La radio ha superado su tradicional misión de entretener e informar para convertirse en Venezuela en importante herramienta contra el analfabetismo, a partir del impulso del gobierno al trabajo de una organización no gubernamental católica.
Programas especiales divulgados por el Instituto Radiofónico Fe y Alegría (IRFA) brindan la oportunidad de aprender a leer, escribir y proseguir sus estudios hasta llegar a secundaria a miles de ciudadanos de barrios pobres y de zonas alejadas de los centros urbanos.
El presidente Hugo Chávez ha dado prioridad a la lucha contra el analfabetismo desde su llegada al gobierno en febrero de 1999, y para ello brinda un fuerte impulso a esa experiencia que data de más de dos décadas y media.
En el marco de su llamada «revolución social bolivariana», Chávez lanzó en 2000 una campaña de alfabetización para combatir este problema que afecta a 18 por ciento de los 24 millones de venezolanos, coordinada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes y organizaciones no gubernamentales como Fe y Alegría.
En las clases radiofónicas del IRFA, del Movimiento de Educación Integral Fe y Alegría de la Iglesia Católica, se enseña a formar palabras y números y se brindan conocimientos de economía y de política y sobre cuestiones laborales y de familia.
Los programas educativos son impartidos en la red de emisoras en frecuencia de AM y FM por todo el territorio venezolano, con repetidoras colocadas en zonas claves, donde se estima que existen mayores deficiencias educativas.
Las emisoras se encuentran en Caracas y en los estados centrales de Aragua y Carabobo, en el occidental de Zulia, en los meridionales de Bolívar y Amazonas y, en los últimos meses, también en Mérida, en el sudoeste del país.
Las primeras emisiones de enseñanza a través de la radio del IRFA se remontan a 1975.
Otra novedad de este proyecto educativo es la utilización de la llamada «cartilla de alfabetización», que se sustenta en el modelo de pedagogía de la libertad del brasileño Paulo Freire, que contempla el aprendizaje a partir de frases o ideas de uso cotidiano.
El material del instructor consta de un manual que se divide en diagnóstico del estudiante, aprendizaje de lectura y escritura, palabras y sílabas, suma y resta de números y la evaluación final del educando.
Los pedagogos de Fe y Alegría calculan que el proceso de aprendizaje requiere unas 15 semanas, en las cuales un facilitador ofrece sus conocimientos en una clase radial de 16 minutos diarios, sustentada con entrevistas, sonidos y efectos alusivos a las materias de humanidades y ciencias sociales.
La educación a distancia a través de la radio es acompañada de clases presenciales cada sábado, con un orientador encargado de despejar las dudas que hayan surgido en la clase radiofónica y de revisar las tareas asignadas en cada sesión de trabajo.
El IRFA está integrada por sacerdotes católicos pertenecientes a centros de enseñanza para niños, niñas y adolescentes de sectores pobres, que tienen el objetivo de ofrecer «una justa educación, para que el pueblo pueda valerse por sí mismo», según explicó su director, el jesuita Jesús Orbezogo.
Las actividades educativas presenciales del Movimiento de Educación Integral Fe y Alegría se iniciaron en 1955, cuando un humilde obrero cedió su casa en un barrio pobre para albergar a 100 niños y niñas.
«Ese gesto se convirtió en un símbolo de la intuición fundacional acompañado de la generosidad de un pueblo», apuntó Orbezogo.
En la actualidad, el Movimiento tiene representación en más de 14 países latinoamericanos, desde Guatemala hasta Argentina, y no descarta abrir una oficina en Estados Unidos, para fortalecer la relación Norte-Sur, agregó.
Algunos de los profesores consultados por IPS aseguraron que la respuesta actual al plan de alfabetización radiofónico de Venezuela había superado todas las expectativas, pues el número de inscriptos y de egresados aumentó respecto de años anteriores.
Unas 3.000 personas están inscriptas en el programa en la actualidad, mientras que los graduados suman más de 1.000.
La Oficina Nacional de Estadística e Informática de Venezuela señala que el último censo nacional, que data de 1990, registró 12 por ciento de analfabetismo. Pero funcionarios de la cartera de Educación calculan que hoy los iletrados superan 18 por ciento de la población.
Aníbal Carrasquel, coordinador nacional de alfabetización de Fe y Alegría, se manifestó confiado en mejorar la situación gracias al empuje que le ha dado el presidente Chávez al programa de educación por radio.
El proyecto de la organización católica aspira a ser incorporado a una política de Estado, «para que sea respetado por cualquier gobierno, y que no decaiga con el paso del tiempo», señaló.
Carrasquel comentó a IPS que el método permite respetar la experiencia que traen los adultos, los cuales ya saben identificar los números, las señales de tránsito, por lo cual no son del todo «analfabetos».
Añadió que la premisa del grupo educativo es que el estudiante sea un «hombre íntegro, líder de su barrio, transformador de su realidad, creativo y crítico».
En la «cartilla de alfabetización» son alusivos los mensajes a la formación de cooperativas, microempresas y a la asociación de vecinos, que busquen la resolución de problemas de los sectores pobres.
El último informe de desarrollo humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo señala que uno de cada cinco venezolanos sobrevive con menos de un dólar al día.
El proyecto de educación por radio es una herramienta para superar la oscuridad de quien no sabe leer, según Carrasquel.
Recordó el caso de una mujer que llegó a graduarse de tercer año de bachillerato, tras superar su analfabetismo gracias al programa de educación radiofónica, quien siempre decía: «pensaba que no podía, pero ahora… se me iluminó el porvenir». (FIN/IPS/mp/dm/ed cr/01
