Un grupo de prominentes organizaciones no gubernamentales establecidas en países industriales sostuvo que la Organización Mundial del Comercio (OMC) atraviesa una crisis de legitimidad y pidió un proceso urgente de reformas para encauzarla.
COMERCIO: La sociedad civil critica a la OMC
por Gustavo Capdevila
GINEBRA, 10 oct (IPS) Organizaciones no gubernamentales establecidas en países industrializados sostuvieron que la Organización Mundial del Comercio (OMC) atraviesa una crisis de legitimidad y pidieron un proceso urgente de reformas para encauzarla.
Los grupos críticos de la OMC son el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), con sede en Gland, Suiza, Amigos de la Tierra (FoE), radicada en Amsterdam, el Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP), de la ciudad estadounidense de Minneapolis, el Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL), de Washington, ActionAid, de Londres, y Oxfam Internacional, con oficinas en Washington y en la ciudad británica de Oxford.
El mensaje entregado el lunes a la OMC y divulgado como carta abierta refleja la preocupación de las seis entidades por la ausencia de transparencia interna y externa en la institución multilateral, resumió Aimee Gonzales, de WWF.
El portavoz de la OMC, Keith Rockwell, admitió que algunas de las cuestiones planteadas por las organizaciones de la sociedad civil son válidas. Esos problemas respecto de la transparencia interna existen, dijo.
El documento contiene críticas al director general de la institución, Mike Moore, y a algunos miembros de la secretaría.
La misiva expresa preocupación por la forma en que Moore y sus asistentes emprendieron una ofensiva a favor de la liberalización del comercio y de la idea de lanzar una nueva ronda de negociaciones durante la conferencia ministerial de la OMC, que se realizará en noviembre en Doha, Qatar.
Esa actitud de las autoridades de la OMC, adoptada a pesar de la oposición de numerosos países en desarrollo, cuestiona la coherencia y la «neutralidad» de la secretaría de la institución, señala el documento.
Rockwell explicó que el mensaje del director de la OMC ha consistido en advertir que, sin un programa amplio de negociaciones, no se pueden resolver los problemas políticos difíciles que afrontan los miembros de la organización.
Otras fuentes de la OMC replicaron que las organizaciones no gubernamentales (ONG) asumieron una posición cómoda de rechazar las negociaciones y reclamar en cambio la reforma de las reglas de la institución.
Sobre ese punto, Moore argumentó que no se pueden reformar las normas de manera substantiva sin una negociación previa.
Las ONG repitieron la opinión de algunos delegados de que en la OMC se respira una atmósfera «anglosajona», como consecuencia de la escasa representación de los países en desarrollo en la composición de la plantilla de la secretaría.
La OMC cuenta con 512 funcionarios, 410 de los cuales proceden de países industriales y sólo 94 de países en desarrollo, precisó el mensaje.
Esas cifras de las ONG son aparentemente correctas, observaron fuentes de la OMC, aunque la gran mayoría del personal está compuesto por secretarias, oficinistas, conductores de vehículo y otros asistentes, que se contratan en su mayoría en Ginebra o en su zona de influencia.
Sin embargo, admitieron que existe un desequilibrio netamente favorable a los países industriales en lo que respecta a los 150 profesionales que se desempeñan en funciones políticas.
Entre los 26 directores, el rango más alto de la plantilla permanente, sólo están representados seis países en desarrollo: Brasil, Chile, Egipto, Líbano, Nigeria y Uruguay.
Pero la representación de las mujeres es aún peor, ya que apenas suman tres, añadió el funcionario que pidió no ser identificado.
La OMC atraviesa actualmente un período de desencuentros más agudos que los normales, debido a que se enfrenta a la empresa de preparar su cuarta conferencia ministerial, que debe sesionar del 9 al 13 de noviembre en la capital de Qatar.
El clima interno de la OMC se caracteriza por las diferencias entre los países industriales, partidarios de la convocatoria de una nueva ronda de negociaciones comerciales, y los países en desarrollo, que pretenden la aplicación plena de los acuerdos anteriores.
El documento de las seis organizaciones no gubernamentales sostiene que los procesos actuales en la entidad comercial reflejan las igualdades y los desequilibrios internos y muestran que la OMC no cumple con su mandato de desarrollo.
Las negociaciones en la OMC son dominadas por unos pocos países poderosos y muchas delegaciones continúan siendo excluidas de las consultas informales, se afirmó en la carta abierta.
Los países en desarrollo se encuentran en desventaja en la OMC, porque la institución actúa sin transparencia al establecer los temas de discusión en reuniones de grupos pequeños.
Gonzales, de WWF, explicó que las misiones de los países en desarrollo acreditadas en Ginebra tienen un promedio de 3,51 funcionarios, mientras que en el caso de los países industriales es de 7,38 negociadores.
Además, carecen de representación permanente en Ginebra 20 países miembros menos avanzados y en desarrollo, como también 11 con rango de observadores ante la OMC.
Con el aumento del número y de la frecuencia de las reuniones en la OMC, debido a las negociaciones previas a Doha, la participación de los países en desarrollo se ha perjudicado, observó la vocera de WWF.
En contraste, Rockwell observó que la OMC ha incrementado el número de reuniones para ampliar la información a los estados miembros y asegurar mayor transparencia.
Respecto de la transparencia externa, las seis ONG proclaman que la política comercial no puede quedar en manos de unos pocos que deciden en nombre de la mayoría.
En muchos casos, los ministros de comercio representan o escuchan únicamente a ciertos sectores de intereses empresariales. Las consecuencias se reflejan en resultados desequilibrados y, por otra parte, en falta de legitimidad.
Como remedio, las ONG proponen que los sectores afectados por el comercio y sus consecuencias, como los campesinos, las mujeres productoras, los parlamentarios y los ciudadanos comunes, tengan participación en la elaboración de reglas y políticas del sector.
Las ONG demandan que la próxima conferencia ministerial recomiende al consejo general, el máximo cuerpo de gobierno establecido en Ginebra, que elabore un amplio programa de trabajo sobre la reforma institucional.
Las modificaciones deben abarcar asuntos internos, como las reuniones, la toma de decisiones y la reforma del sistema de solución de diferencias.
También comprenderán aspectos externos, como las acreditaciones de las ONG, los mecanismos de cooperación con otras organizaciones intergubernamentales y el control parlamentario. (FIN/IPS/pc/dm/if/01)