COMERCIO: UE exonera de aranceles a café soluble brasileño

Pascal Lamy, comisario de Comercio Exterior de la Unión Europea (UE), anunció hoy en Brasilia una cuota para la importación de café soluble brasileño con exoneración arancelaria, como muestra del interés europeo en el acercamiento a este país.

La UE permitirá el ingreso libre de aranceles hasta 31.364 toneladas en tres años, con un límite de 8.740 toneladas en el primero y cuotas crecientes en los dos siguientes, decisión que pone fin a una disputa comercial de 10 años y a la amenaza brasileña de recurrir a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Fue una «solución amigable», que es la mejor vía, señaló Lamy, al hacer el anuncio.

Brasil acusaba a la UE de «tratamiento discriminatorio», ya que ese bloque liberó el total de las compras de café soluble de los países andinos y de América Central, como estímulo a su lucha contra el narcotráfico, pero mantuvo gravado el producto brasileño, primero en 11 por ciento y desde 1999 a nueve por ciento.

Esa restricción arancelaria causó la caída de las exportaciones de Brasil en más de 40 por ciento desde 1991, cuando comenzó esa discriminación, dijo a IPS Mauro Malta, director ejecutivo de la Asociación Brasileña de Café Soluble.

En cambio, las ventas de Colombia y Ecuador crecieron en el mismo lapso más de 50 por ciento.

El café soluble brasileño sólo se salvó al lograr aumentar las exportaciones a Rusia, Europa oriental y a Japón.

Lamy finalizó este miércoles una visita de tres días a Brasil, para discutir con las autoridades los términos de una nueva ronda de negociaciones globales en el ámbito de la OMC y para confirmar el gran interés de la UE en lograr un acuerdo comercial con el Mercosur (Mercado Común del Sur).

La disposición europea de promover un rápido acercamiento al Mercosur, que Brasil integra junto a Argentina, Paraguay y Uruguay, fue expresada con la presentación de una propuesta de liberalización comercial en la reunión realizada la semana pasada en Montevideo por delegados de ambos bloques.

A pesar de la buena voluntad demostrada por la UE, Lamy recogió en Brasil varias críticas contra esa propuesta, que establece la reducción progresiva de aranceles en un plazo máximo de 10 años para todos los productos industriales y varios agrícolas.

El ministro de Agricultura, Marcus Pratini de Moraes, apuntó que la iniciativa europea es decepcionante, porque limita la apertura del mercado agropecuario.

La propuesta de la UE indica que seguirán restringidos por cuotas y otras barreras no arancelarias los productos calificados de «sensibles», como el azúcar, cereales, lácteos, tabaco, carnes y algunas frutas, todo lo cual afecta las exportaciones brasileñas.

Las variadas trabas al comercio agrícola, aplicadas por los países industrializados, impiden que Brasil amplíe sus ventas externas anuales en cerca de 6.000 millones de dólares, calculó el ministro.

El gobierno y los empresarios brasileños del sector agrícola y agroindustrial se quejan de la política europea de estimular la importación de materias primas, con arancel cero, a la vez que grava los productos procesados, de mayor valor agregado.

En el caso del café, por ejemplo, sólo está exento de gravamen si se envía en grano, de manera que su industrialización se realiza en la UE.

Precisamente, algunos países miembros del bloque europeo son grandes exportadores de café tostado o soluble, pese a no tener cafetales, pero generando muchos empleos en el procesamiento.

También la soja y el cuero brasileños sufren los efectos de esa política proteccionista. La UE es el mayor mercado para esas materias primas brasileñas, con apertura total, pero protege su industria gravando aceites y calzados.

En tanto, el azúcar brasileño simplemente no tiene acceso al mercado de la UE, debido a la protección arancelaria y a los subsidios otorgados a la producción local de remolacha destinada a fabricar ese producto, puntualizó Eduardo Pereira de Carvalho, presidente de la Unión de la Agroindustria Cañera de Sao Paulo.

Los subsidios agrícolas, cuya reducción o eliminación es reclamada por muchos países en desarrollo, no será discutido con el Mercosur porque la UE entiende que sólo debe ser tratado en las negociaciones multilaterales de la OMC, sentenció Lamy.

Sin embargo, admitió la posibilidad de la eliminación de subsidios que afectan el comercio internacional, si se mantienen los que aseguran la actividad de cinco millones de agricultores en la UE, para evitar un grave problema social.

El Mercosur deberá exigir a la UE una mayor apertura del mercado agrícola, en la contrapropuesta que presentará a comienzos de noviembre, anunció el ministro Pratini de Moraes.

Explicó que sin la reducción de los subsidios será inútil las nuevas negociaciones en la OMC.

De todas formas, la voluntad manifestada por la UE de acelerar las negociaciones con el Mercosur, que además del comercio contemplen la cooperación política, técnica y financiera, alentó el sector agropecuario brasileño, el más interesado en ampliar su acceso al mercado europeo.

Pero en la industria brasileña aún hay reticencias. Este sector tiene una escasa participación en las exportaciones a la UE y observa como más ventajoso la conformación del Area de Libre Comercio de las Américas, pues constituye su principal mercado. (FIN/IPS/mo/dm/if/01

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe