Las evidencias de participación de policías en el atentado de 1994 contra una sociedad mutual judía de la capital argentina son «abrumadoras», aseguraron dirigentes de la colectividad israelita, funcionarios internacionales y familiares de las 85 víctimas.
«Que no quede ninguna duda, las evidencias contra los acusados son abrumadoras», afirmó el miércoles el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, José Hercman, en el acto de conmemoración del ataque contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), el 18 de julio de 1994.
Una camioneta «traffic» llena de explosivos y a cargo de un conductor suicida fue al parecer la causa de la voladura de la AMIA, en el centro de Buenos Aires. El edificio se desplomó, matando a 85 personas. Hubo también 300 heridos, muchos de los cuales quedaron con graves lesiones.
Veinte acusados serán llevados a juicio oral el 24 de septiembre. Quince son ex policías que habrían intervenido en la preparación del vehículo utilizado para el ataque.
El gran interrogante de la fiscalía es quién recibió la camioneta una semana antes de la explosión. A partir de allí es donde persisten las mayores dudas. Los familiares de las víctimas esperan que alguno de los acusados rompa el silencio y revele la verdad, para conocer los pasos siguientes del atentado.
Durante el homenaje a las víctimas fue leído un mensaje del canciller israelí Shimón Peres, quien exhortó a la justicia argentina a avanzar en la condena a los ex policías acusados para pasar luego al capítulo internacional del proceso, que involucra a «terroristas que amenazan al mundo libre».
El presidente de la AMIA, Hugo Ostrower, expuso los interrogantes que aún persisten. La investigación, según dijo, fue «insuficiente» y tiene «serias deficiencias». «¿Quiénes ordenaron la matanza? ¿Dónde lo decidieron y por qué? ¿Por qué en Argentina? ¿Quién financió el ataque, de donde salieron los explosivos?», se preguntó.
Ostrower recordó a las víctimas con más preguntas. «¿Quiénes prepararon la bomba? ¿Qué participación tuvieron los traficantes de armas? ¿Cuánto incidió la radicación de ilegal de emigrantes de Medio Oriente, propiciada por funcionarios corruptos? ¿Por qué desaparecen pruebas, evidencias, por qué se siembran pistas falsas?», dijo.
Las preguntas de Ostrower crearon el clima previo al proceso oral que comenzará en dos meses para juzgar al menos a una parte de la conexión local. Familiares y dirigentes israelitas saben que se trata apenas de 10 por ciento de una investigación que debe ampliarse en Argentina y abarcar luego las conexiones internacionales.
Hercman acusó directamente a «las más altas instancias de responsabilidad de Irán, sin descartar a Siria». La hipótesis, con la que coincide el juez federal Juan José Galeano, indica que Teherán habría financiado el ataque y que el hecho habría sido perpetrado por la organización islámica Hezbollah, de Líbano.
Galeano señaló en 1999 la subordinación de Hezbollah a las decisiones de «determinadas» autoridades iraníes. La investigación alcanza incluso a diplomáticos iraníes en Buenos Aires que pudieron haber colaborado en la organización del ataque.
El juez sostuvo entonces que el ataque a la AMIA pudo ser una respuesta de Hezbollah al secuestro de uno de sus dirigentes por parte de Israel y a un bombardeo israelí de un campamento de la organización en el sur del Líbano, dos hechos ocurridos meses antes del atentado en Buenos Aires.
Dos años antes del atentado contra la AMIA, fue destruida en otro ataque la embajada de Israel en la capital argentina, con un saldo de 35 muertos.
Galeano sugirió que el atentado contra la embajada pudo haber sido en represalia por el asesinato del secretario general de Hezbollah, el imán Ali Abbas Musawi, cometido tres meses antes.
Transcurridos siete años del atentado contra la AMIA, los familiares de las víctimas tienen pocas esperanzas de que se llegue a conocer toda la verdad, sobre todo porque conocen los detalles de un proceso que consideran «escandaloso» por la cantidad de denuncias por encubrimiento y robo de documentación.
«Exigimos que se investigue todo, las 70 denuncias que presentamos por encubrimiento, para que se conozca a quienes se busca encubrir, y también que se indague en las más altas instancias de responsabilidad en Irán y Siria», dijo Hercman.
El acto de este miércoles contó con la presencia de casi todos los representantes del Gobierno nacional menos el presidente Fernando De la Rúa, que visitó la nueva sede de la AMIA en la víspera, para respaldar la investigación y saludar a los familiares de las víctimas. El lema del homenaje fue esta vez «porque tenemos memoria, exigimos justicia». (FIN/IPS/mv/ff/ip hd/01
