CUBA-EEUU: Raticida cubano desafía el embargo

La aduana de Estados Unidos investiga a la organización humanitaria Pastores por la Paz, acusada del contrabando de un raticida cubano como parte de su campaña contra el embargo a la isla.

Los funcionarios del Servicio de Aduanas de Estados Unidos investigan a la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria/Pastores por la Paz (IFCO) por intentar introducir el veneno Biorat a través de México.

La aduana sospecha que la organización con sede en Nueva York violó las leyes de contrabando, las normas de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y falsificó documentos.

Pastores por la Paz intentó introducir un embarque del raticida cubano a comienzos de julio, desafiando el embargo gubernamental, y enviarlo como donación a varias ciudades estadounidenses afectadas por plagas de roedores.

Los funcionarios aduaneros incautaron el veneno en Falfurrias, Texas, cerca de la frontera con México, el 12 de julio.

El Biorat se ha utilizado con éxito para combatir brotes de peste bubónica en Perú, fiebre hemorrágica en Bolivia y otras enfermedades provocadas por roedores en Nicaragua, Costa Rica, El Salvador y República Dominicana.

Su principio activo es una variedad modificada de la bacteria salmonella que, según los investigadores cubanos, sólo es dañina para ratas y ratones.

No obstante, «Biorat está prohibido en Estados Unidos por ser peligroso para la salud pública», dijo Dean Boyd, portavoz de la aduana. Pastores por la Paz podría haber violado las disposiciones de la EPA por no solicitar permiso a la agencia ambiental para introducir el veneno en el país, agregó.

«El producto plaguicida Biorat no está registrado para su uso en Estados Unidos» y por tanto «no está permitido importarlo para ser usado en el país», señaló la EPA, encargada de registrar los plaguicidas antes de ser distribuidos.

Desde 1994 el Biorat se ha vendido en América Latina, Africa y Asia, pero el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos discute su seguridad.

En mayo de 1998, el CDC advirtió al público que cualquier raticida con variedades de salmonella podía «causar fácilmente enfermedades digestivas en humanos». Según la agencia el Biorat «es un producto que constituye un riesgo para la salud pública en todo el mundo».

Gail Walker, portavoz de Pastores por la Paz, negó esas acusaciones y sostuvo que los abogados de la organización tramitan los permisos ante la EPA para distribuir el producto sobre todo en las ciudades afectadas por plagas de roedores, como Nueva York, Washington y Chicago.

Boyd explicó que la investigación por contrabando y falsificación de documentos se debe a que los miembros de Pastores que cruzaron la frontera desde México en camión no declararon que estaban introduciendo productos procedentes de Cuba.

Walker replicó que los integrantes de Pastores por la Paz que trasladaban el cargamento no sólo declararon todos los productos que llevaban, sino que pidieron a los aduaneros que inspeccionaran la carga. Había muchos testigos presentes que podrían confirmarlo, incluso varios periodistas, afirmó.

La aduana negó que la investigación esté movida por las diferencias políticas entre Estados Unidos y Cuba, sino por el interés de resolver un problema de salud pública.

Pero para Pastores por la Paz se trata de una táctica para distraer la atención del público de las cuestiones políticas que están en el centro de las sanciones económicas impuestas en 1963 mediante la Ley de Comercio con el Enemigo, más conocida como ley del embargo.

Mediante la introducción de productos cubanos, el grupo ha desafiado la ley que restringe tanto el intercambio económico como humanitario entre ambos países desde hace casi 40 años.

Pastores por la Paz es un proyecto organizado por IFCO que propugna el levantamiento del embargo y el fin «del concepto oficial de que Cuba es una amenaza a Estados Unidos», dijo Walker.

En los últimos años, la organización realizó «envíos de amistad» a Cuba en desafío al embargo. Esta es la primera vez que la organización intenta introducir productos cubanos en Estados Unidos.

Mientras las sanciones continúen, la organización seguirá enviando ayuda hacia y desde Cuba, dijo Walker. «Utilizaremos todos los caminos posibles para llamar la atención sobre el embargo», agregó la portavoz.

Al preguntarle por qué el grupo había elegido un producto tan polémico como el Biorat, Walker contestó que su organización sólo procuraba mostrar que el país caribeño tenía bienes que podían beneficiar a Estados Unidos.

Hay coincidencia entre los grupos que trabajan en las comunidades pobres de Estados Unidos en que la plaga de ratas es un problema grave, dijo Walker.

En Nueva York hay 10 ratas por persona. El asunto asumió tales proporciones que llevó a realizar una «cumbre de las ratas» en la ciudad, señaló.

El cargamento incautado incluía así mismo paneles de energía solar fabricados en Cuba. La aduana estadounidense no hizo comentarios sobre el ingreso de los paneles.

Pastores por la Paz sostuvo que los mismos fueron autorizados en el puesto aduanero cerca de Falfurrias, Texas, y que pretendía instalarlos en la reserva indígena de Hoopa, en el norte de California, donde no existe servicio de energía eléctrica. (FIN/IPS/tra-en/fa/aa/dc/aq/ip he/01

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