La detención de dos ministros indios en el meridional estado de Tamil Nadu desató una crisis constitucional sobre las relaciones entre las autoridades federales y estaduales.
El ministro de Comercio, Murasoli Maran, y el de Ambiente y Bosques, T.R. Baalu, fueron detenidos el sábado por intentar impedir que la policía arrestara a Muthuvel Kurunanidhi, líder de su partido Dravida Munnetra Kazhagam (DMK) y ex ministro jefe de Tamil Nadu, por cargos de corrupción.
La detención de Kurananidhi en su domicilio de la ciudad de Chennai, que fue transmitida por televisión, generó protestas en todo el país.
El gabinete del primer ministro Atal Behari Vajpayee tenía previsto reunirse este lunes para decidir si invocaba disposiciones constitucionales que otorgan al gobierno central poderes superiores a los estaduales para asegurarse la liberación de Maran y Baalu.
Otra alternativa del gabinete sería imponer la autoridad central directa sobre Tamil Nadu arguyendo un colapso de la maquinaria constitucional, pero seguramente esa medida sería resistida por el Congreso y otros partidos de oposición.
Algunos analistas atribuyeron la detención de Kurananidhi a una venganza de la actual ministra jefe de Tamil Nadu, Jayaram Jayalalitha, quien desplazó a aquél del poder tras una contundente victoria del partido AIADMK, rival del DMK, en las elecciones legislativas estaduales de mayo.
Como líder del AIADMK, Jayalalitha fue invitada a integrar el gobierno por la gobernadora del estado, Fatima Beevi, pese a haber sido hallada culpable de corrupción.
Jayalalitha, una ex estrella de cine llamada en la prensa «la Imelda Marcos de India» por la gran colección de zapatos que posee, atribuyó su condena a las acusaciones levantadas en su contra por Karunanidhi cuando éste estaba en el poder.
Debido a su condena, Jayalalitha no pudo ser candidata en las elecciones legislativas estaduales, y ahora tiene un plazo de seis meses para hacerse elegir y poder continuar como ministra jefe, sujeto al resultado de una apelación judicial.
Beevi renunció el domingo como gobernadora, mientras el gobierno central procuraba su destitución por considerar que no defendió la Constitución ni informó en forma independiente a las autoridades federales sobre la detención de los dos ministros.
El intento de destitución de Beevi generó una ola de protestas del partido del Congreso y otros grupos políticos opuestos a la coalición gobernante de la Alianza Nacional Democrática (NDA), encabezada por el Partido Bharatiya Janata de Vajpayee.
El Congreso, aliado del AIADMK, condenó la decisión del gabinete y la consideró «vengativa, apresurada e infundada».
Ambika Soni, portavoz del Congreso, acusó al gobierno central de «atacar a Beevi por haber dado poder a Jayalalitha contra los deseos del ministro del Interior», Lal Krishna Advani.
Los partidos del Frente de Izquierda consideraron la tentativa de destitución de la gobernadora de Tamil Nadu «una medida totalmente antidemocrática», y afirmaron que Beevi «actuó según las normas constitucionales».
Sin embargo, la mayoría de los partidos coincidieron en que las detenciones, televisadas por varios canales, se realizaron brutalmente y sin considerar que Karunanidhi fue ministro jefe de Tamil Nadu durante cuatro mandatos y que Maran y Baalu son ministros del gabinete.
«Queremos que la ley tome su propio curso, pero al mismo tiempo criticamos la manera en que ese líder veterano y algunos de sus colegas fueron tratados durante el arresto», declaró Pranab Mujerjee, un líder del Congreso.
No obstante, es seguro que el partido del Congreso, que tiene mayoría en la cámara alta del parlamento, la utilizará para oponerse a cualquier intento de imponer la autoridad del gobierno central sobre Tamil Nadu.
El NDA se iba a reunir separadamente este lunes para considerar el informe de un equipo de tres hombres que visitó Chennai el fin de semana para evaluar la situación de Tamil Nadu e informar a Vajpayee.
El ex ministro de Defensa George Fernandes, quien encabezó el equipo investigador, se manifestó partidario de la intervención central debido a la «crisis constitucional» que vive el estado.
«Para preservar las normas democráticas, el Congreso debería cambiar de postura y los partidos opositores deberían apoyar la autoridad presidencial», dijo Jana Krishanmurthi, portavoz del Partido Bharatiya Janata. (FIN/IPS/tra-en/rdr/mlm/ip/01
