/BOLETIN-AMBIENTE/ EEUU: Automóviles Ford contaminan con mercurio

Más de 25 procuradores generales estatales de Estados Unidos pidieron a la compañía Ford que sustituyera los interruptores de luces de sus automóviles que contienen mercurio, una sustancia tóxica.

Ford aseguró haber tomado medidas en ese sentido, pero defensores del ambiente criticaron sus gestiones.

En una carta enviada el lunes, los procuradores de justicia pidieron a Ford que reemplazara los interruptores utilizados en las luces delanteras y traseras y en los frenos antibloqueo de sus automóviles.

El mercurio es tóxico para el sistema nervioso y puede tener graves efectos, incluso daño cerebral.

La mayoría de las compañías automovilísticas ya no venden unidades con interruptores de mercurio, pero hasta el momento ninguna ha adoptado planes para retirar el mercurio de sus automóviles en uso, señalaron los procuradores.

La decisión de Ford de sustituir 13 millones de los fallidos neumáticos Firestone Wilderness de sus automóviles presenta una oportunidad única para también reemplazar los interruptores, agregaron.

«Como parte del retiro de las calles de millones de vehículos, la compañía podría remplazar rápida y fácilmente los interruptores traseros y delanteros, que representan un importante peligro ambiental», dijo Eliot Spitzer, procurador general del estado de Nueva York.

Robyn Schultz, portavoz de Ford, dijo este martes que la compañía no hará comentarios al respecto hasta que la dirección lea la carta.

Los procuradores argumentan que el mercurio de los interruptores de luz contamina la tierra y el agua cuando los vehículos antiguos son desguazados para convertirlos en chatarra. Esta se funde en hornos, donde el mercurio restante es vaporizado al aire, explicaron.

«Estos hornos… son la cuarta fuente de emisiones de mercurio en el aire en todo el país, luego de las plantas de energía, las calderas industriales y los incineradores», precisa la carta.

Los interruptores de mercurio pueden reemplazarse fácil y económicamente, agregaron los procuradores. Una alternativa común es una llave que cuesta unos 38 centavos de dólar, según Spitzer.

«Dados los conocidos peligros del mercurio, la existencia de alternativas de bajo costo y la facilidad de reemplazarlo, insto a Ford a que no deje pasar esta oportunidad», exhortó Spitzer.

El portavoz Schultz señaló que la compañía se proponía eliminar gradualmente todas las luces de mercurio para fines de esta año, y ha aplicado un plan para retirar los interruptores de mercurio de sus vehículos en los depósitos de chatarra.

«Al final del ciclo vital del vehículo retiramos las luces y las desechamos de manera responsable hacia el ambiente», aseguró Schultz.

Pero grupos ambientalistas sostienen que eso sólo desvía el problema hacia los centros de desmantelamiento y reciclaje de automóviles. Proponen que las firmas automovilísticas asuman la responsabilidad de sustituir los interruptores de mercurio en los automóviles en uso.

«Ford podría dar el ejemplo entre las compañías sustituyendo no sólo las neumáticos, sino también el mercurio tóxico», comentó Dean Menke, ingeniero con grupo Environmental Defense, con sede en Washington.

Si los interruptores son eliminados de los vehículos retirados del mercado se evitaría que 2.500 kilos de mercurio contaminaran el ambiente.

Environmental Defense pertenece a una alianza de organizaciones ambientales, conocida como la Campaña por Aire Libre, que solicitó un programa nacional para recoger hasta 90 por ciento de los interruptores de mercurio presentes en los vehículos en las calles.

El lunes, la Campaña envió cartas a Ford, DaimlerChrysler y General Motors, solicitándoles que sustituyan sus interruptores gratuitamente cuando los clientes llevan sus automóviles por arreglos.

El año pasado, la Academia Nacional de Ciencias advirtió que, cada año, más de 60.000 niños nacidos en este país corren el riesgo de padecer problemas neurológicos que abarcan desde discapacidades de aprendizaje hasta retardo mental, debido a que sus madres comieron pescado contaminado con el producto químico.

Los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos recomendaron que las mujeres en edad de procrear limiten o abandonen el consumo de pescado.

Como el mercurio no se dispersa con el tiempo, puede ser trasladado largas distancias por el agua y la lluvia. La sustancia tóxica se acumula a medida que avanza en la cadena alimenticia. (FIN/IPS/tra-en/dk/aa/aq/en he/01

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