La economía de América Latina y el Caribe se expandirá sólo dos por ciento este año, predijo hoy la Cepal en un proyección actualizada, que refleja una disminución del crecimiento regional «particularmente frustrante».
José Antonio Ocampo, secretario ejecutivo de Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), señaló que el nuevo cuadro echa por tierra las previsiones de comienzos de 2000, cuando se calculó que la región iniciaría un nuevo ciclo expansivo.
El incremento de dos por ciento del producto interno bruto (PIB) regional previsto para 2001 es la mitad del cuatro por ciento registrado el año anterior, y se atribuye a condiciones externas e internas más desfavorables que las previstas originalmente.
«Este escenario (de caída del crecimiento) podría ser aun más adverso (hacia fines de año)» si no hay un claro cambio «de las tendencias de la economía mundial», dijo Ocampo, al presentar el «Estudio económico de América Latina y el Caribe 2000-2001» de la Cepal.
Esta agencia regional de la Organización de las Naciones Unidas radicada en Santiago de Chile ha debido modificar sus proyecciones cuatro veces en menos de un año.
En diciembre de 2000, Cepal señaló que, como consecuencia de la prevista pérdida de dinamismo de la economía de Estados Unidos, la expansión del PIB regional bajaría levemente, de cuatro por ciento ese año a 3,8 por ciento en 2001.
El 22 de marzo, Ocampo señaló que el crecimiento del producto «podría ser de 3,5 por ciento o menos».
El 15 de mayo, en su informe «Perspectivas de América Latina en el nuevo contexto internacional 2001», Cepal bajó las previsiones a tres por ciento, debido a que el impacto de la desaceleración económica en los Estados Unidos se mostraba mayor de lo esperado.
La proyección divulgada este jueves, de un aumento del PIB de apenas dos por ciento, es consecuencia del sostenido deterioro de las condiciones internacionales, tanto en Estados Unidos como en Europa y los países asiáticos en desarrollo, incluyendo Japón.
Las críticas condiciones de la economía mundial llevaron a una marcada desaceleración del comercio mundial, que «ha repercutido en las economías de América Latina y el Caribe en un menor crecimiento de las exportaciones como en menores precios de las materias primas», apunta el informe.
Los déficit comerciales y de cuenta corriente, así como la devaluación de las monedas, han afectado a numerosos países, sobre todo en el sur de América Latina, donde Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay sufren el impacto de la crisis de Argentina.
El Cono Sur, sin considerar a Brasil, tendrán una caída promedio de alrededor de 0,1 por ciento, debido a un retroceso de uno por ciento en Argentina y un crecimiento nulo en Uruguay, de tres por ciento en Chile y de uno por ciento en Paraguay.
Brasil tendrá un aumento inferior a tres por ciento, mientras que México, la segunda mayor economía de la región, crecerá apenas sobre dos por ciento.
El mejor comportamiento se prevé para el Caribe, con un crecimiento del PIB de cuatro por ciento, mientras que en la Comunidad Andina de Naciones y en América Central los promedios de expansión del producto superarán levemente dos por ciento.
Los únicos países latinoamericanos que tendrán un efectivo aumento en el crecimiento del producto respecto de 2000 serán Ecuador, El Salvador, Colombia, Haití y Paraguay, de acuerdo con las proyecciones de Cepal.
Uno de los escasos aspectos positivos del informe está en una nueva caída de la inflación regional, que se situaría en un promedio ponderado de 7,5 por ciento, frente a nueve por ciento del año pasado.
Sin embargo, este nuevo descenso de la inflación será la consecuencia lógica de las contracciones en el consumo provocadas por la pérdida de dinamismo en el crecimiento del PIB.
Del mismo modo, Cepal prevé que la desocupación regional, de nueve por ciento en 2000, bajará este año a 8,5 por ciento, como efecto de una menor proporción de participación laboral, lo cual también es consecuencia de la desaceleración económica. (FIN/IPS/ggr/mj/if/01
