La propuesta sobre agricultura presentada esta semana por el presidente del consejo general de la OMC, Stuart Harbinson, para la reunión ministerial del mes próximo en Qatar, dejó insatisfechas a las partes, pero abrió una posibilidad de desbloquear la negociación.
Hasta el jueves, numerosos de los 142 miembros de la OMC se 644 habían mostrado disconformes, porque los proyectos distribuidos la semana pasada rumbo a la conferencia ministerial de la OMC (Organización Mundial de Comercio) omitieron especificaciones concretas sobre el comercio agrícola.
Pero Harbinson, representante de Hong Kong y conductor de las negociaciones rumbo a la conferencia, entregó finalmente un borrador del capítulo sobre agricultura.
El proyecto sobre agricultura recibió críticas de los dos bloques más enfrentados por los beneficios del negocio agrícola, la Unión Europea y sus aliados como Japón, Corea del Sur, Suiza y Noruega, y el Grupo de Cairns, integrado por productores no proteccionistas.
Sin embargo, las delegaciones que recibieron la propuesta reconocieron que la iniciativa otorga el equilibrio que carecía el documento de la semana pasada y en consecuencia, dijeron, ahora se encuentran en condiciones de participar en la negociación.
La OMC aspira a que en la conferencia ministerial de Doha, que se celebrará del 9 al 13 de noviembre, se abra una nueva ronda de negociaciones multilaterales de comercio, una instancia frustrada en la conferencia anterior, celebrada en Seattle, Estados Unidos, a fines de 1999.
Harbinson y el director general de la OMC, Mike Moore, de Nueva Zelanda, habían entregado dos documentos que resumen sus opiniones sobre el balance del debate sobre el futuro de las negociaciones multilaterales.
Uno de esos borradores se ocupaba de la aplicación aún pendiente de acuerdos alcanzados en negociaciones anteriores, en general debido a la reticencia de los países industrializados.
El segundo documento contenía el proyecto de declaración de los ministros, con referencias al futuro de la OMC, en el cual se contempla la apertura de negociaciones multilaterales referidas a competencia, compras gubernamentales, facilitación del comercio y normas sobre comercio desleal de precios, entre otros asuntos.
En el capítulo de agricultura, el borrador se había limitado a enunciar los temas sin imprimirles una orientación.
La agricultura es una cuestión crítica de la cual dependen otros temas, protestó Alí Mchumo, de Tanzania, que representa en la OMC a los países menos avanzados.
En el texto distribuido el jueves, Harbinson reactualiza el objetivo de largo alcance establecido para la agricultura cuando se realizó una evaluación de los resultados de la Ronda Uruguay.
Ese objetivo procuraba el establecimiento de un sistema comercial justo y orientado por el mercado a través de un programa de reforma fundamental con compromisos específicos para corregir e impedir restricciones y distorsiones en el mercado agrícola, recordó Harbnison.
Algunos miembros del Grupo de Cairns, que piden una amplia apertura del mercado, estimaron que el lenguaje empleado por Harbinson para que los ministros lo aprueben en Doha «no es suficientemente fuerte».
En lo que constituyen los denominados «tres pilares» del comercio agrícola, la propuesta de Harbinson indica que las partes deberán comprometerse a negociar «mejoras substanciales en el acceso a los mercados».
En otro pilar, los subsidios a las exportaciones, propone disminuciones con miras a la reducción progresiva. En el tercer pilar, de los apoyos internos que distorsionan el comercio, sugiere reducciones sustanciales.
En los tres pilares se basan la mayoría de las medidas de protección a la agricultura que aplican los países industrializados, comprendido también Estados Unidos.
El texto de Harbinson sobre los tres pilares mereció objeciones serias de los países del Grupo de Cairns que, por ejemplo, cuestionaron que el término «reducción progresiva» de los subsidios a las exportaciones es más débil que la eliminación de esas formas de proteccionismo.
En cambio, el representante de la Unión Europea, Carlo Trojan, de Holanda, estimó que el texto de Harbinson sobre los subsidios a las exportaciones era inaceptable.
La propuesta de Harbinson fue comunicada en forma verbal a representantes de 34 países. Cuando el texto final de la iniciativa se conozca, quedará completado el borrador de los documentos que los miembros de la OMC deberán negociar en las próximas semanas.
Sin referencias a la agricultura, esos textos eran totalmente desequilibrados, dijo una fuente del Grupo de Cairns. Ahora ya se puede decir que existe la posibilidad de entablar discusiones, agregó. (FIN/IPS/pc/mj/if dv/01
