ERITREA: Recursos propios y apoyo de ONU para remover minas

Eritrea emplea recursos propios, con apoyo de agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y organizaciones no gubernamentales (ONG), para remover minas terrestres implantadas durante 30 años de conflictos con Etiopía.

En 1991, Asmara informó que sus combatientes habían removido unas 57.000 minas terrestres de los alrededores de la oriental ciudad de Ghinda, a unos 50 kilómetros de la capital eritrea, durante los seis meses posteriores al fin de la larga guerra que independizó al país de Etiopía.

En la actualidad, la ONU brinda asistencia al país para la remoción de minas, tras la reciente guerra con Etiopía (1998- 2000), que dejó el saldo de aun más artefactos explosivos sin detonar, incluyendo proyectiles, en gran parte de la región meridional.

Unas 70 personas murieron durante acciones del gobierno para remover minas, y «esa fue una de las causas de que la ONU decidiera ayudar», explicó Dave Edwards, jefe de operaciones en Asmara del Centro de Coordinación de Acciones relacionadas con Minas de las Naciones Unidas (UNMACC, por sus siglas en inglés).

Edwards es australiano y participó en campañas de remoción de minas en Afganistán.

El UNMACC coopera con la Misión de las Naciones Unidas en Eritrea y Etiopía (UNMEE, por sus siglas en inglés), creada a fines del año pasado para supervisar el proceso de paz entre ambos países y establecer una zona temporal de seguridad en la región fronteriza, plagada de minas terrestres.

Esta es la primera vez que el foro mundial combina una misión de mantenimiento de la paz con un centro de remoción de minas.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, exigió a Asmara y Adis-Abeba que aceptaran la intervención del UNMACC, para garantizar la seguridad de desplazados por el conflicto que regresan a sus hogares y de los propios integrantes de la fuerza de paz.

«Al comienzo teníamos dos mandatos: brindar información y asistencia a la UNMEE sobre las áreas minadas, y coordinar operaciones humanitarias de remoción en la zona de seguridad. Pero luego la ONU añadió el mandato de fortalecer la capacidad eritrea de remover minas», explicó Edwards a IPS.

Ese tercer mandato causó cierto malestar entre funcionarios de la ONU, ya que las acciones de capacitación se encomiendan por lo general al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pero en este caso el foro mundial consideró que el carácter técnico de la cuestión requería especialistas.

El UNMACC trabaja con dos instituciones locales: el gubernamental Programa de Acción relacionada con las Minas y la organización no gubernamental Agencia Eritrea de Remoción de Minas.

«Ambas están aún en la infancia, pero ya hemos entrenado a dos equipos de la agencia no gubernamental, y entrenamos en la actualidad a uno más», indicó Edwards.

Esa agencia es financiada por ONG de otros países, entre ellas DanChurchAid, de Dinamarca.

Cada uno de los equipos tiene 60 integrantes, y el UNMACC planea entrenar a ocho equipos, lo cual indica la magnitud del problema de las minas en el país.

«En la actualidad apoyamos al programa gubernamental mediante manuales de procedimientos, entrenamiento y provisión de materiales, y nuestro objetivo es lograr que esté en condiciones de coordinar todas las operaciones», señaló Edwards.

El experto no quiso indicar cuántas minas terrestres piensa que es preciso remover en el país.

«Ese tipo de cálculos pueden confundir, y preferimos hablar de la extensión del terreno minado, pero puedo decir que las minas y proyectiles sin detonar en Eritrea son un problema grave, porque la mayor parte de las regiones afectadas están en torno a aldeas, y se usan para ganadería y agricultura», señaló.

Los accidentes causados por la detonación de minas terrestres se hicieron más frecuentes con el retorno de personas desplazadas tras el fin de la guerra.

De mayo a agosto, los muertos o heridos debido a esos accidentes fueron en promedio 14 por mes, según datos oficiales, pero Edwards sospecha que muchos casos no fueron registrados.

«A fines de este año realizaremos un conteo nacional de minas y proyectiles sin detonar, que nos brindará una visión más certera de la situación. Las Fuerzas de Defensa Eritreas nos han proporcionado algunos datos que aún no hemos verificado, y esperamos datos de Etiopía», informó.

Entre las instituciones que cooperan con el UNMACC en Eritrea está la ONG británica HALO Trust, que coordina la remoción de minas por parte de 430 personas, en su mayoría eritreas, y emplea perros adiestrados para la tarea.

El Grupo de Remoción de Minas Dinamarqués realiza tareas de supervisión, desactivación de proyectiles y remoción manual y por medios mecánicos, con equipos donados por el gobierno de Dinamarca.

La firma RONCO, proveedora del Departamento de Estado estadounidense, aporta entrenamiento a soldados eritreos y perros adiestrados. (FIN/IPS/tra-eng/js/mn/mp/ip/01

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