Millones de familias de Estados Unidos festejan todos los años el Día de Acción de Gracias, mientras centenares de indígenas se reúnen en el nororiental estado de Massachusetts para guardar duelo.
El Día Nacional de Duelo se realiza todos los años en Plymouth Rock, Massachusetts, el lugar donde desembarcaron los primeros colonos europeos en 1620, para condenar la discriminación y la violencia que sufre la población nativa estadounidense.
El origen de la festividad del Día de Acción de Gracias, que se celebró el jueves, se remonta al periodo en que los colonos europeos, conocidos en la tradición oficial como los Padres Peregrinos, se instalaron en la tierra que pertenecía a la tribu Wampanoag («pueblo de la aurora»).
Según la versión más extendida, los wampanoag creían que la tierra debía compartirse y enseñaron a los recién llegados, que no lograban éxito en sus plantaciones, a cultivar maíz y otros vegetales. Cuando se logró la primera cosecha, los peregrinos invitaron a sus vecinos a una cena de celebración.
Pero muy pronto el creciente flujo de inmigrantes europeos desató la lucha por la tierra. Las comunidades nativas fueron expulsadas de sus hogares ancestrales y estallaron duras batallas. Hoy, los indígenas representan apenas 0,8 por ciento de los 278 millones de habitantes de Estados Unidos.
«Queríamos que el público viera que no todo el mundo está de acuerdo con la celebración de Acción de Gracias», dijo Mathowin Munro, de la organización Indígenas Estadounidenses Unidos de Nueva Inglaterra (extremo nororiental de Estados Unidos).
No se trata sólo de «un día de duelo» en Estados Unidos, sino también de una jornada «para recordar la historia y las injusticias» sufridas por los indígenas de otros países, enfatizaron Munro y otros organizadores.
A la reunión asistieron oradores de Guatemala y México, así como representantes de comunidades nativas de todo Estados Unidos. En la anterior conmemoración, el 23 de noviembre de 2000, unos 250 indígenas asistieron a las ceremonias en Plymouth Rock.
Este año, el encuentro brindó especial atención al caso de Leonard Peltier, indígena lakota y activista de derechos humanos, en prisión desde 1976 cumpliendo pena de cadena perpetua por la muerte de dos agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
Para la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, Peltier es un preso político, pues el juicio en su contra se basó sobre evidencias contradictorias y en el ocultamiento de 5.000 documentos policiales relacionados con el caso.
El Día Nacional de Duelo se inició en 1970, cuando el líder wampanoag y activista Frank B. Wamsutta James fue invitado por la Comunidad de Massachusetts a una cena de celebración del 350 aniversario del desembarco de los peregrinos en Plymouth.
Wamsutta James, conocido por su sombrero negro de ala ancha y su naturaleza extravertida, preparó una declaración para presentar en la cena. «Una y otra vez, la sociedad del hombre blanco nos ha llamado 'los hombres bajos del tótem'», decía el texto de Wamsutta James.
En su proyecto, además, se refirió a la celebración del Día de Acción de Gracias como «el principio del fin».
Los organizadores le pidieron que modificara su discurso antes de presentarlo, pero Wamsutta James se negó, y en lugar de concurrir a la cena convocó una reunión de los wampanoag y otras tribus para instaurar un Día Nacional de Duelo para la misma jornada que el festivo Día de Acción de Gracias.
El dirigente, cuyo nombre significa «corazón amable», tenía en su automóvil un adhesivo que rezaba «Custer lo merecía», en referencia a George Armstrong Custer, muerto en combate con indígenas en 1876 al frente del Séptimo Regimiento de Caballería en el actual territorio de Montana.
Wamsuta James murió en febrero, y fue homenajeado el jueves.
Los organizadores convocaron a cientos de personas a una colina vecina a Plymouth, donde hay una placa conmemorativa en que se lee: «Muchos nativos estadounidenses no celebran la llegada de los peregrinos y otros colonos».
Para ellos, «el Día de Acción de Gracias recuerda el genocidio de millones de integrantes de su pueblo, el robo de sus tierras, y el ataque constante a su cultura», agrega la placa.
Tanto la placa como un monumento son el resultado de la resolución de una corte judicial a una demanda hecha por la organización Indígenas Estadounidenses Unidos de Nueva Inglaterra.
Varios manifestantes de la organización fueron detenidos con diversas acusaciones, entre ellas la de protestar en público sin autorización de las autoridades y de atacar a un policía.
Todos los cargos fueron retirados y la organización puede ahora realizar su protesta anual sin solicitar autorización.
Además, en una audiencia de conciliación, las autoridades locales acordaron entregar a Indígenas Estadounidenses Unidos de Nueva Inglaterra 100.000 dólares para su Fondo Educativo Medecom y 15.000 dólares para la placa y el monumento.
En el Día de Acción de Gracias, Plymouth fue también escenario de una representación en que actores vestidos con atuendos negros con cintas blancas, como los primeros colonos, marcharon por el camino entre el sitio donde arribó el Mayflower, el barco que los trajo desde Gran Bretaña, al son de tambores.
Al mismo tiempo, en una colina cercana, otro tambor marcó el ritmo mientras los indígenas estadounidenses lamentaban la muerte de sus congéneres. (FIN/IPS/tra-en/ld/ks/aa/dc-lp/cr/01