MEDIO ORIENTE: La delgada línea azul está trazada con pólvora

El conflicto por la pequeña zona siria de Shebaa puede iniciar una nueva guerra en Medio Oriente, un riesgo que exige moderación a las partes implicadas, advirtió el enviado estadounidense a la región, William Burns.

El secretario de Estado asistente Burns pidió a Israel, Líbano y Siria «evitar la escalada que puede producirse por la violación de la línea azul impuesta por la ONU (Organización de las Naciones Unidas)».

La llamada línea azul es la frontera entre Líbano e Israel, y también atraviesa la disputada área de Shebaa, una zona de 20 kilómetros cuadrados en Siria que forma parte de los altos del Golán, ocupados por Israel desde la guerra de 1967.

La guerrilla libanesa Hezbolá hirió la semana pasada a un soldado israelí en Shebaa, e Israel respondió con un ataque aéreo sobre los radares del ejército de Siria en Líbano.

Las tropas israelíes abandonaron en mayo de 2000 el sur de Líbano, acosadas por Hezbolá, pero el grupo armado, respaldado por el gobierno sirio, sostuvo que continuará luchando contra Israel hasta desalojarlo de las granjas de Shebaa, a las que considera territorio libanés.

Según la ONU, Shebaa pertenece a los altos del Golán y debe ser devuelta a Siria cuando se produzca el retiro israelí. Sin embargo, Líbano y Siria insisten en que se trata de territorio libanés, cedido por los sirios en los años 50.

«La violencia hace más difícil recuperar un proceso de paz amplio que, creo, todos buscamos», dijo Burns a la prensa este fin de semana, tras reunirse en Damasco con el ministro de Asuntos Exteriores sirio Farouk Al Sharaa.

Burns, quien llegó a Siria procedente de Beirut, dijo que su diálogo de 90 minutos con Sharaa «fue muy bueno: subrayé la apreciación de Estados Unidos sobre el importante papel de Siria en la región y nuestro continuo compromiso con una relación positiva con Damasco».

«Todas las partes deberían minimizar la violencia e imponer la moderación», afirmó Burns, quien no expuso la opinión de Washington acerca de la estrategia israelí de atacar objetivos sirios, y no libaneses, en territorio de Líbano.

«Subrayé el compromiso activo de Estados Unidos para revivir tan pronto como se pueda un proceso de paz amplio basado en el principio de paz a cambio de territorios y en los términos de referencia logrados en (la conferencia de paz de) Madrid» en 1991, dijo el enviado.

Burns reiteró la voluntad estadounidense de «poner en práctica las recomendaciones del informe del senador (estadounidense) George Mitchell como un paquete», si bien reconoció que «el mismo no sustituye un acuerdo de paz, es un camino para que israelíes y palestinos vuelvan a negociar bajo los principios mencionados».

El gobierno de George W. Bush ha visto frustrados sus intentos de dar nuevo rumbo a su política en Medio Oriente.

Pero cuando el secretario de Estado Colin Powell visitó la región la semana pasada, el panorama era bastante más grave. Los enfrentamientos armados entre palestinos e israelíes continuaron incluso mientras Powell se reunía con líderes de ambas partes.

En la vecina Jordania, tradicional aliada de Estados Unidos, la amenaza de ataques terroristas contra ciudadanos estadounidenses determinó la inmediata evacuación de 800 infantes de marina estadounidenses y la supensión de un ejercicio militar conjunto.

El gobierno de Arabia Saudita, un país que integró la coalición estadounidense contra Iraq en la guerra del Golfo Pérsico, amenazó con suspender todos sus contratos con las empresas estadounidenses que exportaran armas y otros suministros a Israel.

Y además, el presidente iraquí Saddam Hussein continúa en el poder, mientras Estados Unidos no logra que la ONU endurezca las sanciones económicas contra ese país.

En Washington, mientras tanto, el subsecretario de Estado Richard Armitage explicó que Burns intentaba «bajar la temperatura entre Israel y Siria».

Pero el presidente sirio Bashar Al Assad había dicho a la prensa el mes pasado que «el nuevo gobierno estadounidense no ha actuado con real firmeza en la región para defender el proceso de paz».

Los gobernantes sirios no ocultan su disconformidad con la nueva polítca del gobierno de Bush.

«Para mantener la estabilidad y la seguridad, Bush debe obligar a Israel a retirarse de todos los territorios ocupados desde 1967», dijo a IPS Turkey Sakr, director del diario oficialista sirio Al Baath. (FIN/IPS/tra-en/gb/dc/ip/01

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