Los nuevos modelos de abaya, una amplia túnica negra utilizada por las mujeres de Emiratos Arabes Unidos, causan sensación sin perder su sentido de tradición y dignidad.
La prenda cubre todo el cuerpo, según la costumbre islámica, y se complementa con un velo para ocultar la cabeza. La abaya ha encontrado un espacio propio entre los últimos diseños de vestimenta que inundan el mercado y mantiene un lugar destacado en el guardarropas femenino.
«Y así seguirá siendo», dijo la diseñadora Basma al Yousuf, graduada en administración de empresas en la American University de Dubai, que se cubre de negro de pies a cabeza.
Su comercio se especializa en abayas, y las ofrece en diversos estilos. «La mujer de Emiratos puede llevar una prenda de Chanel o de Yves St Laurent, pero la elegante abaya siempre la cubrirá, como símbolo de nuestra tradición y herencia. No usar abaya es como reducir nuestra autoestima», sostuvo Basma.
De hecho, el público femenino prefiere la túnica a otras prendas, según una encuesta realizada entre mujeres de 16 a 45 años.
«Nos da un sentimiento de identidad y de orgullo. Dondequiera que vayamos, la abaya despierta respeto instantáneo. ¿Por qué habríamos de dejarla de lado?», se preguntó Naureen, una residente de Dubai graduada en computación.
«Incluso hoy, la abaya evoluciona constantemente y está mejor que nunca. Transmite elegancia y estilo. Nos encanta», agregó su amiga Habiba.
La prenda absorbió los matices de los cambios sociales y se encuentra ahora muy lejos de sus encapotados y rígidos orígenes.
«Recuerdo a mi madre envuelta en metros de seda que debía sostener con ambas manos y le impedían moverse con comodidad. Ahora usamos abayas contemporáneas, a la moda y funcionales», dijo Naureen.
«Nosotras mismas debimos llevar ese tipo de ropa inmanejable, pero la abandonamos cuando ingresamos a la escuela, simplemente porque no eran cómodas», agregó Basma.
Aunque a primera vista todas pueden parecer iguales, las distintas abayas reflejan la naturaleza, las preferencias, la posición económica e incluso las aspiraciones personales de quienes las visten.
Las mujeres que trabajan optan por una versión liviana con telas inarrugables, cortes sencillos y un toque de diseño y color. Para la noche hay modelos concebidos al estilo francés, o con apliques italianos, cubiertos de lentejuelas o con elaboradas texturas y bordados.
El color preferido es el negro, si bien en los años 90 se notó un cambio por los modelos con colores diversos. Pero la aventura fracasó y el negro vuelve a prevalecer.
«El negro es un color de moda en todo el mundo y se puede usar en cualquier actividad. Además, cualquier color lo acompaña sin desentonar», consideró Basma.
Los colores se usan en forma muy sutil para realzar la prenda. Así que no debe sorprender un fino vestido rojo bordado como una telaraña bajo la abaya, o un puñado de escarabajos anaranjados deslizándose por las mangas.
En Emiratos, se organizan desfiles de moda exclusivamente concebidos para mostrar las nuevas abayas y sus tendencias, que se han convertido en un verdadero retrato del arte y la cultura del país.
Mujeres y niñas desfilan por la pasarela vestidas con abaya, practicando danzas tradicionales y desplegando artesanías locales.
«Estas presentaciones ponen énfasis en la evolución del vestido tradicional de la mujer en la región. Tal como ha avanzado nuestra sociedad, lo ha hecho nuestra capacidad de elección», sostuvo Khawla Lootah, de la firma Lapis Fashion House.
La abaya tiene firmes seguidoras entre las empresarias y funcionarias públicas, como Lubna al Qassimi, directora de Tejari.com, portal de la red mundial informática Internet, e integrante del comité gubernamental informático de Dubai, y Habiba al Marashi, jefa del Grupo Ambiental de Emiratos. (FIN/IPS/tra- eng/mj/js/dc-mj/cr/01