ARGENTINA: Mujeres entrarán en masa al Senado

Los protagonistas de la campaña para las elecciones legislativas del 14 de este mes en Argentina son varones, pero, sea cual fuere el resultado, la cantidad de senadoras se multiplicará al menos por 12.

Si bien estas elecciones están signadas por la apatía general, casi todos los votantes conocen el nombre de los candidatos masculinos pero ignoran el de las candidatas. Sin embargo, los partidos políticos están obligados a presentar dos postulantes titulares en cada provincia, un hombre y una mujer.

El porcentaje actual de mujeres en la cámara alta es de apenas 2,8 por ciento (dos mujeres en un total de 72), pero con las nuevas reglas que se aplicarán en estos comicios, dictadas por el presidente Fernando de la Rúa, su presencia en el Senado llegará por lo menos a 33,3 por ciento, es decir, 24.

La mayor presencia femenina en el Senado no necesariamente determinará un cambio drástico en las prioridades parlamentarias, pero las organizaciones de mujeres confían en que ese cuerpo legislativo dejará de ser el recinto en el que sistemáticamente se mandan al cajón los proyectos que las benefician.

Una de las principales impulsoras de la participación femenina en la actividad política, María José Lubertino, presidenta del Instituto Político y Social de la Mujer, no pudo recordar, consultada por IPS, el nombre de Mabel Müller, la candidata del opositor Partido Justicialista por la provincia de Buenos Aires.

Müller se postula junto al ex candidato a la presidencia y ex gobernador Eduardo Duhalde, coprotagonista en la provincia de Buenos Aires de una dura pugna con el ex presidente Raúl Alfonsín (1983-1989), candidato a senador del oficialismo, cuya compañera de fórmula es Diana Conti.

Otro de los candidatos más publicitados es Rodolfo Terragno, de la oficialista Alianza, que compite por un escaño por la ciudad de Buenos Aires junto con Vilma Ibarra.

Paradójicamente, la única mujer que figura entre las estrellas de esta elección, la diputada Elisa Carrió, no se postula a ningún cargo, a pesar de que es, entre todos los dirigentes políticos, varones y mujeres, la que tiene mejor imajen según todas las encuestas.

Pero muchos votantes creen equivocadamente que podrán elegirla, aunque los candidatos de su partido, Argentinos por una República de Iguales, son el diputado socialista Alfredo Bravo y la cantante de tangos Susana Rinaldi.

Carrió renunció a participar de la contienda mientras sea presidenta de la comisión parlamentaria que investiga casos de corrupción durante el gobierno de Carlos Menem (1989-1999), pero aparece en campaña respaldando a los candidatos de su partido, un desprendimiento de la Alianza oficialista.

El nuevo balance entre los sexos en el Senado puede predecirse porque no responde al azar, sino a las exigencias de la ley que impone una presencia mínima de 30 por ciento de mujeres en los primeros lugares de las listas presentadas para elecciones parlamentarias.

La ley de cupos está vigente desde 1993, pero solo se ha aplicado en las elecciones de diputados. La primera vez que se implemente en las elecciones de senadores será el día 14.

La aplicación de esta norma permitió que la proporción de mujeres en la Cámara de Diputados aumentara de cuatro por ciento al actual 28 por ciento.

En la Cámara de Diputados de 257 integrantes, cada provincia tiene una representación proporcional a su población, elegida por voto directo. En cambio, el Senado cuenta con tres representantes por provincia, elegidos por el Poder Legislativo de cada una.

Las legislaturas provinciales, integradas por hombres en su inmensa mayoría, eligieron mujeres para que las representaran en el Senado en escasas ocasiones. Cuando lo hacían, solía tratarse de la esposa, madre, hija o hermana de un funcionario, gobernador provincial o legislador.

Una reforma constitucional determinó en 1994 la elección directa de los senadores, dos por el partido más votado en cada provincia y el tercero por el segundo partido.

«Con la ley de cupo tal cual estaba, (las mujeres) no teníamos posibilidades en el Senado. Los varones nos dejaban afuera argumentando que no podían hacer la partición de 30 por ciento entre dos candidatos», explicó Lubertino.

«Por eso, apelamos al Poder Ejecutivo a fin de que reglamentara la ley específicamente para el Senado», agregó la dirigente.

El presidente Fernando de la Rúa emitió entonces un decreto según el cual uno de los dos candidatos a senador que postule cada partido por provincia debe ser mujer.

Eso garantiza que, cualquiera sea el resultado de las elecciones de este mes, la participación femenina en el Senado aumentará del actual 2,8 a por lo menos 33,3 por ciento. Se trata de «un importante cambio cuantitativo», según Lubertino.

«El aspecto cualitativo de esta presencia se deberá evaluar en el largo plazo. Pero, por la experiencia en la cámara baja, podemos anticipar que las legisladoras están sensibilizadas por su experiencia personal como mujeres, aunque no estén especialmente preocupadas por la agenda de género», añadió.

Para Lubertino, una vez que aumente la participación femenina en el Senado, será difícil que mueran en un cajón proyectos sobre salud reproductiva, sanciones para padres divorciados que no cumplan con las cuotas de alimentos o métodos de fertilización asistida.

«Hasta ahora, teníamos una cámara baja más progresista que daba media sanción a los proyectos que luego se frenaban al pasar al Senado. Esperamos que eso ahora no ocurra, y que el nuevo equilibrio de género permita que se dé un trato similar a esas cuestiones en ambas cámaras, sin retrocesos», confió Lubertino. (FIN/IPS/mv/mj/ip/01

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