La ofensiva contra el terrorismo que encabeza Estados Unidos no se restringirá a Afganistán, aseguró este lunes el secretario (ministro) de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld a su homólogo de India, George Fernandes.

«Perseguiremos a las redes terroristas donde quiera que las encontremos», dijo Rumsfeld en una conferencia de prensa tras el encuentro ministerial de dos horas.

India estima con decepción que la campaña antiterrorista encabezada por Estados Unidos carece de la amplitud necesaria para abarcar al movimiento separatista armado que opera en la septentrional provincia india de Cachemira, de mayoría musulmana.

El sábado, Washington incluyó a Lashkar-e-Toiba y Jaish-e- Mohammed, dos grupos rebeldes cachemiros radicados en Pakistán, en la lista de organizaciones terroristas con ingreso prohibido a Estados Unidos y sujetas a confiscación de bienes.

La medida respondió al insistente reclamo de India, que acusa a Pakistán de promover y albergar a grupos rebeldes cachemiros. «Nos congratulamos por este paso, aunque se haya dado un poco tarde», dijo el ministro del Interior de India, I. D. Swami.

Para Nueva Delhi éste es un tardío reconocimiento de la actividad terrorista en Cachemira, región que es objeto de disputa desde hace 54 años con Pakistán.

La prohibición de ambas organizaciones fue anterior a la llegada de Rumsfeld a Nueva Delhi, procedente de Islamabad, quien sin embargo evitó mencionar la cuestión de Cachemira.

El secretario de Estado valoró la creación de vínculos militares con India y anunció para las próximas semanas la visita del jefe de las fuerzas estadounidenses en el Pacífico, almirante Denis Blair, y del secretario adjunto de Defensa para asuntos políticos, Douglas Feith.

Sin embargo, Rumsfeld mantuvo silencio con respecto al papel pakistaní en la guerra que su gobierno libra en Afganistán para derrocar al movimiento fundamentalista islámico Talibán y capturar al saudita Osama bin Laden, al que acusa de los atentados terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington.

El ministro Fernandes explicó a la prensa que el diálogo abarcó los acontecimientos en Afganistán y «acuerdos específicos relativos a la defensa recíproca, incluyendo ciertos productos que India necesita adquirir».

India se opone a que sectores de Talibán participen en cualquier futuro gobierno afgano, mientras Pakistán insiste en la necesidad de incluir a los «moderados» del movimiento musulmán, forjado en las escuelas religiosas (madrasas) pakistaníes para combatir la ocupación soviética en los años 80.

El primer ministro indio, Atal Bihari Vajpayee, partió el domingo a una gira por Rusia, Gran Bretaña y Estados Unidos, donde se reunirá el viernes con el presidente George W. Bush. El ministro Fernandes fue invitado por Rumsfeld a visitar Washington a comienzos de 2002.

La tensión entre India y Pakistán —con sendos arsenales nucleares— alcanzó un grado tal en octubre que, durante su viaje a ambas capitales, el secretario de Estado estadounidense Colin Powell se vio obligado a reclamar el fin de la retórica agresiva, que afecta la ofensiva en suelo afgano.

Los dos vecinos intercambiaron el domingo fuego de artillería a través de la línea de control que separa la provincia india de Cachemira de Pakistán. La semana pasada, Nueva Delhi e Islamabad se acusaron mutuamente de enviar numerosas tropas a la frontera común.

Rumsfeld minimizó el peligro nuclear en Asia meridional. «Personalmente no creo que exista riesgo con respecto a los países que tienen armas nucleares. Esos países son respetuosos y cuidadosos y manejan efectivamente su seguridad», afirmó.

La comunidad internacional, encabezada por Estados Unidos, impuso un embargo económico a India y Pakistán en respuesta a las pruebas nucleares que ambos gobiernos llevaron a cabo en 1998.

Pero tras el inicio de los bombardeos contra Afganistán el 7 de octubre, Estados Unidos anunció el fin de las sanciones.

Rumsfeld aseguró que su cartera y el gobierno indio discutirán en breve las medidas aún vigentes, relativas al uso de tecnología misilística y nuclear por parte de Nueva Delhi.

Estas sanciones, herencia de la guerra fría, datan de los años 50 y fueron intensificadas tras la primera prueba atómica india, en 1973, cuando el uso de técnicas «duales» fue prohibido por el Tratado de No Proliferación Nuclear.

No obstante, las sanciones no dañaron la cerrada economía de India ni le impidieron desarrollar, con la asistencia de Rusia, su programa armamentístico. (FIN/IPS/tra-eng/rd/js/dc/ip/01

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