Una película tailandesa recrea el levantamiento liderado por estudiantes en 1973, que logró derrocar a una dictadura militar y pagó el precio de casi 500 muertos y miles de heridos.
El filme, titulado «Sibsee Tula: Songkram Prachacon» («14 de octubre: La guerra del pueblo»), cuenta la vida de Seksan Prasertkul, dirigente de aquel levantamiento, militante durante cinco años del Partido Comunista, y en la actualidad conferencista de la Universidad Thammasat de Bangkok.
En los turbulentos años 70, llamados «la década del poder estudiantil», muchos jóvenes tailandeses se hicieron comunistas, influidos por el avance de la izquierda en Vietnam, Camboya, Laos y Birmania.
«Aquella experiencia fue la más valiosa de mi vida», sostiene Seksan, autor de varios libros, quien contribuyó a la redacción del guión y aún es un referente para los jóvenes del país.
«Nací cinco años después del levantamiento del 14 de octubre, pero conozco su historia por libros y documentales», dijo a IPS Vipavi Vimon, quien terminó hace poco sus estudios universitarios.
Las protestas de 1973 condujeron a la caída del régimen del entonces primer ministro Thanom Kittikachorn, quien había gobernado durante una década y suprimido la Constitución y el parlamento en 1971. Los manifestantes pedían una nueva Constitución y reformas democratizadoras.
Los militares emplearon rifles, helicópteros y tanques para masacrar a casi medio millar de personas que participaban en las movilizaciones y herir a miles de ellas, antes de que el rey Bhumibol Adulyadej interviniera y forzara la partida al exilio de Thanom.
Al año siguiente se formó el primer gobierno civil en 20 años, aunque fue derrocado por un nuevo golpe militar en 1976.
Muchos piensan que los acontecimientos de 1973 fueron a la vez los peores y los más gloriosos de la historia del país, gobernado por regímenes autoritarios con respaldo militar desde los años 30 hasta entonces, y desde 1976 hasta 1992.
El primer ministro Thaksin Shinawatra e integrantes de su gabinete que participaron en las protestas de 1973 asistieron el 8 de octubre al estreno de «Sibsee Tula» ante unas 2.000 personas.
«Vi la película para recordar lo que hicimos y meditar si logramos la democracia», dijo Saowanee Limmanon, ex dirigente estudiantil y actual secretario de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
«El filme puede lograr que los jóvenes entiendan la vida de sus padres y de la generación anterior», afirmó Charan Ditthaapichai, integrante de esa comisión.
Tres avances publiciatarios de la película realizados para televisión fueron censurados porque contenían filmaciones de crudas escenas de la represión de 1973, y hubo rumores de que el filme sería prohibido con el argumento de que podía «amenazar la seguridad nacional».
Uno de esos avances mostraba a soldados y policías que golpeaban a manifestantes desarmados, y luego una imagen de la bandera nacional, a las cuales se había sobreimpreso la leyenda: «La primera victoria de la juventud, con las manos desnudas».
«Creo en la madurez del público. Mi filme no difama a nadie ni exagera el conflicto», sostuvo el director, Bandit Rittikol, quien aseguró que su intención fue contar con lenguaje cinematográfico la historia de personas que hizo sacrificios por la democracia.
El organismo de 13 integrantes encargado de la censura de películas decidió que «Sibsee Tula» no contenía escenas inaceptables, contrarias a la ley o de violencia tal que justificara su prohibición.
«Pienso que el pueblo tailandés debería estar orgulloso de lo que ocurrió hace 28 años», comentó Bandit, quien trabajaba en 1973 como periodista de un diario local editado en inglés.
El título previsto para la película por Bandit y Seksan era «Khonlajan» («El cazador de la Luna»), pero la firma productora lo cambió para aumentar su atractivo comercial, contra la opinión de ambos.
Vipavi y otros espectadores se quejaron de ese cambio, ya que el título elegido por la compañía los hizo pensar que todo el filme se refería al levantamiento de 1973, en vez de contar la vida de Seksan.
La denominación original tenía dos sentidos. El más directo se refería a un episodio gracioso que le ocurrió a Seksan en la jungla, cuando escapaba de la persecución militar junto con varios compañeros.
El dirigente estudiantil se despertó sobresaltado en medio de la noche, cuando lo alcanzó la luz lunar, y pensó que era atacado.
Seksan dijo la «caza de la Luna» también simboliza sus días de militancia contra el gobierno militar, en los cuales perseguía un objetivo tan difícil de alcanzar como la luz lunar.
Este año se inauguró un monumento en Bangkok que conmemora el levantamiento de 1973, y el Ministerio de Educación anunció que planea editar un libro de texto sobre aquel acontecimiento para estudiantes de escuela secundaria.
Familiares de quienes murieron el 14 de octubre han pedido al gobierno que instituya en esa fecha el «Día de los Derechos y la Libertad del Pueblo», para honrar cada año a los mártires de la democracia. (FIN/IPS/tra-eng/cp/js/mp/cr ip/01