AGRICULTURA: Países en desarrollo claman por el libre comercio

El Norte industrial destaca en su discurso los beneficios del librecambio para el Sur, pero son países en desarrollo los que libran la batalla por la fluidez del comercio agrícola, mientras los ricos cierran su mercado.

Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Japón y Corea del Sur aumentan cada año los subsdios a sus agricultores y limitan a un régimen de cuotas la importación de productos agropecuarios.

También firman compromisos para reducir el proteccionismo, aunque a cambio de una mayor apertura de los mercados del Sur a los bienes industriales y los servicios.

Los países en desarrollo aumentaron en los años 90 sus exportaciones agrícolas y su participación en el comercio sectorial subió de 40 a casi 43 por ciento. Pero en promedio, tuvieron saldo comercial negativo, de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

La razón principal del deterioro de la balanza comercial del Sur, aclaró la OCDE, son las subvenciones a la producción y a las exportaciones agrícolas.

Se trata de unos 370.000 millones de dólares anuales destinados por los gobiernos del Norte a mantener una competitividad artificial, en perjuicio de países más eficientes en materia agropecuaria.

La cuestión de los subsidios y de las restricciones al comercio de productos de la agricultura será debatida, una vez más, en la reunión ministerial que el Grupo de Cairns realizará del lunes al miércoles en el centro turístico uruguayo de Punta del Este.

Los países que conforman el Grupo de Cairns, creado en 1986, producen un tercio de las exportaciones agrícolas mundiales. Reclaman la liberalización del intercambio y la apertura de negociaciones sectoriales en la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Exigen que la agricultura sea tratada igual que los bienes industriales, y no con niveles de protección que son hasta diez veces mayores.

Los integrantes del grupo son: Argentina, Australia, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Fiji, Filipinas, Guatemala, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Paraguay, Sudáfrica, Tailandia y Uruguay. Quince son países en desarrollo.

Egipto y Pakistán también enviarán representantes a Punta del Este y podrían sumarse al Grupo de Cairns en los próximos meses.

Los cancilleres y ministros de Agricultura aguardados en Punta del Este intentarán alcanzar una posición común en materia de liberalización del comercio agrícola, a fin de llevarla a la cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, prevista en Qatar del 9 al 13 de noviembre.

En forma paralela al cónclave de ministros se reunirán los representantes del sector privado de los mismos países, preocupados por el debilitamiento de precios a causa de los subsidios.

Las posibilidades de acuerdo en los dos ámbitos de debate parecen altas, pero no puede asegurarse que la fuerza del Grupo de Cairns sea suficiente para inclinar a su favor el debate internacional sobre comercio agrícola.

Alejandro Delfino, representante de la Sociedad Rural, una influyente organización de empresarios agropecuarios de Argentina, señaló a IPS que los avances en ese sentido «son paupérrimos».

«Los grandes líderes del comercio agrícola, sobre todo la UE, Estados Unidos y Japón, frenan la presión para lograr progresos en la liberalización», observó Delfino.

No obstante, distinguió entre Estados Unidos y el resto de los países que protegen su agricultura. Incluso el representante de Comercio exterior de Estados Unidos, Robert Zoellick, estará presente en Punta del Este junto a los ministros del Grupo de Cairns.

Washington asigna más de 100.000 millones de dólares anuales en apoyo de la agricultura, pero se ha manifestado a favor de la reducción de los subsidios, en oposición a la UE. «A Estados Unidos le conviene que Cairns esté batallando contra la UE», dijo Delfino.

El Grupo de Cairns exige básicamente que se eliminen las subvenciones que distorsionan el comercio y que mejore sustancialmente el acceso de los productos agrícolas a los mercados.

«Eso traería importantes beneficios en términos de crecimiento económico, mejora del bienestar, seguridad alimentaria y desarrollo sustentable», aseguraron el año pasado los ministros del grupo.

Un ejemplo de las dificultades de acceso a los mercados es la miel, señaló Delfino. Argentina es el primer exportador mundial de miel y 50 por ciento de sus colocaciones ingresaban hasta este año a Estados Unidos.

Pero los apicultores estadounidenses presentaron una demanda por supuesta competencia desleal y consiguieron que el Departamento de Comercio impusiera un arancel aduanero de 50 a 60 por ciento a la producción que llegaba de Argentina.

La medida -dispuesta en mayo- provocó la airada protesta de los productores argentinos, quienes advirtieron al gobierno de Fernando de la Rúa el peligro que corrían 50.000 fuentes de empleo en cooperativas apícolas.

La cancillería reclamó ante el gobierno estadounidense y condicionó incluso la negociación en otros terrenos a la revisión de los aranceles impuestos.

El canciller Adalberto Rodriguez Giavarini advirtió a Washington que la negociación por el Area de Libre Comercio de las Américas, una iniciativa de Estados Unidos, corría riesgo si se ponían trabas a exportaciones latinoamericanas.

Finalmente se llegó a un entendimiento, que para los apicultores argentinos significó una derrota.

El Departamento de Comercio de Estados Unidos se comprometió a firmar en septiembre un acuerdo para establecer «temporariamente» una cuota de 30.000 toneladas de miel argentina -30 por ciento menos de las importaciones previas. Los embarques sólo podrán reanudarse en diciembre.

Los problemas comerciales sectoriales del Sur con el Norte se multiplican e ilustran las dificultades que los agricultores del mundo en desarrollo encuentran al llegar a las puertas de los mercados con una producción eficiente desde el punto de vista económico y ambiental.

Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, que conforman el Mercosur (Mercado Común del Sur), harán un paréntesis en las deliberaciones del Grupo de Cairns para conversar con Zoellick sobre el proyecto de negociación del libre comercio con Estados Unidos.

Estados Unidos anunció el diálogo con el Mercosur al tiempo que concedía su aval a un crédito del Fondo Monetario Internacional a Argentina.

El Mercosur, que tiene un peso económico importante, puede obtener algunas ventajas de esa negociación «cuatro más uno», aunque será difícil obtener importantes concesiones de Estados Unidos, señaló a IPS Mario Marconini, un experto brasileño. (FIN/IPS/mv/ff/if ip/01

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