Argentina pretende que el tango, el más popular de los géneros nacionales de música y danza, se transforme en un producto de exportación y atraiga divisas y turistas.
Los estudios indican que al tango no le falta mercado. Sesenta por ciento de los seguidores del género en sus distintas variantes se encuentran en el extranjero, la mayoría en Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia y Japón, según la consultora internacional Booz Allen & Hamilton.
La firma estimó que el negocio del tango moviliza unos 2.000 millones de dólares al año en todo el mundo, a través de bares y restaurantes especializados, salones de baile, clases de danza y festivales, además de una gran variedad de artículos alusivos.
La exportación argentina de productos relacionados con el tango, hoy calculada en 180 millones de dólares, podría subir a 400 millones en 2005, según Booz Allen & Hamilton.
Más amplias aún son las posibilidades de crecimiento del negocio del tango en la cuna del centenario género artístico, Buenos Aires, a donde acuden 1,7 millones de turistas por año, de acuerdo con estadísticas del gobierno local.
«Debemos aprender a vender al país a través del tango», dijo a IPS el productor de espectáculos Juan Fabbri. La red informática mundial Internet puede ser una ventana para este movimiento, agregó.
Numerosos artistas de renombre internacional, como el actor Robert Duvall y la actriz y cantante Madonna, ambos estadounidenses, llegaron a Argentina seducidos por el tango.
Lo mismo le sucedió a numerosos turistas que decidieron regresar a este país para aprender la danza, y hasta para enseñarla, como es el caso de una pareja de europeos se radicó en Buenos Aires.
El principal símbolo de identidad de Argentina en el exterior es el tango, seguido por el ex astro del fútbol Diego Maradona, muy popular en todas las latitudes, según un estudio realizado por el Instituto Superior de la Cámara de Comercio a fines de los años 90.
Después de Maradona, en la lista figuran el fútbol en general, la carne vacuna, el mate (la infusión hecha a base de yerba mate) y el cantante de tangos Carlos Gardel. Estos símbolos ayudarían a «vender» productos argentinos en el exterior, de acuerdo con el estudio.
Pero muchos turistas extranjeros deben buscar en Buenos Aires los salones de baile y los locales donde se realizan recitales de tango como si se tratara de tesoros escondidos. Los recorridos turísticos cuentan con escasos espectáculos del género donde el desalentado visitante pueda gastar su dinero.
Mientras, cada turista gasta en la ciudad estadounidense de Nueva Orleans 500 dólares en promedio en espectáculos de jazz y artículos relacionados con el género, desde que llega hasta que se va del lugar.
La investigación de Booz Allen & Hamilton indica que 98 por ciento de los turistas extranjeros llegan a Buenos Aires con la esperanza de «consumir» tango, pero que sólo 16 por ciento lo logran.
Unos 15.000 estudiantes de academias (escuelas) tangueras de danza de Berlín y de París visitan cada año Buenos Aires para especializarse. A este contingente podrían sumarse los 3.000 alumnos que aprenden a bailar el tango en Japón.
En Japón, un canal de televisión sobre tango tiene dos millones de abonados, recordó Fabbri. El disco grabado por la cantante argentina Susana Rinaldi con una orquesta de 40 músicos de Finlandia agotó su edición en ese país, agregó.
Centenares de jóvenes bailarines, cantantes y músicos se lanzan a conquistar el público extranjero por su cuenta. Luciana Garrido se vio obligada a dejar de lado sus trabajos como socióloga y profesora de expresión corporal cuando su profesor de danza le propuso acompañarlo en sus giras por el exterior.
«Es sólo por un tiempo, no sé cuánto… No puedo seguir a este ritmo», dijo a IPS. Garrido vive la mitad del año en Argentina y el resto se dedica a recorrer Estados Unidos para enseñar la danza en clubes sociales.
«En el interior de Estados Unidos hay una fuerte tradición de baile en salones, por eso les gusta mucho recuperar esa costumbre mediante el aprendizaje del tango», explicó Garrido, que ya está integrada en un nuevo movimiento de exportación. (FIN/IPS/mv/mj/cr/01