COMERCIO: Polémica sobre las medicinas sacude a la OMC

El debate sobre los obstáculos que imponen las patentes farmacéuticas al acceso a la salud en los países en desarrollo volvió a conmocionar esta semana la OMC, y amenaza con repetirse en la conferencia ministerial de la organización en noviembre.

La polémica enfrenta a los países en desarrollo, que proclaman el derecho a copiar las fórmulas de las medicinas para dar tratamiento a bajo precio a sus enfermos, con algunos países industriales, que protegen las patentes de sus transnacionales farmaceuticas.

Una reunión especial de la OMC (Organización Mundial de Comercio) resolvió este miércoles que la controversia se dirimirá en Doha, Qatar, donde se reunirá la conferencia ministerial entre el 9 y el 13 de noviembre.

Los países en desarrollo lograron consenso para su iniciativa de que la conferencia de Doha emita una declaración separada dedicada únicamente a fijar la posición de la OMC sobre el acceso a los fármacos.

La decisión fue adoptada en una sesión especial del consejo de los Acuerdos sobre Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), el tratado de la OMC que regula, entre otros asuntos, las patentes farmacéuticas.

Los detalles de la inclusión del problema de las patentes en el orden del día de Doha serán convenidos en los próximos días por los presidentes del consejo de los ADPIC, Alejandro Jara, de Chile, y del consejo general de la OMC, Stuart Harbison, de Hong Kong.

Un grupo de países en desarrollo, liderado por el bloque africano, presentó un borrador de la declaración propuesta para que los ministros aprueben en Doha.

La iniciativa de los países en desarrollo, presentada por la delegación de Zimbabwe, propone básicamente que los ministros declaren que ninguna regla de los ADPIC impide que los miembros de la OMC adopten medidas para proteger la salud pública.

Los ministros deberán reconocer que el texto de los ADPIC concede a los estados miembros de la OMC la flexibilidad suficiente para dictar políticas de salud que aseguren medicinas económicas sin incurrir en violaciones de los derechos de propiedad intelectual.

Las precisiones que los países en desarrollo reclaman a la conferencia de Doha incluyen una suspensión de las acciones legales por supuestas violaciones de los ADPIC, que en la actualidad amenazan a varias naciones.

También comprenden a las licencias obligatorias, el derecho de los estados a autorizar la copia de fórmulas para producir fármacos a bajo precio en situaciones de urgencia, y a las importaciones paralelas, que autorizan a comprar en el exterior drogas a menor precio que las fabricadas por los poseedores de la patente.

En contraste con la posición de los países en desarrollo, cinco naciones industriales, Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón y Suiza, presentó otro borrador que recoge los argumentos esgrimidos por las transnacionales farmacéuticas en el debate.

La organización independiente Oxfam, con sede en Gran Bretaña, dijo el lunes que las compañias transnacionales, las mayores beneficiarias de la mundialización de las normas sobre la propiedad intelectual, tienen grandes intereses en el debate en la OMC.

Las compañias estadounidenses de ese sector obtuvieron el año pasado ingresos en el exterior por 36.500 millones de dólares, solo en concepto de regalías y derechos de patentes, más de la mitad de lo recaudado en todo el mundo.

Durante el debate en la OMC, Estados Unidos y Suiza, los dos países sedes de los principales laboratorios farmacéuticos del mundo, rechazaron que las normas de los ADPIC obstaculicen el acceso a medicinas de bajo precio.

Ellen 't Hoen, portavoz de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF), observó que surgieron contradicciones entre los cinco países firmantes del borrador favorable a las transnacionales, pues Canadá y Australia, dijo, expusieron posiciones discrepantes con ese texto.

«Parece que tienen que poner orden en sus asuntos internos», ironizó.

La representante de MSF puso de relieve la importancia de la decisión de emitir una declaración separada en Doha para aclarar el alcance de las normas de la OMC.

La delegación de Zimbabwe recordó que varios países, como Sudáfrica, afrontaron problemas legales por la falta de claridad en la interpretación de los ADPIC.

En referencia al caso de Sudáfrica, la representación de Zimbabwe expusó que compañías y estados han cuestionado «nuestras legislaciones nacionales». Por ese motivo, reclamó una aclaración.

La acción judicial contra el gobierno de Sudáfrica fue iniciada por 49 compañias transnacionales, que finalmente desistieron ante la reacción del país demandado y de la opinión internacional.

La representante de MSF comentó que mientras sesionaba este miércoles el consejo de los ADPIC, numerosas organizaciones dedicadas a la lucha contra el sida llamaron a la OMC para reclamar que la organización preste atención a sus problemas y adopte las decisiones adecuadas.

Ellen 't Hoen se declaró optimista por los resultados de la reunión de la OMC y observó que la cuestión del acceso a las medicinas no se reduce a una discusión entre diplomáticos, pues, dijo, interesa a muchos millones de personas en el mundo y eso marcará una diferencia. (FIN/IPS/pc/mj/if he/01

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