La inversión extranjera caerá este año en todo el mundo 40 por ciento debido al actual descenso del crecimiento económico general, pero la reducción del flujo a los países en desarrollo será de sólo seis por ciento, pronosticó la UNCTAD.
El flujo global de inversiones extranjeras directas (IED) ascenderán probablemente este año a unos 760.000 millones de dólares, estimó el secretario de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), Rubens Ricupero.
Las estimaciones de la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se basan en la información aportada por 51 países hasta el 3 de este mes.
Por esa razón, observó Ricupero, las cifras no reflejan las consecuencias de los ataques cometidos el día 11 contra sitios emblemáticos de Estados Unidos.
Durante la presentación del informe sobre las inversiones en el mundo correspondiente a 2001, el martes en Ginebra, Ricupero se negó a especular sobre los efectos en la economía internacional de los atentados en Nueva York y Washington.
El infome consigna que la merma pronosticada de 40 por ciento respecto del volumen sin precedentes de 1,3 billones de dólares registrado en 2000, representa la caída más pronunciada de los últimos 30 años y la primera desde 1991.
De todos modos, se espera que el nivel de los flujos de IED de 2001 superen el registro de 1998 y también el promedio verificado entre 1996 y 2000.
Gran parte de la disminución de 2001 se concentra en los flujos en las economías avanzadas de elevada industrialización, donde la caída equivaldrá a 49 por ciento.
Esas economías industrializadas recibieron en 2000 una IED de 1,005 billones de dólares y este año obtendrán solo 510.000 millones.
En cambio, la declinación en el caso de los países en desarrollo será menor, de apenas seis por ciento. En consecuencia, la participación de esas naciones en los flujos de IED se elevará 30 por ciento, superando el porcentaje de 1998.
La caída de las IED obedece en gran medida al fenómeno de reducción de las adquisiciones y fusiones transfronterizas, explicó Ricupero al presentar el Informe.
Al respecto, los aumentos significativos de los flujos de IED en 1999 (50 por ciento) y en 2000 (18 por ciento) se originaron en las grandes adquisiciones y fusiones, como los 200.000 millones de dólares que VodafoneAirTouch (Gran Bretaña) destinó para la compra de Mannesmann (Alemania) el año pasado.
Pero esa tendencia a las megatransacciones ha cambiado como consecuencia del retroceso en el crecimiento económico mundial, insistió Ricupero. Es probable que la tendencia cambie cuando se reanude la expansión económica en el mundo industrializado, pronosticó.
Además de suministrar las cifras de los flujos, el informe de la UNCTAD exhortó a los países a considerar la inversión como un elemento de mejoramiento de sus actividades internas.
Las inversiones deben establecer vinculaciones entre las filiales de las compañias transnacionales y las empresas proveedoras de capital local, sean pequeñas, medianas o grandes, dijo el economista británico Sanjaya Lall, uno de los autores del informe.
La UNCTAD alienta los vínculos interempresariales que benefician a las filiales extranjeras y a las compañías locales y que permiten la transmisión de nuevos conocimientos y de técnicas entre las empresas.
El informe propone la adopción de políticas para fomentar esos vínculos, basadas en los antecedentes exitosos registrados en países como India, Irlanda, Malasia y Singapur.
El documento deduce que la rápida expansión de las IED otorga mayor importancia a la producción internacional en la economía mundial y la convierte en la fuerza principal de la integración económica mundial.
En ese sentido, las 63.000 empresas transnacionales, que lideran las IED con sus 800.000 filiales en el extranjero, influyen cada vez más en los patrones de comercio y representan unos dos tercios del intercambio mundial de bienes y servicios.
Los países industrializados continuaron en 2000 dominando los flujos de IED, como receptores (71 por ciento) y como proveedores (82 por ciento).
Gran Bretaña y Francia desplazaron a Estados Unidos como primer inversionista en el exterior. Pero Estados Unidos sigue encabezando a los países receptores.
Las IED destinadas y originadas en Asia alcanzaron montos sin precedentes en 2000, concentradas en especial en la región administrativa especial china de Hong Kong, que reemplazó al resto de China como única mayor economía de origen y de destino en Asia.
Los 143.000 millones de dólares invertidos en Asia significaron un aumento de 44 por ciento respecto de 1999. Las IED originadas en la región sumaron 85.000 millones, con un aumento de 140 por ciento.
Sin embargo, se redujeron los flujos dirigidos a Asia sudoriental y meridional.
Las inversiones en América Latina y el Caribe descendieron 22 por ciento en 2000. Los principales receptores fueron Brasil y México, mientras que Chile fue el principal originario de inversiones de la región.
Africa tuvo un descenso de 13 por ciento, para sumar 9.100 millones de dólares. Los principales países receptores fujeron Angola, Egipto, Nigeria, Sudáfrica y Túnez.
Sudáfrica fue la primera fuente de IED para la misma región, con 40 por ciento del flujo de 1.300 millones originados en el continente. (FIN/IPS/pc/mj/dv/01