Treinta y cuatro cancilleres americanos congregados en la capital peruana condenaron hoy el ataque terrorista contra Nueva York y Washington, mientras las bolsas de valores regionales caían y el petróleo subía.
Los atentados en Estados Unidos allanaron en Lima la discusión sobre la Carta Democrática Interamericana, que fue firmada este martes por los cancilleres participantes en la asamblea extraordinaria de la OEA, incluso por el secretario de Estado estadounidense Colin Powell, quien postergó su regreso a Washington hasta cumplir con esa ceremonia.
La embajada estadounidense en Uruguay fue evacuada ante una amenaza de atentado con bomba y Estados Unidos cerró su frontera con México, para impedir la huida por ese paso de los cómplices de quienes destruyeron las torres gemelas del World Trade Center, en Nueva York, y atacaron en Washington el Pentágono, sede del Departamento de Defensa.
Las bolsas de valores latinoamericanas se derrumbaron, horas después de que los mercados de Europa reaccionaran con una generalizada caída ante las noticias procedentes de Nueva York y Washington.
El índice líder latinoamericano, el Bovespa, de la bolsa de Sao Paulo, perdió más de nueve puntos en la jornada de este martes, y la bolsa de Caracas suspendió su sesión a causa de los atentados en Estados Unidos.
Mientras, la posibilidad de represalias de Estados Unidos en Medio Oriente disparó los precios internacionales del petróleo.
«Los especuladores hacen fiesta hasta de una tragedia como la que afronta Estados Unidos», dijo en Caracas el ex ministro Alí Rodríguez, secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. El incremento de precios fue en promedio de tres dólares.
En Buenos Aires, fueron evacuadas dos instituciones judías, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas y el nuevo edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
La AMIA fue volada por un coche bomba en 1994, dos años después de que otro atentado destruyera la embajada de Israel en Argentina. En el primer episodio hubo 86 muertos y en el segundo, 29. La justicia no ha logrado completar la investigación de ninguno de los dos casos.
El presidente de México, Vicente Fox, comunicó al mandatario estadounidense George W. Bush los sentimientos de pesar y la solidaridad de su país ante los trágicos hechos.
También informó haber ordenado suspender en señal de duelo la celebración en las misiones diplomáticas mexicanas en Estados Unidos de la fiesta nacional de México, el 15 de este mes.
Así mismo, el gobierno de Fox dispuso medidas de precaución semejantes «a las que otros países están implementando» para garantizar el funcionamiento de los mercados financieros y de la banca.
«Reiteramos nuestra condena más enérgica a toda forma de violencia y hacemos votos porque la paz reine en todo el mundo», dijo Fox.
Todos los vehículos son inspeccionados en la frontera de Estados Unidos con México y sólo se permite el paso a los ciudadanos estadounidenses. Estados Unidos cerró así mismo sus aeropuertos a los vuelos comerciales de toda procedencia.
En Lima, Powell señaló a la asamblea extraordinaria de la OEA (Organización de Estados Americanos), en dramática intervención, que el terrorismo no debe impedir la consolidación de la democracia.
El secretario de Estado suspendió su visita a Colombia, donde era esperado este martes, para regresar a Washington después de firmar la Carta Democrática, un instrumento que compromete a los países de América a defender la constitución y los derechos políticos y civiles.
«El terrorismo es una amenaza contra la democracia, un crimen que se propone doblegar a la conciencia ciudadana. Pero no prevalecerá. Nosotros también lo hemos sufrido y hemos tenido que enfrentarlo», dijo por su parte el presidente peruano Alejandro Toledo, que concurrió este martes a la sesión de clausura de la asamblea de la OEA.
Toledo destacó «el coraje» de Powell, por permanecer en la reunión hasta estampar su firma en el documento.
El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Lafer, expresó que los atentados en Nueva York y en Washington «son una razón adicional para aprobar un instrumento internacional contra las amenazas a la democracia».
«La Carta Democrática es un documento que preserva y reafirma el imperio de la legalidad institucional. Agrega valor a la Organización de Estados Americanos, pues le confiere herramientas para defender a la democracia», dijo Lafer.
Por su parte, el canciller ecuatoriano Heinz Moller, dijo que «la oportunidad permite expresar el alto grado de compromiso de solidaridad de los países de la región, para defender la legalidad democrática y hacer frente a las amenazas antidemocráticas».
«Venezuela está al lado del pueblo y del gobierno norteamericano en este momento tan triste para ellos. No hemos dudado en rubricar un documento como la Carta Democrática, porque expresa el sentimiento de unidad y solidaridad continental», declaró el canciller venezolano Luis Alfonso Dávila.
Pero en Buenos Aires, la mayoría de los comentarios de quienes llamaron este martes a emisoras de radio para referirse a los atentados en Nueva York y Washington fueron críticos hacia Estados Unidos.
La magnitud de las críticas fue tal que algunos locutores leían las intervenciones de los oyentes con temor a incurrir en apología del delito. Pero quienes se comunicaron con las radios aclararon que su propósito no era «celebrar la muerte».
Joaquín Roy, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad de Miami, advirtió que la dimensión del traumatismo asestado a Estados Unidos «rebasa todo lo imaginable» y no es posible predecir las consecuencias de los ataques de este martes.
Roy, que predijo el endurecimiento de las operaciones de seguridad de Estados Unidos, señaló en una columna para IPS (http://ipsenespanol.net/columnas.shtml) que el mundo debe encajar el golpe como si lo fuera contra sus propios intereses, y no cometer el error garrafal de suponer que esto es un ataque selectivo contra los estadounidenses. (FIN/IPS/ff/ip/01
