Escándalos sexuales y acusaciones de malversación de fondos crean graves problemas de imagen al culto internacional de Krishna y causan enfrentamiento de facciones en calles y tribunales.
Krishna fue un líder espiritual de la región septentrional de India hace unos 5.000 años y es considerado un dios por sus seguidores de la Sociedad Internacional para la Conciencia de Krishna (ISKCON, por su acrónimo en inglés), más conocidos como movimiento «Hare Krishna» por la invocación que suelen entonar.
En abril, devotos con sus típicas túnicas color azafrán y sus cabezas rapadas, como los que suelen cantar y danzar en las calles, se agredieron a pedradas frente al templo de la ISKCON en la ciudad nororiental india de Kolkata (Calcuta).
La policía intervino para controlar el disturbio y arrestó a varios integrantes del culto.
El mes pasado, se hicieron públicas discrepancias internas cuando tendencias rivales se disputaron la conducción de la procesión de «Rathyatra», un festival callejero anual realizado en Kolkata y en Nueva York, en el cual los devotos transportan un gran carruaje.
Las tendencias enfrentadas son el Cuerpo de Gobierno de la ISKCON, controlado desde Estados Unidos y con sede en laciudad nororiental india de Mayapur, y el Movimiento de Renacimiento de la ISKCON, conducido por Adridharan Das, quien era presidente de la filial de Kolkata y fue expulsado.
La ISKCON fue fundada en Nueva York en 1966 por el profesor de filosofía Srila Prabhupada, conocido por sus seguidores como Bhaktivedanta Swami Prabhupada, y se transformó con rapidez en un movimiento mundial.
Uno de los primeros conversos más famosos fue el británico George Harrison, integrante del grupo musical Los Beatles, quien incluyó la invocación a Krishna en la canción «My sweet Lord» (Mi dulce Señor), su mayor éxito internacional como solista.
Prabhupada tradujo al inglés el antiguo texto hindú «Bhagvad Gita» (La canción de Krishna), que contiene teorías sobre la transmigración de las almas y su liberación final.
Cuando el fundador falleció en 1977, su legado también incluyó una organización internacional con más de 100 templos, centros, escuelas, granjas comunitarias y restaurantes dirigidos por unos 3.000 integrantes de la ISKCON con dedicación total. La disputa por el control de esa organización se agudizó desde entonces.
En 1988, el secretario de relaciones públicas de la ISKCON y director de su periódico, Nori J Muster, abandonó el culto y escribió el libro «Traición al espíritu».
En esa obra, Muster acusó a dirigentes de la organización de narcotráfico, acumulación de armas, fraude en la recolección de fondos, abuso sexual contra la infancia y asesinato. También describió cismas que alejaron de la ISKCON a 95 por ciento de sus primeros integrantes.
«El origen de los actuales problemas de la ISKCON es la proliferación de gurús (directores espirituales)», afirmó Das.
Gurú significa «venerable» en sánscrito.
«Nuestro fundador estableció dentro de la ISKCON un sistema en el cual él era el único gurú 'diksha' (iniciador) de nuevos discípulos», indicó el expresidente de la filial de Kolkata.
«Después de 1977, sus principales seguidores se autoasignaron el papel de iniciadores, y en la actualidad hay unos 90 gurús, muchos de los cuales han sido acusados de delitos sexuales o están presos», señaló.
«Nuestra primera y principal misión es restaurar la jerarquía del fundador como único gurú, y quitar ese título a los 90 que disfrutan en la actualidad los bienes de la ISKCON», añadió.
Dayaram Das, integrante del Cuerpo Gobernante de la ISKCON, dijo a IPS en Mayapur, a unos 100 kilómetros de Kolkata, que «Srila Prabhupada dio en forma reiterada instrucciones orales y escritas de que sus principales discípulos lo sucedieran como maestros espirituales».
El Cuerpo Gobernante alega que sigue las orientaciones de Prabhupada, y que Das es responsables de apropiación indebida y malversación de fondos del culto.
Das afirma que las acusaciones contra él son «basura».
Devotos orientados por el Cuerpo Gobernante reclamaron la conducción del Rathayatra de Kolkata el 23 de junio, con base en una orden judicial, y Das apeló a la Corte Suprema de esa ciudad, que falló en su contra con el argumento de que había sido expulsado de la filial local de la ISKCON.
«Conduje el festival durante los últimos 20 años, en los cuales se transformó en el mayor Rathayatra del mundo, con participación de unos 1,5 millones de personas», dijo Das a IPS.
«Pediremos a la corte que desaloje a Adridharan Das del templo de la ISKCON ubicado en la calle Albert de Kolkata», anunciaron seguidores del Cuerpo Gobernante.
El devoto Vineet Narain encabeza otra escisión, llamada Grupo de Reforma de la ISKCON, con filiales en Alemania, Australia, Canadá, Francia y Gran Bretaña.
Narain dijo a IPS que numerosos integrantes del movimiento pasaron a integrar su grupo debido a escándalos sexuales protagonizados por gurús, y en especial luego de que uno de ellos, Loknath Swami, fue denunciado por acoso sexual contra una adolescente en Estados Unidos.
Varios gurús cumplen condenas en cárceles de Estados Unidos, donde un grupo de ex «gurukul» (residentes en internados de la ISKCON) presentaron en 1999 una demanda penal contra dirigentes del culto por abuso sexual. (FIN/IPS/tra-eng/sd/rdr/js/mp/cr ip/01
