AFRICA: Mucho ruido y pocas nueces de Estados Unidos

Ministros africanos visitaron Estados Unidos con la esperanza de que Washington aumentara la ayuda para la lucha contra el sida y redujera su deuda externa, pero el presidente estadounidense George W. Bush se limitó a hablar del terrorismo y las virtudes de la liberalización económica.

Los ministros debieron conformarse con una «fondo» de 200 millones de dólares para promover y asegurar las inversiones estadounidenses en Africa, una iniciativa del gobierno que beneficiará principalmente a las empresas de Estados Unidos.

«Fue una verdadera decepción», dijo a IPS un ministro de Africa austral luego de la reunión del lunes, el primer Foro de Cooperación Comercial y Económica de Africa Subsahariana-Estados Unidos creado por la Ley de Crecimiento y Oportunidad para Africa (AGOA).

«Pensamos que habría más carne que huesos», subrayó el ministro, y agregó que fue especialmente decepcionante que Bush no destinara más de los 200 millones de dólares que prometió este año a un fondo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para combatir el sida.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, solicitó 10.000 millones de dólares para detener la expansión de la pandemia de sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), que mata a un promedio de 6.500 africanos por día, o aproximadamente 1.000 personas más de las que murieron en los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington.

Legisladores de los partidos Demócrata y Republicano pidieron que el gobierno estadounidense destine 1.000 millones de dólares en los próximos dos años a ese fondo.

Pero Bush anunció que Washington sólo aportará más dinero al fondo contra el sida «una vez que demuestre éxito» en el combate contra la enfermedad, algo que recién podría verificarse el próximo año, según opiniones expertas.

«Los africanos deberían haberle dicho a Bush que están preparados para apoyar su coalición internacional contra el terrorismo una vez que él demuestre que está funcionando», señaló Salih Booker, director de la organización no gubernamental (ONG) Africa Action.

Pero «son demasiado educados para decirlo», precisó Booker, que calificó a la reunión de «otra oportunidad perdida para mostrarle a los africanos que a Estados Unidos realmente le interesan sus problemas».

La conferencia del lunes, que se extendió hasta la mañana de este martes para una sesión con el administrador de la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), Andrew Natsios, estaba prevista para el mes pasado.

La mayoría de los ministros partieron este martes para Filadelfia, donde participarían de otra conferencia organizada por la organización Corporate Council on Africa.

Entre los oradores de la conferencia en Washington estuvieron el secretario de Estado (canciller) Colin Powell, el Representante de Comercio Exterior Robert Zoellick, la Asesora de Seguridad Nacional Condoleezza Rice y el secretario del Tesoro Paul O'Neill.

El mensaje varió poco. Bush pidió a los gobiernos africanos que ratifiquen la Convención contra el Terrorismo, adoptada en Argel en 1999, y elogió el incremento comercial entre Estados Unidos y Africa desde la aprobación de la AGOA.

El mensaje de Powell fue similar. «El crecimiento es el motor al que debemos conectarnos todos si vamos a salir adelante juntos», dijo, agregando que el mismo es posible gracias al crecimiento del comercio y la inversión.

El Foro fue creado para subrayar los beneficios de la AGOA, reforzar la importancia de la liberalización económica en Africa y persuadir a los ministros de comercio que respalden el inicio de una nueva ronda de negociaciones internacionales en la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), a celebrarse en noviembre en Doha, Qatar.

Funcionarios estadounidenses esperaban que los africanos apoyaran una declaración conjunta en el Foro por una nueva ronda de negociaciones en Doha, pero la iniciativa no prosperó.

En reuniones recientes los líderes africanos señalaron que pretenden una mayor incidencia en las decisiones que toma la OMC, más inclinada a reflejar las prioridades de los países ricos, según Severina Rivera, experta en comercio de la organización humanitaria Oxfam International.

También pretenden una «evaluación creíble del impacto de las reglas de comercio existentes en sus economías» para asegurar que se benefician realmente del libre comercio y la inversión «antes de comprometerse a una nueva ronda de liberalización», dijo.

La AGOA, que el Congreso aprobó en 2000 luego de tres años de discusiones, permite el ingreso sin aranceles a miles de productos africanos para impulsar la inversión estadounidense en la región.

Pero para recibir ese beneficio, los países deben liberalizar sus economías, adoptar los programas de ajuste del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y otorgar a los inversores estadounidenses los mismos derechos que a los inversores de sus respectivos países, entre otras condiciones.

Hasta el momento, menos de 12 países exportan a Estados Unidos amparados por la AGOA, aunque un total de 35 podrían hacerlo.

El comercio con un puñado de países africanos que no producen petróleo aumentó sensiblemente desde que entró en vigor la AGOA, pero la ley es criticada por ONG y gobiernos por igual.

Una declaración conjunta de las ONG Africa Action, Oxfam International y ActionAID solicita la cancelación de los más de 300.000 millones de dólares que representa la deuda externa africana.

También aboga por el respaldo a las propuestas de Africa en la OMC, que se retiren las condiciones económicas para que los países africanos puedan beneficiarse con la AGOA y el incremento de la ayuda estadounidense al continente.

El gobierno de Bush propone reducir la ayuda bilateral a Africa de los 795 millones de dólares actuales a 790 millones de dólares en 2002. (FIN/IPS/tra-en/jl/aa/aq/ip/01

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