MEDIO ORIENTE: Lo peor aún está por llegar, cree diputado israelí

La violencia en Medio Oriente debe acabar de inmediato, pues si cae el actual gobierno de coalición en Israel, el que lo suceda tendrá aún menos voluntad de alcanzar la paz y de crear un estado palestino independiente, advirtió hoy en la capital española el diputado israelí Yossi Katz.

Katz, del Partido Laborista, participó en Madrid en una reunión organizada por el Comité para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para analizar el proceso de paz árabe- israelí, que comenzó el martes y concluyó este miércoles.

El legislador defendió el proyecto de paz de su partido, que prevé la creación de un estado palestino independiente y la división de Jerusalén entre ambas partes, con un acuerdo especial sobre los lugares sagrados de judíos, musulmanes y cristianos que se negociaría a largo plazo (de 10 a 20 años).

La zona oriental de Jerusalén fue ocupada por Israel en 1967 y anexada sin reconocimiento internacional. Israelíes y palestinos reivindican la ciudad como su capital.

Para avanzar hacia la paz se debe poner fin a la violencia de inmediato, dijo Katz. «Los dirigentes palestinos deberán adoptar decisiones muy graves», si bien resulta «difícil poner fin a las protestas violentas en la situación miserable que existe bajo la actual ocupación israelí», agregó.

Eso deberá ocurrir pronto, antes de una eventual caída del gobierno de coalición encabezado por el primer ministro derechista Ariel Sharon y en el que participa el líder laborista Shimon Peres como canciller.

«La alternativa inmediata» a la coalición actual «es un gobierno de extrema derecha o un gobierno encabezado por (el derechista Binyamin) Netanyahu», tampoco partidario de la creación de un estado palestino, sostuvo Katz.

La ocupación de territorio palestino por Israel es la clave del conflicto en Medio Oriente, coincidieron funcionarios y expertos reunidos en Madrid.

En la conferencia participaron el canciller español Josep Piqué, el coordinador de la ONU para el proceso de paz en Medio Oriente y representante del secretario general Kofi Annan, Terje Rod-Larsen, y Miguel Angel Moratinos, embajador especial de la Unión Europea para esa región.

También asistieron el diplomático ruso Valerian Chouvaev, el periodista español Felipe Sahagún, el ministro de Información palestino Yasser Abed Rabbo, la diputada israelí Yael Dayán, el coordinador del Comité Israelí contra la Demolición de Viviendas, Jeff Halper, la europarlamentaria italiana Luisa Morgantini y el diplomático ugandés Francis Okelo.

El presidente del Comité de la ONU, Ibra Deguéne Ka, señaló en su informe que «el meollo de la cuestión de Palestina es la ocupación ilegal por Israel del territorio palestino, incluida Jerusalén, las actividades de establecimiento ilegal de asentamientos y otras políticas y prácticas ilegales».

Ka destacó la alarma del comité que preside ante las actitudes de las fuerzas de defensa israelíes, que «han usado, como cuestión de rutina, helicópteros de combate, proyectiles y tanques.

«Grupos de colonos armados a menudo toman la ley en sus manos, hostigan y atacan físicamente a civiles palestinos, saquean y destruyen sus bienes y usan la fuerza letal contra víctimas inocentes», agregó.

Por su parte, Abed Rabbo lamentó las campañas desarrolladas en Israel y Estados Unidos «tendientes a igualar a la víctima con aquellos que violan los derechos de la víctima».

«¿Existe en el mundo actual otro estado que hable del derecho a cometer asesinatos políticos?», se preguntó el ministro palestino, en alusión de las ejecuciones extrajudiciales de militantes palestinos ordenadas por el gobierno israelí.

Moratinos advirtió que «Europa no puede aceptar las ejecuciones extrajudiciales». No obstante, señaló que la paz es posible pero que se necesita de la voluntad política de ambas partes para avanzar.

En un mensaje dirigido a la reunión en Madrid, Annan atribuyó la delicada situación en Medio Oriente a que desde septiembre «la violencia se ha cobrado más de 600 vidas, muchas de ellas de niños, y miles de personas han resultado heridas. La gran mayoría de los muertos y heridos pertenecen a la parte palestina».

Por su parte, Piqué, recordó que España asumirá en enero la Presidencia rotativa semestral de la Unión Europea, y afirmó que su país «no escatimará esfuerzo alguno para contribuir a crear las condiciones necesarias para alcanzar una paz justa y duradera para todos los pueblos de la región».

Este año se cumple un decenio de la Conferencia de Madrid, primera ocasión en que representantes de Israel y de Palestina, así como de gobiernos del mundo árabe, aceptaron en conjunto un plan de paz que fue perfeccionado en 1993, en una segunda conferencia realizada en Oslo.

Piqué consideró que, para lograr la paz, se debe establecer un mecanismo de supervisión internacional y «los palestinos han de vislumbrar un final a la ocupación y la creación de un estado palestino viable y democrático, y a Israel ha de garantizársele su derecho a vivir en paz y seguridad».

Katz expresó su emoción por estar en España, país del que los judíos tienen recuerdos ambivalentes, dijo. Por un lado, la cultura judía vivió en España una época de oro, pero los judíos fueron expulsados de este territorio en 1492, «un recuerdo doloroso».

«Lucho para que nosotros (los israelíes) no expulsemos a otro pueblo de su tierra, para que no dominemos a otro pueblo que tiene derecho a su independencia y a un Estado propio», dijo Katz. (FIN/IPS/td/mj/ip/01

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