CHILE: Augusto Pinochet, la marca de la discordia familiar

La decisión de un hijo de Augusto Pinochet de inscribir el nombre de su padre como marca comercial para la exportación de vinos significó un nuevo dolor de cabeza para los partidarios del ex dictador en Chile y abrió un nuevo frente de discordia en su familia.

Augusto Pinochet Hiriart fue el autor de la idea, que tiene un resuelto rechazo de dos de sus cuatro hermanos, Lucía y Marco Antonio, así como de políticos derechistas y de los ejecutivos de la fundación que lleva el nombre del ex gobernante (1973-1990).

El ex dictador de 85 años observa este conflicto político, comercial y familiar mientras aguarda el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago, que determinará si debe continuar o se cierra por motivos de salud el proceso en su contra por los crímenes de la llamada «caravana de la muerte».

La resolución sobre el juicio que el juez Juan Guzmán abrió en enero de este año debe conocerse el día 10, una fecha considerada crucial no sólo para Pinochet, sino para la causa de la lucha contra la impunidad de los violadores de derechos humanos.

Frente a la trascendencia del esperado fallo, el conflicto por la marca Augusto Pinochet es una rencilla que, aunque menor, resulta ilustrativa de las peculiares características de la familia del ex gobernante de facto y ex comandante del Ejército chileno.

No obstante, hay quienes le atribuyen importancia política a esta discordia familiar.

«Los partidarios del general (Pinochet) deseamos que él pase a la historia por lo que hizo por Chile, pero no por un aprovechamiento (comercial) de su nombre», señaló el lunes Iván Moreira, diputado de la Unión Demócrata Independiente, el partido más identificado con el ex dictador.

El registro de la marca por parte de Augusto hijo, «es una actitud de una persona que no es controlada por nadie y que solo mancha el honor de su padre», afirmó Moreira.

Los fuegos se abrieron el 25 de junio, cuando en el Diario (gazeta) Oficial se publicó la solicitud de inscripción del nombre del ex dictador como marca para la comercialización de productos de la clase 33.

En la nomenclatura del Ministerio de Economía, los productos de la clase 33 corresponden a todas las bebidas alcohólicas con excepción de la cerveza.

Augusto Pinochet Hiriart, autor de la solicitud, ya había inscrito el nombre de su padre en 1975 para la venta de productos metalmecánicos. «Sólo quiero ampliar el registro», explicó a propósito de la extensión de la marca a la clase 33.

«Me parece insólito lo que está haciendo», comentó Lucía Pinochet, la mayor de los cinco hijos del matrimonio de Augusto Pinochet Ugarte y Lucía Hiriart.

«No es el momento de hacer algo así, ni menos con el nombre de mi papá, a quien estamos preocupados de no darle malos ratos», añadió Lucía.

«No me parece bien que se comercialice el nombre de mi padre», fue la reacción de Marco Antonio, el hijo menor del ex dictador, quien reprobó «esta idea con fines lucrativos» de su hermano.

Según las normas vigentes en Chile, una marca comercial puede ser objetada legalmente en un plazo de 30 días a partir de la publicación de la solicitud en el Diario Oficial.

Marco Antonio se declaró confiado en que no sería necesario llegar a los tribunales, pero Augusto hijo desechó casi de inmediato un posible acuerdo amistoso.

«A uno los hermanos se los da Dios, no los escoge… Si ellos (Lucía y Marco Antonio) están dolidos, lo siento mucho, pero yo seguiré con mi trabajo», dijo.

Consecuente con esa declaración, Augusto Pinochet Hiriart apareció sonriente el último fin de semana en un reportaje de la cadena de televisión estadounidense CNN, en su emisión en español, exhibiendo botellas de vino con las variedades «Mi general» y «Gran pareja».

En la etiqueta de la primera se observa a todo color la fotografía del ex dictador con su uniforme militar. En la segunda, también en colores, están Pinochet y su esposa Lucía Hiriart.

El general retirado Luis Cortés Villa, director ejecutivo de la Fundación Augusto Pinochet reprobó también la comercialización del nombre de su líder, pese a que esta misma entidad auspició hasta el año pasado la venta de piscos (aguardiente de uva) bajo la marca «Capitán General», alusiva también al ex dictador.

Durante la prolongada detención de Pinochet en Londres, desde octubre de 1998 hasta marzo de 2000, Augusto hijo tuvo también conflictos con Cortés Villa y con sus hermanos Lucía y Marco Antonio, que son miembros del directorio de la fundación.

Una campaña de recolección de fondos para apoyar la defensa judicial de su padre en Gran Bretaña, que Augusto lanzó en Miami, fue públicamente desautorizada por la Fundación Augusto Pinochet.

Considerado la «oveja negra» entre los hijos del ex dictador, Augusto Pinochet Hiriart tuvo un accidentado paso por la Escuela Militar, donde se forman los oficiales del Ejército, sin llegar a graduarse, para luego convertirse en una suerte de multifacético empresario.

A fines de 1990, recién restablecida la democracia, fue involucrado en el escándalo de los «pinocheques», cuando se denunció que había recibido tres millones de dólares de la comandancia del Ejército por la liquidación de una empresa de armamentos.

La investigación al respecto dio origen a un conato de insubordinación militar contra el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) en 1992, cuando Pinochet continuaba siendo comandante del Ejército.

El caso fue virtualmente sepultado por un acuerdo político a través de una comisión parlamentaria que eximió al ex dictador de culpas en la operación que favoreció a su hijo. (FIN/IPS/ggr/dm/ip/01

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