Una nueva ley de Zimbabwe prohíbe fijar precios a partir de la cotización del dólar estadounidense en el mercado negro, y ha agravado la crisis económica causada por escasez de divisas durante los dos últimos años.
La ley, aprobada la semana pasada, obliga a todos los vendedores de bienes y servicios, importados o locales, a fijar sus precios según la cotización oficial de 55 dólares de Zimbabwe por cada dólar de Estados Unidos.
El precio de la divisa estadounidense llega hasta 350 dólares de Zimbabwe en el mercado negro, debido a su escasez. Ese alto precio determina que la mayoría de los dólares que ingresan en el país terminen en manos de los cambistas ilegales.
La nueva norma, llamada Orden de Control de Cambios 2001, es muy criticada por las firmas locales, que afrontan importantes problemas debido al descenso de la demanda, las altas tasas de interés que deben pagar a cambio de préstamos, y la elevada inflación.
La falta de divisas ha provocado escasez de combustible, y muchas empresas tienen graves dificultades para adquirir insumos y distribuir sus productos, advirtió la Confederación de Industrias de Zimbabwe (CZI, por sus siglas en inglés).
En la actualidad, la actividad industrial es en promedio la mitad de la posible, y la mayor parte de los subsectores han debido reducir la escala de sus actividades, aseguró.
El principal economista de la CZI, Farai Zizhou, dijo a IPS que esa organización recibe muchas consultas de sus miembros y les aconseja que cumplan la ley, pero que también desea «evitar el colapso de los negocios» y «trata de encontrar una salida».
«Esta ley va a causar dificultades muy graves. Algunos de nuestros afiliados dicen que se verán obligados a cerrar sus negocios», añadió.
La CZI instó al gobierno la semana pasada a repensar su decisión sobre el control de cambios.
«En el corto plazo, los industriales que pagan sus insumos en dólares estadounidenses deberán suspender su actividad», sostuvo en una declaración escrita el presidente de la CZI, Jacob Dube.
Esos industriales no pueden fijar precios a sus clientes en moneda local, a partir del tipo de cambio oficial, tras haber pagado sus costos de producción en dólares estadounidenses mucho más caros, que debieron adquirir en el mercado paralelo «debido a una situación de la cual no son culpables», explicó.
Tras la aprobación de la nueva ley, muchas firmas decidieron exigir a sus clientes que paguen en dólares estadounidenses, con la obvia intención de vender luego esas divisas en el mercado negro.
Agencias de viajes y aerolíneas sostienen que se ven obligadas a cobrar sus servicios en moneda extranjera, con perjuicio para las personas que deciden emigrar en busca de mejores perspectivas económicas.
Esos emigrantes se dirigen sobre todo a Gran Bretaña y Estados Unidos, y su número ha ido en aumento desde el año pasado.
Hace dos semanas, la agencia local de la aerolínea sudafricana Suth African Airlines dejó de aceptar pagos en dólares de Zimbabwe, con el argumento de que había acumulado una cantidad excesiva de la moneda local.
La aerolínea británica British Airways también informó a los agentes de viajes locales que sólo acepta moneda extranjera.
En la actualidad, sólo la aerolínea nacional Air Zimbabwe acepta moneda local, «pero no emplea el tipo de cambio oficial de 55 dólares de Zimbabwe por dólar estadounidense, sino que cotiza el dólar de Estados Unidos a 130 dólares locales», dijo a IPS un agente de viajes.
Desde el año pasado cerraron más de 100 firmas vinculadas con el negocio de los viajes, debido a la crisis económica, entre ellas las agencias locales de la aerolínea francesa Air France, la austríaca Austrian Airlines, la holandesa KLM, la alemana Lufthansa, la australiana Qantas y la suiza Swiss Air.
Las pocas aerolíneas que aún operan en el país informan que sus ganancias han caído en forma grave y que es probable que deban cesar sus actividades locales.
«Nos parece bien que las autoridades tengan la intención de dar cierta apariencia de orden a la situación del mercado de cambios, pero la CZI piensa que esta medida no nos acerca a la solución del problema básico», sostuvo Dube.
La escasez de divisas comenzó en 1999, cuando el Fondo Monetario Internacional (FMI) suspendió su asistencia para equilibrar la balanza de pagos nacional, y esa decisión fue seguida por el cese del apoyo de muchos países donantes occidentales a las reformas económicas impulsadas por el goierno.
Una delegación del FMI visitará el país en septiembre, para discutir con las autoridades la posibilidad de reanudar la asistencia de ese organismo. (FIN/IPS/tra-eng/lm/mp/if ip/01